La churrería San Ginés llega a China con la ambición de ser una cadena

Comer churros de San Gines en Shangai ya es posible. La churrería más emblemática de la capìtal ha abierto su primer establecimiento en China, tras inaugurar recientemente otras tres en Japón. Ofrecerá sus famosos churros, que no se conocen en aquel país, pero adaptados a los gustos locales: servidos con complementos salados como helado de queso o mole picante.

La Chocolatería San Ginés, probablemente la churrería más emblemática de la capital española, inauguró en Shanghái su primer establecimiento en China, donde espera crecer en los próximos años hasta convertirse en una cadena, explicó hoy su propietario, Pedro Trapote.

Tras la reciente apertura de tres churrerías en Japón (dos en Tokio y una en Osaka) y poco antes de inaugurar otra en Bogotá (Colombia), Trapote ha decidido introducir la marca de San Ginés en el gigante asiático en alianza con el grupo cafetero mexicano San Roque, del empresario Domingo Muguira.

Así, la tradición churrera de San Ginés, cuyo establecimiento fue fundado en el Madrid de 1894 y aparece incluso en la obra maestra de Valle-Inclán 'Luces de Bohemia' (1920), bajo el nombre ficticio de 'Buñolería Modernista', se alía ahora para su entrada en la China del siglo XXI con el café mexicano Los Portales, creado en 1921.

Para ello, ambas firmas han creado la compañía San Ginés Asia, en asociación con la fotógrafa, escritora y presentadora de televisión mexicana Laura Tirado y con el director ejecutivo de la compañía para China, el también mexicano Guillermo García, que espera abrir un segundo establecimiento en Shanghái a finales de 2012.

El primer local de San Ginés en China se encuentra en un centro comercial del histórico distrito shanghainés de Hongkou, al lado del estadio de fútbol del Shanghai Shenhua de la Superliga china, donde juega el actual equipo de Drogba y Anelka bajo las órdenes del argentino Sergio Batista.

En principio la idea de los socios es abrir unos cinco primeros locales controlados por San Ginés Asia, para, a partir de ahí, una vez consolidada su fórmula de negocio para el país oriental, empezar a extenderse mediante franquicias por otras grandes ciudades chinas como Pekín, Cantón, Suzhou, Hangzhou, Shenzhen, Wuhan y Chengdu.

A largo plazo el objetivo de la compañía es llegar a contar con una red de unos 50 locales en China, y extenderse a otros mercados como México, Francia, Reino Unido, Canadá y Tailandia.

ADAPTARSE AL GUSTO LOCAL

Para Trapote, cuya empresa Pasadizo controla también varios de locales de referencia de la noche madrileña, como Pachá y Joy Eslava, lo más importante es que sus churros en China mantengan la calidad con los mismos ingredientes y el mismo chocolate que en España.

Para adaptarse al gusto local, sin embargo, San Ginés ha tenido que ofrecer también complementos salados al exótico churro español, aún desconocido en China, que también se podrá consumir en Shanghái acompañado de queso Cheddar o incluso de mole picante mexicano.

Lo que no ofrecerá en China son porras, ya que su forma se parece mucho -aunque no su sabor ni su textura- a los 'youtiao' chinos (literalmente 'palos aceitosos'), por lo que García ha creado un nombre chino nuevo para traducir la palabra 'churro' al mandarín: 'xuanlezi' (algo así como "que crece alegremente dando vueltas"). La palabra describe las famosas ruedas de churro españolas, que también en China se elaborarán a la vista de los clientes con ingredientes naturales. "En China hay ya como 20 marcas de 'donuts', panadería, helados... pero la nuestra va a ser la primera que llegue con churros, y el que pega primero pega más fuerte", aseguró García.

El joven directivo, que ya ha preparado churros con forma de corazones y de los caracteres 'wo ai ni' ('te quiero') para darlos a conocer mejor aprovechando el día chino de los enamorados, promociona ya los churros también en la red social Weibo y en el portal Dianping.com, donde han sido muy valorados por los usuarios.

El local de San Ginés de Madrid, de atractivo incluso turístico, que llega a servir hasta 9.000 chocolates diarios y que recibe, según Trapote, unos 800.000 visitantes al año, cuenta así desde ahora con una primera representación en Shanghái, donde durante las pruebas previas a su apertura recibió unas 1.800 visitas por semana.