Haití no ha recibido ni la mitad de los fondos prometidos dos años después del seísmo

  • Los haitianos se manifiestan para recordar a las víctimas del terremoto

Las ONG españolas reclaman a la comunidad internacional en general y al Gobierno español en particular que entreguen los fondos prometidos para la reconstrucción de Haití dos años después del terremoto de 7,2 grados en la escala de Richter que asoló el país un martes 12 de enero de 2010 dejando más de 220.000 muertos, unos 300.000 heridos y 1,5 millones de desplazados. En este sentido, la Coordinadora de ONG para el Desarrollo (CONGDE), que aglutina a más de 400 organizaciones del sector, ha manifestado su temor de que los recortes en Cooperación puedan afectar al compromiso del Gobierno de España con Haití, que asciende aún a 346 millones de euros y ha lamentado que sólo el 43 por ciento de los 4.600 millones comprometidos por los países donantes para 2010 y 2011 hayan sido entregados.

Concretamente, Acción contra el Hambre ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que "se desbloqueen" los fondos comprometidos para Haití pues, según ha denunciado, "gran parte de esos fondos, especialmente de ayuda bilateral, han estado paralizados durante el año electoral", mientras que Manos Unidas se ha preguntado, al igual que los haitianos "donde están los más de 4.000 millones de dólares prometidos que nadie ha visto".Además, dos años después de la tragedia, las ONG coinciden en destacar tanto los avances como la inmensa tarea que aún queda por delante para garantizar que el más de medio millón de haitianos que aún siguen alojados en tiendas de campaña de campamentos improvisados puedan tener garantizado el acceso a servicios básicos como el agua corriente o la asistencia médica.

Y es que son muchas las cosas que quedan por hacer en uno de los países más pobres del planeta, para enfrentarse al cólera, la situación de debilidad gubernamental arrastrada desde antes del seísmo, la masificación de los campamentos y la dificultad de coordinación entre ONG, que, a juicio de PLAN, impiden la reconstrucción de Haití.

SEGÚN EL INFORME HAITÍ: EL LENTO CAMINO HACIA LA RECONSTRUCCIÓN

Dos años después del terremoto' elaborado por Intermón Oxfam, el hecho de que 520.000 aún no hayan recuperado su hogar, tiene que ver con esos 4.600 millones de los que, según apunta, sólo se ha entregado un 43 por ciento. Esto también provoca que la mayoría de los 4,3 millones de niños que viven en Haití tengan "opciones limitadas" de supervivencia, desarrollo y protección, ya que el país "sigue acosado por la pobreza crónica y el subdesarrollo" y afectado por un brote de cólera que sigue suponiendo "una carga adicional" para servicios e infraestructuras, según apunta UNICEF.

Concretamente, Save the Children muestra su preocupación ya que, tras el terremoto, el 90 por ciento de las escuelas de Puerto Príncipe resultaron dañadas, afectando aproximadamente a 500.000 niños y niñas de entre 5 y 14 años, a lo que se suma que el 89 por ciento de las escuelas en funcionamiento actualmente en Haití no cuenta con la autorización del Ministerio de Educación y la media del profesorado tan solo tiene un año de formación secundaria.En esta línea, Manos Unidas ha alertado de que, a pesar de observar algún avance "lento", la inestabilidad política y las aún evidentes consecuencias del terremoto "impiden en gran medida el desarrollo del país".

ESPERANZA

No obstante, las ONG no pierden la esperanza y en el capítulo de los avances, Misiones Salesianas ha puesto el acento en que más de 23.000 niños y jóvenes y más de 1.200 profesores ya han vuelto a las aulas en sus centros educativos, como el Cap Haitien, el Centro Politécnico Don Bosco y las escuelas de Fort Liberté y Timtake, al tiempo que Unicef ha subrayado que más de 750.000 niños han vuelto a la escuela, de los que unos 80.000 asisten a clase en 193 escuelas resistentes a seísmos.

De esta forma, se observa que la situación de los niños en el país va "mejorando lentamente" en las áreas de educación, salud, nutrición y protección infantil, así como las condiciones de los haitianos que se quedaron sin hogar que han pasado de ser un millón y medio en 1.555 campamentos temporales en 2010 a 520.000 desplazados internos en 758 campamentos en la actualidad. Pero, tal y como indica Manos Unidas, la actual configuración económica, social, cultural y de desarrollo de Haití no es fruto del terremoto sino de la "dura historia" que ha vivido el país pues fue "víctima desde su descubrimiento del expolio de recursos, la corrupción y las injerencias externas".

En cualquier caso, el camino para reconstruir Haití no acaba en este segundo aniversario sino que será mucho más largo y para ello, las ONG españolas proponen realizar proyectos de reconstrucción y desarrollo planificados de manera participativa con los propios haitianos, como en el caso de Cruz Roja Española; planes a largo plazo para reducir la pobreza, como Cáritas Española; y apuntan la necesidad de que las autoridades haitianas formen parte del proceso de reconstrucción "cuanto antes" apoyando a los haitianos más vulnerables, como en el caso de Acción contra el Hambre.

LOS HAITIANOS SE MANIFIESTAN PARA RECORDAR A LAS VÍCTIMAS DEL TERREMOTO

Organizaciones sociales de Haití celebraron hoy varias marchas por la capital, Puerto Príncipe, para rendir homenaje a los 300.000 muertos que dejó el terremoto de 2010, del que hoy se cumplen dos años, ocasión que aprovecharon para exigir cambios en el proceso de reconstrucción del país.

Haití vive hoy una jornada de duelo y reflexión declarada no laborable por el Gobierno, por lo que la población ha sido invitada al recogimiento y al homenaje a las víctimas de la catástrofe que azotó la capital y varias ciudades cercanas el 12 de enero de 2010.

Murieron más de 300.000 personas, hubo otros tantos heridos y se calcula que 1,5 millones de personas resultaron afectadas por la tragedia, que dejó más de diez millones de metros cúbicos de escombros de los que se ha retirado la mitad, mientras 520.000 personas que quedaron sin casa siguen viviendo en campamentos provisionales.

Convocada por organizaciones de defensa de los derechos humanos, una de las manifestaciones comenzó en el cementerio de Sainte Marie, en el sector de Canape Vert, donde los manifestantes depositaron una corona de flores en una fosa común que acoge los restos de 200 víctimas.

"El 12 de enero yo estaba en casa, mis hijos habían vuelto de la escuela, y hacia las cinco de la tarde la tierra comenzó a temblar", recordó en declaraciones a Efe Gilbert Deconseant, quien perdió en la catástrofe a sus hijos Clyde y Chester, de 12 y 18 años, respectivamente.

La mujer, que hoy portaba una cinta negra en el brazo en señal de luto por sus seres queridos, dijo que le gustaría que hubiera un cambio en Haití, sobre todo en la forma de construcción de las viviendas.

"El Estado tiene que revisar cómo construye la gente las casas para evitar que se hundan por estar mal edificadas", afirmó.

Los manifestantes se detuvieron también en la sede de la Universidad de Puerto Príncipe, donde rindieron homenaje a las cerca de 600 personas, sobre todo estudiantes y algunos profesores, que murieron al venirse abajo el edificio de cuatro plantas.

El decano de la Facultad de Ciencias Sociales, Jean Michel Félix, explicó que con este acto se quiso recordar a las víctimas y honrar su memoria.

"Nuestro mensaje es que la universidad recuerda, la universidad se inclina (en señal de respeto) y la universidad avanza", dijo a Efe.

La Coordinadora Nacional de Defensa de los Derechos de las Mujeres (Conap) recibió en uno de sus locales la visita de los manifestantes, quienes recordaron a Anne Marie Coriolan, Magalie Marcelin y Myriam Merlet, tres activistas desaparecidas en la tragedia, y al conjunto de las víctimas.

La dirigente de Conap Daniélle Magloire declaró que la intención de esta marcha no fue solo rendir homenaje a las víctimas, sino aprovechar para "hacer una reivindicación de la memoria del país y hablar de los derechos socioeconómicos y de la violencia contra las mujeres".

Magloire resaltó que "no hay lugares de memoria porque el Estado no los ha construido" y los consideró necesarios para mantener viva la memoria de los desaparecidos.

Varios actores disfrazados de zombis pusieron el punto de color con su presencia en la manifestación para representar a los fallecidos en la catástrofe, al tiempo que lanzaban un mensaje crítico con el sistema político y reclamaban "desescombrar el Estado" para construir un Haití diferente.

El secretario de la Plataforma de Organizaciones Haitianas de Derechos Humanos, Antonal Mortimé, recordó otras reivindicaciones, como la participación de los siniestrados en la reconstrucción y el rechazo "a la política imperialista" en ese proceso, que consideró representada por la presencia del expresidente estadounidense y enviado de la ONU para Haití, Bill Clinton.