Miles de personas protestan en Francia contra la destrucción de empleo

Miles de personas protestan en Francia contra la destrucción de empleo
Miles de personas protestan en Francia contra la destrucción de empleo |Telemadrid

Miles de personas se manifestaron hoy en ocho ciudades francesas contra la destrucción de empleos en la industria del país, en una jornada de protestas en Europa por incremento del paro en ese sector.

El líder de CGT -el principal sindicato del país y el que ha convocado las manifestaciones-, Bernard Thibault, consideró "un éxito" la jornada, que logró reunir a "varios miles de trabajadores" pese a que ninguno de sus pares se había sumado al llamamiento a los paros y a las manifestaciones. Lamentó que los otros sindicatos no respondieran a la jornada de huelga, pero lo justificó por la "urgencia" que había limitado el tiempo para llegar a acuerdos entre ellos.

La principal manifestación tuvo lugar en París, donde se reunieron miles de personas, según el líder sindical, que consideró "una advertencia" la protesta de tantos trabajadores en las calles francesas.

Un aviso que tenía un destinatario claro, el Ejecutivo francés, justo cuando está previsto que comiencen las negociaciones entre los sindicatos y la patronal para acordar diversos convenios colectivos y los acuerdos sobre las medidas que garanticen el mantenimiento del empleo. Thibault acusó a la patronal Medef de querer precarizar el mercado laboral, por lo que pidió al Ejecutivo que medie a favor de los trabajadores.

Por el momento, el Gobierno ha dado un plazo a los agentes sociales para que lleguen a un acuerdo y, en caso de que no lo logren, se ha comprometido a presentar una ley.

El líder sindical negó que se trate de una manifestación contra el Gobierno, pero señaló que es "un aviso" de que los trabajadores no aceptarán cualquier política en un momento en el que "la situación es cada día más grave, sobre todo para el sector industrial".

Pero muchas de las pancartas que había en la manifestación de París iban dirigidas personalmente contra Hollande, al que reprochaban no atender a los compromisos que adquirió durante la campaña que en mayo pasado le llevó hasta el Elíseo.

Las manifestaciones recorrieron también las calles de Lyon, Marsella, Toulouse, Burdeos, Rennes, Clermont-Ferrand y Epinal.

La huelga tenía previsto también paralizar el sector público, pero los paros en los transportes fueron muy limitados. El puerto de Le Havre, en el norte de Francia y el segundo más importante del país tras el mediterráneo de Marsella, fue el más afectado por el paro de la mayoría de los trabajadores.

En París, sólo una línea de tren regional sufrió perturbaciones, mientras que en el resto de los transportes públicos la jornada fue normal.

El llamamiento a la manifestación y al paro se dirigió especialmente a los trabajadores de los sectores más golpeados por los cierres empresariales, como el automovilístico.

Precisamente, empleados del fabricante de coches PSA protagonizaron los momentos más tensos de la jornada cuando intentaron entrar al Salón del Automóvil de París, lo que provocó la reacción de la policía, que los dispersó con gases lacrimógenos.

A ellos se habían sumado trabajadores de otros sectores industriales afectados por los cierres empresariales, como los de la siderúrgica ArcelorMittal, que la semana pasada anunció el cese de la actividad en unos altos hornos situados en el este de Francia.