Maduro amenaza a España con medidas "ejemplares" por pedir un recuento de votos

  • Margallo no pedirá disculpas a Venezuela porque cree que es un "malentendido"
  • 7 muertos, 61 leionados y 135 heridos en Venezuela por los incidentes postelectorales

El presidente electo de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó que espera que el Gobierno español rectifique a tiempo porque si no tomará medidas "ejemplares" en todos los órdenes, incluido, el económico. "Esperamos que rectifiquen a tiempo, si no tomaremos medidas ejemplares en todos los órdenes: diplomáticas, económicas y políticas para quien se mete contra Venezuela", indicó Maduro tras ser proclamado ganador de las elecciones del domingo en Venezuela.

"No yo voy a aceptar que se mancille la dignidad y la soberanía de Venezuela", agregó Maduro, proclamado ganador de las elecciones con 7.563.747 votos (el 50,75 % de los sufragios) por delante del líder opositor, Henrique Capriles, quien obtuvo 7.298.491 (el 48,97 %), según el Consejo Nacional Electoral (CNE).

Maduro recordó que España tiene importantes intereses económicos en Venezuela y mencionó los intereses de Repsol en la Faja Petrolífera del Orinoco -la mayor reserva de petróleo del mundo- y en el gas del país sudamericano. "España está en la Faja, Repsol está en el gas ¿y cómo le va a Repsol?, que se pregunten en España; ¿cómo le va a las empresas españolas aquí?", indicó, exclamando: "hay que cuidar las relaciones".

"¡Cuidado España!, que Venezuela fue libre porque conquistamos nuestra independencia con la espada del libertador Simón Bolívar", gritó y agregó: "¡cuidado! ¡respeten para que los respeten!". Luego se preguntó "qué es eso de que se van a meter y que va a salir un funcionario a declarar qué; por favor ocúpense, que tienen el 25% de desempleo, que le están quitando la vivienda a los trabajadores (...) preocúpense de eso, no de Venezuela, que es un país libre y tiene una democracia", agregó.

GARCÍA MARGALLO: SE TRATA DE UN MALENTENDIDO, MIS PALABRAS FUERON MUY MEDIDAS

El ministro español de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha respondido que no pedirá disculpas por sus declaraciones sobre las elecciones presidenciales venezolanas ya que cree que sus palabras fueron "medidas" y que se trata de un "malentendido" que será aclarado.

El ministro se ha mostrado "sorprendido" por la reacción de Venezuela ya que, ha recordado, lo primero que dijo es que "tomaba nota" de que el Consejo Nacional Electoral había declarado vencedor de las elecciones a Nicolás Maduro y también que Henrique Capriles había pedido el recuento de votos.

También señaló, ha explicado hoy, que la solicitud debía tramitarse y resolverse de acuerdo a la legislación venezolana y que en el supuesto de que hubiese un recuento de votos -al igual que dijo la UE- "debía resolverse con rapidez". Ha señalado que hoy ese Consejo ha dictaminado que no habrá recuento de votos y que por tanto Maduro es presidente de acuerdo al ordenamiento constitucional y ha reiterado su llamamiento al "diálogo, al consenso y al acuerdo para que el pueblo venezolano pueda afrontar los desafíos de una etapa que es distinta a la anterior".

"Mis palabras son muy medidas y coinciden con lo dicho por la Unión Europea, la OEA, Estados Unidos", ha manifestado, antes de asegurar que "no hay nada que rectificar".

Por ello ha considerado que la reacción se debe a una "mala interpretación" de sus palabras.

La decisión de Venezuela de llamar a consultas a su embajador en Madrid para analizar las declaraciones de Margallo sobre las elecciones fue recibida anoche con sorpresa en medios diplomáticos, que creen que deben ser las autoridades de Caracas quienes expliquen el paso que han dado.

Preguntado si España enviará a alguien a la toma de posesión de Maduro, Margallo ha dicho que se celebrará el viernes y que hasta el momento no se ha recibido ninguna invitación. "Pero España estará presente, lo que no sé es a qué nivel", ha añadido.

SIETE MUERTOS Y 135 DETENIDOS EN LOS INCIDENTES Y PROTESTAS TRAS LA PROCLAMACIÓN DE MADURO

Mientras, la oposición venezolana respondió al llamado de su líder, Henrique Capriles, con un ruidoso cacerolazo en todo el país en rechazo a la proclamación del candidato chavista, Nicolás Maduro, como ganador de las elecciones y que derivó posteriormente en incidentes y protestas.

La fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega, informó de que se han producido siete muertos en los incidentes derivados de las protestas convocadas por la oposición. Además hay 135 detenidos en todo el país por esa causa.

El ministro venezolano de Exteriores, Elías Jaua, afirmó que una persona murió y otra fue herida por disparos desde un automóvil, supuestamente de opositores contra un grupo de ciudadanos que festejaba anoche en Caracas la victoria del presidente electo, Nicolás Maduro.

El hecho sucedió en la urbanización La Limonera, en el municipio caraqueño de Baruta.

El jefe de la diplomacia venezolana informó del hecho tras mostrar a los embajadores y representantes de organismos internacionales vídeos de los "centenares de hechos de violencia" que se registraron el lunes por la noche en contra del Gobierno y del Consejo Nacional Electoral (CNE).

El ministro tildó repetidamente a Capriles de "fascista", y dijo que, además, también fueron atacadas sedes del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y centros médicos.

También fueron "asediadas", añadió, las viviendas de varios funcionarios, entre ellas la residencia de Tibisay Lucena, presidenta del CNE, "todo ello convocado por el fascista Capriles", insistió.

El líder opositor venezolano Henrique Capriles denunció, por su parte, que el Gobierno del recién elegido presidente, Nicolás Maduro, ordenó los hechos de violencia ocurridos el lunes en el país para evitar un recuento de votos. "¡El ilegítimo y su Gobierno ordenó que exista violencia para evitar el conteo de los votos! ¡Ellos son los responsables!", escribió Capriles en su cuenta en la red social Twitter.

El Gobierno venezolano responsabilizó hoy a Capriles de los incidentes registrados el lunes tras la proclamación de Maduro como presidente electo, en medio de las protestas para reclamar el recuento total de los votos del domingo, cuyos resultados no son aceptados por la oposición.