Merkel acuerda con Putin intentar evitar una escalada violenta en Ucrania

  • Obama pide al Gobierno de Ucrania no reprimir con violencia las protestas
  • Yanukóvich destituye al jefe del Estado Mayor del Ejército tras ordenar la movilización del Ejército

La canciller alemana, Angela Merkel, telefoneó desde París al presidente ruso, Vladimir Putin, con quien acordó "hacer todo lo posible para evitar una escalada de violencia" en Ucrania.

Por su parte, el presidente de EE.UU., Barack Obama, pidió al Gobierno de Ucrania que no recurra a la violencia ante las manifestaciones en ese país y lo consideró el "primer responsable" de garantizar que se actúe "de una forma apropiada".

Obama dijo que Estados Unidos está siguiendo "muy de cerca" la situación en Ucrania y coincide con sus socios europeos y la comunidad internacional en que "habrá consecuencias si la gente sobrepasa la línea".

"Queremos hacer todo lo posible en favor del proceso político y hemos decidido mantener un contacto estrecho con Rusia", dijo la jefa del Gobierno germano tras reunirse en la capital francesa con el presidente François Hollande, y con el de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.

Previamente, Merkel presidió junto a Hollande un consejo de ministros franco-alemán en el que la situación de Ucrania ocupó una parte importante.

Ambos mandatarios amenazaron a Kiev con imponer sanciones, que podrían ser decididas en la reunión extraordinaria que celebrarán los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea en Bruselas.

A la misma acudirán los responsables de la diplomacia francesa, Laurent Fabius, y alemana, Frank-Walter Steinmeier, que previamente viajarán a la capital ucraniana, al igual que su homólogo polaco, Radoslaw Sikorski.

Tras el encuentro con Merkel y Barroso, Hollande reiteró su deseo de "sancionar a los que han provocado la violencia imperdonable con numerosas víctimas" en Ucrania.

Por su parte el presidente el Ejecutivo de la Unión Europea aseguro que los acontecimientos de Ucrania "tendrán consecuencias".

"Condenamos la violencia, no es la solución al problema. La violencia tendrá consecuencias sobre quienes la han practicado, quienes han utilizado de forma excesiva la fuerza", afirmó Barroso, que se mostró esperanzado en que el presidente Viktor Yanukóvich "responda a este llamamiento".

EL PRESIDENTE DE UCRANIA DESTITUYE AL JEFE DEL ESTADO MAYOR

El presidente de Ucrania, Víktor Yanukóvich, destituyó hoy al jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Vladímir Zaman, tras los violentos disturbios que estallaron el martes en Kiev y que han causado 26 muertos y cerca de un millar de heridos.

Zaman será sustituido por Yuri Ilín, hasta ahora jefe de la Armada ucraniana, informó la Presidencia en un comunicado.

La destitución fue hecha pública después de que Zaman negara la movilización de las tropas para poner fin a los desórdenes que desde la capital se han propagado a la zona Oeste del país

El anuncio de esta operación se produce horas antes de la visita a Kiev de los ministros de Exteriores de Polonia, Francia y Alemania, quienes posteriormente informarán de sus gestiones a sus colegas de la Unión Europea (UE), que celebrarán este jueves una reunión extraordinaria sobre Ucrania en la que estudiarán la posible imposición de sanciones.

Los manifestantes, que cumplen esta semana tres meses de protestas antigubernamentales, están cercados desde anoche por los efectivos antidisturbios, lo que hace temer a la oposición la inmediata dispersión del baluarte opositor.

A esto contribuye el hecho de que el metro kievita está cerrado a cal y canto, al igual que muchos de los locales y negocios del centro de la capital, que está en virtual estado de sitio.

La euforia de los opositores ha decaído después de que la policía retirara varias líneas de barricadas, pero los más estoicos continuaron esta jornada reforzando las unidades de autodefensa con trozos de adoquines que desmenuzaban pacientemente con picos y martillos.

Este miércoles, en un mensaje a la nación, el presidente Yanukóvich afirmó que los dirigentes opositores "se pasaron de la raya cuando llamaron a la gente a las armas. Y eso es una clamorosa violación de la ley. Y los criminales deben comparecer ante la Justicia, que determinará su castigo".

"Ya no podemos devolver a los muertos. Ya hemos pagado un precio muy alto por las ambiciones de aquellos que aspiran al poder. Pero para que ese precio no sea aún más alto, hago un llamamiento a la cordura.

Hay que sentarse a la mesa de negociaciones para salvar Ucrania", dijo Yanukóvich, que de madrugada se reunió con los dos principales líderes opositores, Vitali Klitschkó y Arseni Yatseniuk, quienes se niegan a llamar a sus partidarios a dejar las calles.

EMPLEO MASIVO DE ARMAS DE FUEGO

Mientras el presidente llamaba al diálogo, Alexandr Yakimenko, jefe del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU, en sus siglas en ucraniano), anunciaba la decisión de lanzar en breve una operación antiterrorista en todo el país en la que podría participar el Ejército, según el Ministerio de Defensa.

Yakimenko justificó este paso en "la escalada de la confrontación violenta y el empleo masivo de armas de fuego por parte de grupos extremistas".

"En muchas regiones del país (los extremistas) toman sedes de los edificios gubernamentales, comisarias de policía, oficinas de los servicios de seguridad, fiscalías, unidades militares y arsenales", recalcó.

Además, añadió, "arden los tribunales de Justicia y los vándalos destruyen propiedades privadas y matan a ciudadanos pacíficos".

Según sus cifras, en las últimas 24 horas más de 1.500 armas de fuego y unas 100.000 balas han caído en manos de delincuentes.

Por otra parte, las imágenes de la violencia armada de ayer en Kiev y en otras partes del país han atraído la atención todo el mundo, al dejar 26 muertos, 16 manifestantes y 10 policías, aseguró Raísa Bogatiriova, titular ucraniana de Sanidad.

Según el Ministerio del Interior, los diez efectivos del orden murieron por heridas de bala, lo que ha dado pie a las autoridades a tachar a los manifestantes más radicales de delincuentes y terroristas.

En total, de acuerdo con el Comité de Instrucción del Ministerio del Interior, más de 800 personas resultaron heridas en los disturbios, la mitad policías, de los que 83 están hospitalizados con lesiones por arma de fuego.

A los que parece faltarles capacidad de reacción por vez primera desde el inicio de las protestas hace tres meses es a los líderes opositores, que, según muchos analistas, se han convertido en rehenes de la calle.

"Los trágicos sucesos del 18 de febrero no son un guión escrito por la oposición política ucraniana, que ha sido, es y será partidaria exclusivamente de formas de protesta pacífica", señala un comunicado emitido esta tarde por los tres partidos opositores con representación parlamentaria.

Los opositores niegan que llamaran a la gente a alzarse en armas, como denunció Yanukóvich, ya que "la muerte de cada persona es una tragedia".

"Antes que nada, Yanukóvich debe declarar una tregua total (...) y retirar los efectivos del Interior y las fuerzas especiales de las inmediaciones del Maidán", proclaman.

Las protestas antigubernamentales se han propagado al oeste de Ucrania, tradicional granero electoral opositor, donde grupos de manifestantes asaltaron y prendieron fuego a edificios oficiales, cuarteles y sedes del partido gobernante en las regiones de Lvov, Ivano-Frankovsk, Volinia, Rovno y Ternópol.