Hollande pide que el espionaje de EEUU se aborde en la cumbre europea

  • Estados Unidos espió las embajadas francesas en Washington y Nueva York
  • España investiga si EEUU espió llamadas y correos de ciudadanos españoles

El presidente francés, François Hollande, ha pedido que la cuestión del espionaje de Estados Unidos a sus aliados europeos -reavivada con nuevas revelaciones en la prensa sobre el caso de Francia- figure en la agenda del Consejo Europeo del jueves y el viernes próximos. "Es a la vez una cuestión nacional y europea", señaló hoy el primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, para justificar que este asunto sea abordado por los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE).

Ayrault, quien intervino en la sesión de control al Ejecutivo en la Asamblea Nacional francesa, subrayó: "tenemos que protegernos, tenemos que exigir que haya nuevas reglas" y eso pasa por un diálogo "sereno y firme" con Estados Unidos.

"La seguridad es efectivamente una exigencia, pero no debe garantizarse a cualquier precio, no debe atentar a la libertad ni a la vida privada", argumentó.

Al referirse a las nuevas evidencias del espionaje masivo practicado por Estados Unidos en Francia, el primer ministro reiteró "la gravedad de lo ocurrido" y consideró que se trata de una práctica "preocupante e incluso chocante" que no se justifica entre aliados, además de atentar contra la privacidad.

La vigilancia realizada por la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) fue uno de los temas abordados en la entrevista celebrada en París hoy entre los jefes de la diplomacia de Francia, Laurent Fabius, y EEUU, John Kerry.

También fue el motivo de la llamada telefónica del presidente estadounidense, Barack Obama, a Hollande, quien aprovechó para pedirle explicaciones y manifestarle "su profunda reprobación hacia esas prácticas inaceptables entre aliados y amigos".

ESPIONAJE MASIVO

Tras la publicación ayer en el periódico "Le Monde" de nuevas informaciones sobre el carácter "masivo" del espionaje a Francia -con más de 70 millones de comunicaciones interceptadas en 30 días entre fines de 2012 y comienzos de 2013- el embajador estadounidense en Francia fue convocado inmediatamente en el Ministerio de Exteriores en París.

Los servicios secretos estadounidenses no sólo interceptaron decenas de millones de comunicaciones emitidas en Francia, sino que espiaron las embajadas francesas en Washington y Nueva York, según publica Le Monde. El periódico francés citó documentos de la Agencia Nacional de Seguridad de EEUU (NSA) en los que se detallan los métodos y los dispositivos electrónicos para vigilar las legaciones diplomáticas francesas.

Uno de ellos, fechado el 10 de septiembre de 2010 y calificado de secreto por la NSA, incluye códigos y acrónimos para ayudar a sus agentes, y pone en evidencia el funcionamiento del programa GENIE sobre la implantación a distancia de dispositivos de escucha en los ordenadores.

En esa nota se menciona la vigilancia de la Embajada francesa en Washington, identificada con el código de "Wabash", y la representación francesa ante la ONU en Nueva York, con el de "Blackfoot".

DIFERENTES TÉCNICAS

Los servicios secretos precisan allí diferentes técnicas de recopilación de información: "Highlands" para el pirateo de ordenadores a distancia o "Vagrant" para captar los contenidos de las pantallas.

Otro documento de agosto de 2010 procedente de la dirección de información electrónica de la NSA cuenta cómo las informaciones sustraídas a las cancillerías extranjeras, y en particular a Francia, tuvieron un papel importante en el voto el 9 de junio de ese año por el Consejo de Seguridad de la ONU de una resolución que imponía más sanciones a Irán por su programa nuclear.

De acuerdo con el análisis de la agencia, esa operación fue un "éxito silencioso que ayudó a diseñar la política exterior de Estados Unidos".

En esa línea, la entonces embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Susan Rice, afirmó que "eso (le) ayudó a revelar las posiciones sobre las sanciones y nos permitió conservar un avance en las negociaciones".

"Le Monde", remitiendo a los dossieres sustraídos por el exagente de la NSA Edward Snowden, había dado cuenta ayer del carácter "masivo" del espionaje estadounidense de las comunicaciones emitidas en Francia y para ilustrarlo señaló que en sólo 30 días, entre finales de 2012 y comienzos de 2013, fueron interceptadas 70,3 millones.

Los nuevos contenidos sobre el alcance del espionaje estadounidense a Francia desencadenaron una serie de declaraciones de denuncia de esos usos por parte de responsables franceses, incluido el presidente, François Hollande, que en una conversación telefónica con su homólogo, Barack Obama, le pidió explicaciones.

Hollande manifestó a Obama "su profunda reprobación hacia esas prácticas inaceptables entre aliados y amigos porque atentan contra la vida privada de los ciudadanos franceses".

Esta mañana, la cuestión volvió a ser abordada en una entrevista en París entre los jefes de la diplomacia de Francia, Laurent Fabius, y Estados Unidos, John Kerry.

ESPAÑA INVESTIGA SI EEUU ESPIÓ LLAMADAS Y CORREOS DE CIUDADANOS ESPAÑOLES

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha admitido que España está investigando si las comunicaciones de sus ciudadanos han sido espiadas por Estados Unidos, aunque ha asegurado que no tiene "constancia de que se haya producido ese espionaje de ciudadanos españoles".

Según ha explicado, desde este verano está esperando una "respuesta" de la Embajada de Estados Unidos sobre este asunto, ya que cuando el semanario alemán Der Spiegel dio la noticia el pasado agosto de que España estaba entre el grupo de países que podía haber sido espiado se convocó a consultas al agregado de Negocios de la Embajada de EEUU, en ausencia del embajador.

Además, el ministro ha dicho que en cuanto que se produjo la primera noticia sobre este asunto el secretario de Estado en Washington trasladó la "preocupación" del Gobierno por la posibilidad de que ciudadanos españoles hubiesen podido ser espiados.

"No hemos tenido respuesta sobre ese tema", se ha quejado el ministro, que no ha querido "aventurar" nada al respecto.

No obstante, ha apuntado que en el momento en que las autoridades españolas tuvieran "constancia" de que el espionaje se ha producido llamarían al embajador de EEUU para trasladarle su "posición".