Estados Unidos pide a China un "esfuerzo genuino" para investigar la matanza de Tiananmen

Estados Unidos ha pedido a China un "esfuerzo genuino" para investigar los hechos que llevaron a la matanza de Tiananmen, y llamó a liberar a quienes aún sirven sentencia por su participación en las manifestaciones que hoy cumplen 23 años.

"Llevamos mucho tiempo pidiendo un esfuerzo genuino para examinar los acontecimientos de Tiananmen y creemos que China debería permitir un debate abierto y libre sobre ellos", dijo el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Mark Toner, en su conferencia de prensa diaria.

China vivió hoy el 23 aniversario de la matanza perpetrada en la madrugada del 4 de junio de 1989, cuando las tropas del Ejército de Liberación Popular (ELP) dispararon contra cientos de estudiantes pacíficos que se habían manifestado en la plaza pequinesa y otras zonas de la capital durante tres meses pidiendo reformas democráticas.

En un comunicado el domingo, Toner alentó a Pekín "a liberar a todos aquellos que cumplen sentencias por su participación en las manifestaciones, proporcionar un recuento oficial completo de quienes fueron asesinados, detenidos o desaparecieron, y acabar con el continuo acoso a los participantes en las protestas y sus familias".

"Renovamos nuestro llamado a China a proteger los derechos humanos universales de todos sus ciudadanos, liberar a aquellos que han sido indebidamente detenidos, procesados, encarcelados, desaparecidos forzosamente o situados bajo arresto domiciliario, y acabar con el continuo acoso a los activistas de derechos humanos y sus familias", agregó Toner.

El aniversario de la fecha, inmortalizada con la imagen de un hombre detenido ante una fila de tanques, no escapó al silencio oficial reinante durante las dos últimas décadas, si bien este año los familiares de las víctimas lo vivieron con la esperanza de un cambio con la elección de los próximos líderes del país en el congreso del Partido Comunista en noviembre.

Por ahora, el Gobierno chino sigue defendiendo que la represión de aquellas protestas "contrarrevolucionarias" se hizo en nombre de la estabilidad del país, y argumenta que el desarrollo actual del país da la razón a Pekín.