El Rey inaugura en Mostar la rehabilitada Plaza de España

  • Mostar garantiza al rey que el sacrificio de España permitirá preservar paz
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reymostar.jpg |Telemadrid

El rey de España viajó a Mostar para inaugurar la remodelación de su emblemática Plaza de España, donde los militares españoles hicieron posible un espacio de convivencia entre los habitantes de ambos lados del frente durante la guerra que asoló la región en los años noventa. El alcalde de Mostar, Ljubo Beslic, agradeció al rey de España el "sacrificio desinteresado" con el que los militares españoles han garantizado la paz en Bosnia durante veinte años y subrayó que la Plaza de España seguirá siendo el lugar de encuentro entre todos los habitantes de esta ciudad.

Acompañado por el ministro de Defensa, Pedro Morenés, don Juan Carlos viajó a Mostar en una visita de tres horas centrada en la inauguración de la emblemática Plaza de España, que fue bautizada así en 1995 en prueba del agradecimiento de su población a las tropas españolas, por haber logrado convertirla un año antes en el primer espacio de convivencia de una ciudad dividida por la guerra.

Muy lejos ya de aquellos primeros años cruentos del conflicto bélico, decenas de vecinos de la nueva Bosnia se vistieron hoy de fiesta para recibir con aplausos al jefe del Estado español en la recién rehabilitada plaza.

Gracias a fondos españoles aportados por los ministerios de Asuntos Exteriores y Defensa, cerca de 500.000 euros, la plaza ofrece ahora a los visitantes zonas ajardinadas, una fuente e incluso una pérgola, si bien el recuerdo del conflicto bélico pervive en algunas fachadas cercanas, que muestran aún los impactos de metralla de la guerra.

Junto al presidente de turno de Bosnia-Herzegovina, Bakir Izetbegovic, el rey pasó revista a las tropas bosnias que le rindieron honores y, tras la interpretación de los himnos nacionales de los dos países, depositó una corona de rosas blancas en el nuevo monolito que rinde homenaje a los 23 españoles que perdieron la vida en el cumplimiento de su misión.

También saludó a una decena de militares españoles que cumplen misiones de asesoramiento para las fuerzas armadas bosnias en Travnik y que prolongan así la presencia de España en esta zona, donde un total de 46.000 militares y guardias civiles contribuyeron a pacificar la región entre 1992 y 2010.

A continuación, el alcalde tomó la palabra para agradecer al rey y a los gobiernos de España su compromiso con la paz y la convivencia entre los ciudadanos de Mostar, antes de proclamar que la ceremonia y la fecha de hoy "quedarán inscritas para siempre en la historia de la ciudad".

La reconstrucción de la plaza de España garantiza su futuro como lugar de encuentro entre los habitantes de una ciudad tanto tiempo dividida y proporciona a Mostar "una imagen nueva, urbana", que cada vez menos recordará el negro pasado de la guerra y se convertirá en "el motivo de construcción de un futuro mejor" para toda Bosnia.

En 1994, las Fuerzas Armadas españolas instalaron en esta plaza tiendas de campaña que hicieron posible el primer lugar donde, con la protección de los soldados, habitantes croatas y musulmanes bosnios, procedentes de ambos lados del frente, pudieran reunirse.

Desde allí, el rey se acercó a contemplar el aspecto actual del llamado Puente Viejo, símbolo de reconciliación de la ciudad, destruido en 1993 por la artillería croata y reconstruido con sus propios escombros, rescatados del río Neretva.

Hoy día es el centro de la actividad turística de Mostar y, desde el punto más alto del puente, jóvenes nadadores acostumbran a arrojarse a las frías aguas del Neretva a cambio de algunos euros, como los seis bañistas que se acercaron hoy a fotografiarse junto a don Juan Carlos.

La visita del rey concluyó tras mantener una entrevista con el presidente Izetbegovic, quien ofreció además un almuerzo en su honor, al que asistieron el primer ministro de Bosnia-Herzegovina, el nacionalista croata Vjekoslav Bevanda, y el titular de Defensa, Mohamed Ibrahimovic.

Don Juan Carlos conoció Mostar hace 14 años, con las secuelas del conflicto armado aún recientes, cuando eligió el día de su 60 cumpleaños, el 5 de enero de 1998, para acompañar a las tropas españolas que colaboraban entonces en la pacificación de Bosnia.