Rebeldes piden ataques aéreos selectivos contra Gadafi, que amenaza con miles de muertos

  • Gadafi insiste en que no es presidente y que, por tanto, no puede dimitir
  • El Consejo Nacional rebelde pide a la ONU una intervención aérea selectiva

Libia continua sumida en una guerra civil entre Gadafi y la oposición. El Consejo Nacional rebelde pide a la ONU una intervención aerea selectiva. La OTAN no lo hara, de momento, y Estados Unidos envia a la zona dos portaaviones. Y el dictador libio afirma en una aparición pública que si intervienen habrá miles de muertos.

La dirección rebelde libia pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que lance un ataque aéreo "contra los mercenarios" del régimen de Muamar el Gadafi. "Nuestro Ejército no puede lanzar ataques contra los mercenarios, por su papel defensivo", afirmó el portavoz el portavoz rebelde Abdelhafiz Hoga en una conferencia de prensa en Bengasi.

"Es diferente un ataque aéreo estratégico que una intervención extranjera, que rechazamos", recalcó el portavoz de las fuerzas de oposición, que en todo momento se han mostrado en contra de una intervención militar extranjera en el conflicto libio.

El portavoz también pidió que el Consejo Nacional creado por las fuerzas de la oposición sea reconocido como el único representante legítimo de Libia e hizo un llamamiento para que todos los países dejen de reconocer a las embajadas fieles a Gadafi.

Hoga también dijo que el Consejo Nacional ha quedado conformado finalmente ya con 30 representantes de todo el país.

Este órgano estará dirigido por el ex ministro de Justicia libio Mustafa Abdelyalil, como presidente, y Hoga como vicepresidente y portavoz.

AMENAZAS DE GADAFI

Mientras tanto, el líder libio, Muamar al Gadafi, advirtió este miércoles, en un discurso en directo retransmitido por la televisión estatal, que si los Estados Unidos o los países de la OTAN entran en Libia "habrá miles de muertos". Muamar al Gadafi, insistió en que él no puede dimitir porque no es presidente y tampoco puede disolver el Parlamento ni abolir la Constitución.

En un largo discurso, que aún continúa, en una sala repleta de decenas de sus seguidores, Gadafi aseguró que "no hay manifestaciones ni en Al Baida, ni en Bengasi" y volvió a su tesis de echar la culpa de las revueltas a Al Qaeda. "Hemos ordenado bombardear almacenes de armas para que no caigan en manos de Al Qaeda", dijo y aseguró que "todo comenzó con la entrada en el país de varias células" de la organización terrorista dirigida por Bin Laden.

Gadafi arremetió también de nuevo contra las informaciones de los medios internacionales y contra "las noticias que llegan al mundo a través de radios y canales que no tienen enviados en Libia". "En Libia no hay enviados de prensa", afirmó, lo que contradice la invitación que las propias autoridades libias cursaron a algunos medios internacionales para informar sobre el terreno.

Estos medios fueron llevados hace dos días a la ciudad de Zauiya, cerca de Trípoli, y se vieron confrontados con miles de manifestantes que exigían la caída del régimen y la salida de Gadafi del poder. El líder libio negó también que existan "las manifestaciones pacíficas" en algún lugar del país e insistió en que "Al Baida, Derna y Bengasi (ciudades orientales bajo control rebelde) han sido tomadas por terroristas".

Sin embargo, aseveró que "no se ha disparado ni una sola bala contra ninguna manifestación pacífica" y que "no hay ni un sólo preso político en el país". "El pueblo es quien ejerce el poder a través de los consejos populares, es el que gobierna el país, el que toma las decisiones. Quiero que todo el mundo sepa esto", afirmó.

LOS REBELDES RECHAZAN EL CONTRAATAQUE DE GADAFI

Mientras pronunciaba su cuarto discurso ante las cámaras desde que comenzó el conflicto, sus fuerzas leales a Muamar al Gadafi han contraatacado en varias ciudades en el este libio, la zona controlada por los rebeldes desde casi el inicio de las protestas y convertida hoy en escenario de cruentos combates.

El enclave petrolero de Briqa, a unos 200 kilómetros al oeste de Bengasi y en poder de los revolucionarios, fue objeto de un feroz ataque militar repelido por los rebeldes, en tanto que aviones militares bombardearon la cercana Ajdabiya, donde fue derribado uno de los aparatos de los leales a Gadafi, según las cadenas árabes.

Residentes consultados por Al Arabiya y Al Yazira dijeron que el ataque del Ejército, con apoyo aéreo, comenzó esta madrugada y en él participaron dos batallones de las tropas leales a Gadafi, ayudadas por mercenarios. Un testigo dijo que unos 200 vehículos militares llegaron a la ciudad, apoyados por tres aviones militares, mientras que, según otro, la resistencia de los grupos rebeldes obligó a las fuerzas de Gadafi a "escapar" de la ciudad y concentrarse en el aeródromo.

Fuentes militares de Bengasi, la ciudad más importante en poder de los rebeldes, también dijeron a Efe que sus tropas habían logrado rechazar el ataque y expulsar a las fuerzas del régimen de Briqa. Al menos cuatro personas murieron hoy y otras diez resultaron heridas en el bombardeo del enclave petrolero. Los rebeldes libios, que tratan de contener el avance de las fuerzas de Gadafi sobre el enclave petrolero de Briqa, movilizaron refuerzos al tiempo que evacuaban a los heridos, según pudo comprobar en el camino a la ciudad atacada el fotógrafo independiente estadounidense Trevor Snapp.

En conversación telefónica con EFE en Bengasi, Trevor Snapp explicó que había presenciado la evacuación de los heridos hacia Ajdabiya al tiempo que vehículos todoterreno cargados con milicianos armados con lanzagranadas y fusiles Ak-47 acudían a la ciudad en disputa.

Por el momento no está claro quien tiene el control del aeropuerto de la ciudad, donde de madrugada se registraron los primeros combates con la ofensiva de dos batallones fieles a Gadafi reforzados con mercenarios y apoyo de la Fuerza Aérea.

Versiones contradictorias difundidas por Al Yazira explicaron que los leales a Gadafi fueron arrinconados en el aeropuerto de la ciudad donde se habrían hecho fuertes, sin que por el momento haya sido confirmado el relato del dimitido ministro libio del Interior, el general Abdel Fatah Yunis, quien afirmó que el control de la ciudad había sido recuperado por los rebeldes.

El ataque inicial para retomar el control de Briqa no parece que culminase en éxito y aparentemente, la ofensiva inicial fracasó.

Las tropas de Gadafi no han limitado, sin embargo, ahí su ofensiva y Al Yazira da cuenta de enfrentamientos también en Gharyan, a 40 kilómetros al sur de Trípoli, y en Sabratha, a unos 40 kilómetros al este de la capital.

Residentes en Briqa consultados por las cadenas árabes Al Arabiya y Al Yazira confirmaron a primeras horas del día el ataque sobre este vital enclave petrolero, situado al oeste de Bengasi, la segunda ciudad mayor de Libia y la más importante en poder de las fuerzas de la oposición al régimen de Gadafi.

Se trata del primer golpe de mano importante del Ejército libio en dos semanas para tratar de reconquistar una población situada al este de Trípoli, donde diversas ciudades han venido cayendo en poder de los rebeldes en los últimos días.

Un habitante de la localidad de Briqa, identificado sólo como Mahmud, aseguró a Al Arabiya que unos 200 vehículos militares llegaron a la ciudad, apoyados por tres aviones militares.

Otro residente en Briqa, identificado sólo como Jaled, señaló a la cadena Al Yazira que, a partir de la resistencia montada por los grupos rebeldes, las fuerzas de Gadafi "escaparon" de la ciudad y buscaron cobijo en el aeródromo de la localidad.

Un periodista de Al Yazira dijo que para recuperar el control de Briqa fueron desplazadas fuerzas desde la localidad de Ajdabiya, situada a unos 70 kilómetros de Briqa.

Fuentes militares de Bengasi aseguraron por su parte a EFE que sus tropas habían logrado rechazar el ataque de las fuerzas de Gadafi a Briqa y consiguieron expulsarlas de la ciudad.

Esta ofensiva de las fuerzas leales a Gadafi se produce apenas 24 horas después de que el hijo del mandatario libio Seif El Islam negara en declaraciones al canal británico Sky News que el régimen tuviera intenciones de montar una contraofensiva hacia el oeste del país.

En Bengasi, considerada la capital provisional de los rebeldes, las labores de reclutamiento y adiestramiento continuaban hoy tal como pudo comprobar EFE en el lugar, donde se agolpaban centenares de jóvenes con la intención de empuñar las armas.

BUQUES DE GUERRA DE EEUU

Por su parte, el Gobierno de EEUU ha enviado hacia Libia dos buques de guerra con unos 2.000 soldados, y hoy entraron en el Mediterráneo con la misión de ayudar en las operaciones humanitarias y de evacuación, según informó el Pentágono. He enviado dos barcos de la Marina hacia el mar Mediterráneo, a donde llegarán en las próximas horas para reforzar la capacidad de evacuación y respuesta humanitaria", anunció el secretario de Defensa, Robert Gates, en una conferencia de prensa en la que subrayó que el Gobierno estudia posibles acciones militares.

Uno de los barcos, el buque de asalto anfibio "Kearsarge", acogerá a 400 soldados más para compensar la reciente marcha de parte de su tripulación a Afganistán, añadió el secretario de Defensa. El "Kearsarge", un buque que Estados Unidos ha enviado a crisis como la provocada por varios huracanes en Haití en 2008, cuenta con una tripulación de 77 oficiales, 1.100 marineros y 2.000 marines.

El segundo buque es el "Ponce", una nave de desembarco que sólo mantiene a 3 marines de forma regular, aunque puede acoger a unos 800 en caso de maniobras militares.

El anuncio se suma al que hizo el primer ministro canadiense, Stephen Harper, de que enviará este miércoles al Mediterráneo la fragata HMCS Charlottetown, con 240 marineros y un helicóptero, tras mantener con el presidente de EEUU, Barack Obama, una conversación telefónica para coordinar su respuesta a la crisis en Libia.

El Pentágono estudia "con extrema cautela" la posibilidad de emprender acciones militares contra el régimen de Muamar el Gadafi, ya que cualquier decisión puede tener "importantes consecuencias" en la región y en las operaciones de combate en Afganistán.

Gates subrayó además que la resolución aprobada el sábado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no da autorización para el uso de la fuerza en Libia, y tampoco existe unanimidad sobre ello dentro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). "Todas las acciones más allá de la ayuda humanitaria y las evacuaciones son muy complejas. Pero estamos estudiando todas las opciones con cuidado y se las presentaremos al presidente Obama", aseguró.