Miles de personas marchan en Kiev y un atentado empaña la celebración en Járkov

Kiev y los separatistas prorrusos intercambian prisioneros
Kiev y los separatistas prorrusos intercambian prisioneros |Telemadrid

Miles de personas marcharon hoy por el centro de Kiev para celebrar el triunfo de la revolución del Maidán y el derrocamiento del presidente Víktor Yanukóvich hace un año, con los ojos puestos en el este del país y el temor a una ofensiva prorrusa contra el puerto de Mariúpol.

La llamada "Marcha de la Dignidad" recorrió los principales escenarios de las protestas para terminar en la Plaza de la Independencia, el Maidán, donde tuvo lugar una plegaria por la paz, también ensombrecida por un atentado registrado en la ciudad de Járkov, en el este del país pero leal a Kiev.

El presidente Petró Poroshenko encabezó la marcha acompañado por miembros de su Gobierno y una decena de líderes europeos, entre ellos el presidente alemán, Joachim Gauck, y el del Consejo de Europa, Donald Tusk.

También los líderes de varios países del Este de Europa, bálticos y exsoviéticos, que comparten con Ucrania el temor al vecino ruso, como la presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaite; Polonia, Bronislaw Komorowski;, Moldavia, Nicolae Timofti; Georgia, Guiorgi Margvelashvili, y Eslovaquia, Andrej Kiska.

En medio de un mar de banderas y pancartas, los manifestantes marcharon coreando eslóganes como "Gloria a Ucrania" o "Ucrania es Europa", mientras desde el escenario en el Maidán sonaban el himno nacional y la "Oda a la Alegría", himno europeo.

"Llevamos en Kiev casi un año, desde que salimos de Crimea", comentó a Efe Zera, una doctora de unos 50 años que, cubierta por una bandera ucraniana, asistía a la manifestación con su familia.

Tártaros de Crimea, Zera, su hijo -estudiante de Medicina- y su sobrina volaron a Kiev tras la anexión de esa península por Rusia el pasado marzo, dejando allí a sus padres, "demasiado mayores para viajar y que no querían abandonar su casa".

La manifestación, que puso fin a tres días de actos en recuerdo de la revuelta del Maidán, en la que murieron un centenar de personas, se vio ensombrecida por un atentado registrado en Járkov, que se saldó con al menos dos víctimas mortales y una quincena de heridos.

Un artefacto explosivo estalló en medio de la multitud durante una marcha en esa ciudad en conmemoración del aniversario, según fuentes de seguridad ucranianas.

Kiev anunció el inicio de una operación antiterrorista en la ciudad, mientras que el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) informó de la detención de cuatro individuos.

Las autoridades aseguraron que los detenidos pretendían atentar asimismo en un centro comercial y en un club de voluntarios en Járkov, y el presidente Poroshenko anunció también que se había evitado un atentado similar en Odessa.

Además, aunque el conflicto en las regiones de Donetsk y Lugansk se había estabilizado algo ayer y el alto el fuego en vigor con los separatistas se cumplía después de la cruenta batalla de Debáltsevo, que fue la peor derrota militar de Kiev en diez meses de guerra, la situación pareció agravarse de nuevo hoy.

Un mando militar ucraniano denunció que las milicias rebeldes prorrusas lanzaron un ataque con tanques, artillería y morteros contra las posiciones gubernamentales en la localidad de Shirókino, a 23 kilómetros del estratégico puerto de Mariúpol.

El comandante adjunto de las fuerzas de Ucrania en la zona, Víktor Shidliuj, informó de combates entre las fuerzas gubernamentales y los separatistas, que intentarían hacerse con el control de la localidad, de unos 1.400 habitantes.

Aunque aseguró que la dimensión del ataque no indica que los separatistas estén preparando el asalto a Mariúpol, medios ucranianos apuntan a esa posibilidad, a pesar de que los líderes rebeldes han anunciado el fin de su ofensiva tras la toma de Debáltsevo.

Hoy debía comenzar la retirada del armamento pesado de la línea que separa las posiciones de ambos bandos, según un acuerdo alcanzado anoche en cumplimiento del plan de paz consensuado en Minsk el 12 de febrero por los presidentes de Ucrania y Rusia con la mediación de Alemania y Francia.