La jura de Letta como jefe de Gobierno italiano, empañada por un tiroteo

  • Dispara a dos 'carabinieri' durante el juramento del Gobierno italiano
  • El responsable de los disparos en Roma confiesa que "quería matar a los políticos"

El nuevo primer ministro italiano, Enrico Letta, de 46 años y procedente del Partido Demócrata (PD), tomó este domingo posesión de su cargo al frente de un Gobierno de coalición, en una ceremonia empañada por un tiroteo ante la sede del Ejecutivo, en el que resultaron heridas tres personas.

A las 09.30 GMT comenzó en el palacio del Quirinal, sede de la jefatura del Estado, la ceremonia de juramento de Letta y de su equipo de Gobierno, formado tanto hombres y mujeres de perfil técnico así como políticos tanto del PD como del conservador Pueblo de la Libertad (PDL) de Silvio Berlusconi y de Elección Cívica, de Mario Monti.

Un Gobierno de coalición con el que se espera que Italia pueda poner fin a dos meses incertidumbre y bloqueo político, producto de los complicados resultados que emanaron de las elecciones del pasado febrero.

TIROTEO EN LA SEDE DEL GOBIERNO

Sin embargo, durante la misma se vivieron momentos de gran tensión a causa de la acción de un hombre que disparó ante la sede del Gobierno -situada a poco más de medio kilómetro del Quirinal-, hiriendo a dos carabineros (policía militarizada) y a un mujer embarazada que pasaba en ese momento por el lugar.

El hombre que perpetró hoy el tiroteo ante la sede del Gobierno en Roma, en el que resultaron heridas tres personas, "tenía como objetivo a los políticos, no era un loco", dijo el fiscal de Roma, Pierfilippo Laviani.

"Era un hombre lleno de problemas que ha perdido el trabajo, había perdido todo, tuvo que regresar con su familia. Estaba desesperado", agregó.

"En general quería disparar contra los políticos, pero visto que no podía alcanzarlos ha disparado contra los carabineros", aseguró el fiscal tras escuchar a Luigi Prieti, de 49 años, originario de la región sureña de Reggio Calabria, y autor de los disparos.

Laviani explicó que el arma que usó era de procedencia ilícita y aseguró que el hombre "ha confesado todo. No parece una persona desequilibrada", insistió.

El fiscal visitó el hospital de San Giovanni, donde se encuentra ingresado Prieti, quien resultó herido en la cabeza al ser reducido por los carabineros.

El tiroteo, ocurrido ante la sede del Gobierno italiano, tuvo lugar al tiempo que Enrico Letta juraba su cargo como nuevo primer ministro en un edificio cercano y en el mismo resultaron heridos dos carabineros y una mejer que pasaba por la zona.

La ceremonia se celebraba en la sede de la jefatura del Estado, conocida como palacio del Quirinal, y que se encuentra a cerca de medio kilómetro del lugar del incidente armado.

Uno de los carabineros resultó herido en el cuello y otro en la pierna, aunque no se teme por sus vidas, mientras que la mujer, que está embarazada, fue rozada por uno de los proyectiles.

Según la primera reconstrucción de los hechos, Prieti se situó delante de la sede del Gobierno, que está en una zona céntrica de Roma muy concurrida, y sin mediar palabra disparó cinco veces contra los militares, tras lo que intentó huir, aunque fue detenido por las fuerzas del orden.

Según el ministro de Interior, Angelino Alfano, el autor de los disparos intentó suicidarse después de los hechos, pero no lo consiguió al quedarse sin balas.

El director de Cuidados Intensivos del hospital Umberto I de Roma, Claudio Modini explicó que uno de los carabineros, Giuseppe Giangrande, sufre una lesión importante en el cuello y es objeto de pruebas para saber si la ha afectado la columna vertebral.

El militar ha sido sometido a una pequeña cirugía para la remoción y extracción de la bala, refirió Modini.

Las autoridades italianas han decidido que este lunes la sede de la Cámara de los Diputados y su plaza, la llamada Piazza Montecitorio, y zonas limítrofes estén blindadas porque el primer ministro Enrico Letta y su Gobierno, compuesto por 21 ministros se presentan mañana en la Cámara de los Diputados para someterse al voto de investidura.

DEBE PEDIR LA CONFIANZA DEL PARLAMENTO

Tras casi dos meses de infructuosas negociaciones, Letta anunció el sábado que había logrado cumplir el encargo del presidente de la República y formar del nuevo Gobierno, salvando así el primer escollo en el camino para sacar al país del estado de parálisis política que atraviesa.

Ahora falta que acuda al Parlamento para pedir la confianza de ambas cámaras a su Ejecutivo, paso que se prevé que tenga lugar a partir de mañana.

Un trámite del que se espera que salga airoso, sobre todo cuando parece que el equipo de Gobierno propuesto ha logrado relajar un poco las divisiones en el seno del PD -evidenciadas en la elección del jefe del Estado- y que hacen temer votos en contra o abstenciones en el Parlamento.

Los diputados del PD tienen previsto reunirse antes de la votación en un ambiente en el que aumentan las llamadas a la unidad dentro de la formación y en el que incluso algunos de los denominados "rebeldes" dan señales de apoyo al Ejecutivo.

El Gobierno recién formado cuenta, igualmente, con el compromiso favorable de la formación del ex primer ministro Monti y aparentemente también con el del conservador PDL, aunque no pueden descartarse sorpresas de última hora.

En su discurso ante el Parlamento, Letta deberá intentar convencer, además, a formaciones que ya le han negado su apoyo como el M5S de Grillo, el partido Izquierda Ecología Libertad (quien acudió a las elecciones en coalición con el PD) y Hermanos de Italia, grupo escindido del PDL, algo que no parece tarea fácil.

"PERPLEJIDAD"

La federalista Liga Norte ha expresado, por su parte, su "perplejidad" por algunos de los nombres del gabinete y ha advertido de que decidirá en función del discurso de Letta en el Parlamento.

Este partido espera que el nuevo primer ministro incluya algunos de los puntos que considera primordiales, como la creación de una macroregión con las zonas más ricas del norte del país.

A la espera de lo que suceda en el Parlamento, analistas, políticos y medios de comunicación expresaban hoy sus impresiones sobre el nuevo Ejecutivo, que no ha estado exento de críticas.

La mayoría coinciden en destacar, no obstante, la renovación generacional que supone, con una media de edad de 53 años, y con una presencia récord de mujeres: siete ministras.

Entre las críticas recibidas, destacan las expresadas por algunos de los militantes de la base del PD, que consideran que se ha liquidado la tradición post-comunista de la formación, con la exclusión de nombres como el de Massimo D'Alema, y que se trata de un Ejecutivo con una amplia mayoría de componentes de tendencia democristiana.

El líder de SEL, Nichi Vendola, por su parte, rechazó que el equipo de Gobierno represente una renovación, mientras la portavoz del M5S, Roberta Lombardi, se declaró "muy escéptica".