La Casa Blanca dice que la revisión de espionaje de NSA estará lista a fin de año

  • La responsable de Inteligencia del Senado pide "revisión total" del espionaje

La revisión de los programas de espionaje de la NSA estará lista a fin de año, según ha anunciado la Casa Blanca, que no confirmó si el presidente Barack Obama desconocía el seguimiento a líderes mundiales como publicó The Wall Street Journal. "La revisión completa (de esos programas) que está siendo liderada por la Casa Blanca estará lista a finales de año", dijo en su rueda de prensa diaria el portavoz de Obama, Jay Carney.

Carney recordó que Obama ordenó revisar esos programas el pasado verano, cuando salieron a la luz mediante los documentos filtrados a la prensa por el exanalista de la NSA Edward Snowden, actualmente asilado en Rusia.

La Casa Blanca ordenó en verano la suspensión de varios programas de espionaje de la NSA al conocer que incluían las comunicaciones de líderes europeos como la canciller alemana, Angela Merkel, según altos cargos del Gobierno estadounidense citados hoy por The Wall Street Journal.

Los funcionarios reconocieron que el presidente estadounidense debe dar su aprobación a una serie de "prioridades" de inteligencia general, pero que las decisiones sobre objetivos específicos las decidían cargos subalternos.

Esto supondría que Obama pudo estar casi cinco años sin conocer los programas de espionaje de la NSA que incluían el pinchazo de teléfonos de numerosos gobernantes. "No voy a entrar en detalles sobre discusiones internas", repitió Carney hoy varias veces al negarse a confirmar la veracidad de la información del Journal.

El portavoz se limitó a reiterar que Obama está tomándose "muy en serio" la revisión de los programas de espionaje de la NSA para asegurar que existe un equilibrio entre la seguridad y el respeto a las "reales preocupaciones" sobre la privacidad compartidas tanto dentro como fuera de Estados Unidos.

Asimismo, Carney negó que EE.UU. use sus operaciones de inteligencia para "promover sus intereses económicos" en el extranjero, y agregó que la única finalidad de esas actividades es velar por la seguridad del país y de sus aliados.

También sostuvo que Obama mantiene su "plena confianza" en el actual director de la NSA, el general Keith Alexander.

En la rueda de prensa de Carney no se aludió a la información publicada por el diario español "El Mundo", que asegura que la NSA espió más de 60 millones de llamadas telefónicas en España entre el 10 de diciembre de 2012 y el 8 de enero de 2013, y cita como fuente documentos filtrados por Snowden.

LA RESPONSABLE DE INTELIGENCIA DEL SENADO PIDE "REVISIÓN TOTAL" DEL ESPIONAJE

La presidenta del Comité de Inteligencia del Senado, la demócrata Dianne Feinstein, pidió una "revisión total" de los programas de espionaje electrónico de Estados Unidos para conocer en profundidad cómo operan los servicios de inteligencia.

Feinstein, que desde que se comenzaron a conocer las filtraciones del exanalista Edward Snowden ha sido una de las defensoras de la labor de la Agencia Nacional de Inteligencia (NSA), reconoció, tras la revelación de que la agencia espía a líderes extranjeros, que hay detalles del ciberespionaje que no conocen.

"Está claro que ciertas actividades de vigilancia se han llevado a cabo durante más de una década y que el Comité de Inteligencia del Senado no ha sido informado satisfactoriamente", indicó Feinstein en un comunicado.

"El Congreso deber saber exactamente qué hace nuestra comunidad de inteligencia. Con este fin, el Comité va a iniciar una gran revisión de nuestros programas para recabar inteligencia", recordó Feinstein, quien ha defendido otros programas de la NSA revelados previamente por Snowden por requerir autorización judicial y tener como objetivo la lucha antiterrorista.

"Con respecto a la recopilación de inteligencia de líderes de países aliados de Estados Unidos como Francia, España, México o Alemania, déjenme ser clara: me opongo totalmente", señaló en el comunicado. "No creo que Estados Unidos debiera recopilar llamadas y correos electrónicos de presidentes y primeros ministros amigos. El presidente debería aprobar este tipo de operaciones", afirmó Feinstein.