May y Corbyn contraponen su visión del "brexit" y sus programas sociales

Theresa May
Theresa May |Telemadrid

A estas horas, Theresa May y su equipo se tienen que estar preguntando como han llegado a esto. Y esto es que a cuatro días de las elecciones, las encuestas anuncian que el Partido Conservador va a perder la mayoría absoluta en el Parlamento. Los laboristas pueden pasar de 228 a 257 escaños. Ahora mismo, May saca tres puntos a Jeremy Corbyn, 42 % frente al 39. Cuando se convocaron las elecciones, la diferencia era de 19 puntos.

Por tanto, si May gana, será una victoria amarga y dejará a Gran Bretaña dificilmente gobernable con las negociaciones del brexit encima. "Cuando May, dice Corbyn, decidió adelantar las elecciones tres años, lo que buscaba era reforzar su situación para poder tener carta blanca". Un análisis exacto.

Si Corbyn gana, o como es más probable, si gana May pero no tiene las manos libres para negociar con Bruselas, habrá brexit, eso parece incuestionable. Pero no será aislacionista, ni amenazante, ni anti-inmigración. En frase que se ha hecho célebre, la premier británica dijo que prefería que no haya acuerdo a firmar un mal acuerdo. Corbyn no ha dejado de corregirla: Una falta de acuerdo es el peor de los acuerdos, porque nos dejaría, dice, a los pies de los caballos de la Organización Mundial del Comercio.

En los días que quedan, May va a intentar ampliar la diferencia atacando a su rival en lo personal. Tocada por su muy criticada ausencia en el debate de la BBC, visto como un signo de debilidad, May arremete contra Corbyn asegurando que Corbyn "no cree en el Reino Unido", "no tiene un plan". "No tiene, dice, lo que hay que tener". Un ataque es una buena defensa, sobre todo después del comentario de Corbyn en el debate: "La primera regla del liderazgo es dar la cara". Unas palabras que sin duda han escocido a Theresa May.