Merkel defiende larga vida centrales atómicas como puente para las renovables

La canciller alemana, Angela Merkel, aseguró este lunes que la decisión tomada la pasada noche por la coalición que preside de alargar la vida de las centrales nucleares tiene como fin garantizar el suministro eléctrico, reducir las emisiones de CO2 y facilitar el desarrollo de las energías renovables.

Alemania contará en las próximas décadas "con el suministro eléctrico más eficiente y ecológico del mundo", dijo Merkel en una breve intervención ante los medios en la Cancillería Federal, en la que subrayó que el fin último "es alcanzar lo antes posible la era de las energías alternativas".

14 AÑOS MÁS

El compromiso de los partidos de la Unión (cristianodemócratas y socialcristianos bávaros CDU/CSU) y los liberales (FDP) contempla que las plantas atómicas construidas a partir de 1980 puedan prolongar su vida hasta 14 años, mientras las más antiguas tendrán una actividad suplementaria de 8 años.

Esto significa que las últimas centrales nucleares alemanas, de las 17 que se encuentran actualmente en funcionamiento, serán desconectadas en 2040, mientras el acuerdo anterior, suscrito por la coalición socialdemócrata-verde de hace dos legislaturas, estableció que la energía atómica desaparecería en 2022.

Asimismo contempla el pago por parte de los grandes consorcios energéticos alemanes de tasas suplementarias para el desarrollo de las energías alternativas que alcanzarían hasta 15.000 millones de euros, según explicó el ministro de Economía, Rainer Brüderle.

Merkel insistió en que las plantas nucleares y las centrales térmicas de carbón son "fuentes de energía puente", que no estarán en funcionamiento "más tiempo del necesario", hasta que la mayor parte del suministro energético tenga un origen renovable.

Ante las críticas de la oposición y las organizaciones ecologistas a la prolongación de la vida de las centrales nucleares, la canciller subrayó que la decisión de la coalición conlleva para los consorcios energéticos grandes inversiones para mejorar la seguridad de sus plantas atómicas.

Angela Merkel reconoció ser consciente del "eco negativo" entre la población de esta medida, pero la calificó de "correcta e indispensable" para alcanzar "una revolución" en el suministro energético vital para el futuro de Alemania