El Parlamento griego debate el paquete de medidas impuesto por los socios europeos

  • Dimite la viceministra de Finanzas, Nadia Valavani, que califica el tercer rescate como una "capitulación"
  • Los bancos griegos extiende el cierre de sus oficinas al 16 de julio

El primer paquete de medidas de ajuste, cuya aprobación la eurozona ha puesto como condición a Grecia para negociar el tercer rescate, ha superado hoy la primera barrera legislativa, al ser aprobado por las cuatro comisiones parlamentarias donde fue debatido esta mañana. El paquete legal será debatido ahora en la sesión plenaria de esta tarde y votado previsiblemente en la madrugada del jueves.

Está dividido en dos artículos: el primero es la ratificación del texto aprobado el lunes en la cumbre de la eurozona, en el que se establecen las condiciones para iniciar las negociaciones.

El segundo incluye cambios y subidas en el régimen del IVA, nuevas medidas tributarias, el fortalecimiento del tratamiento penal de la evasión fiscal, reformas en las pensiones y la Seguridad Social, la garantía de la independencia de la oficina de estadísticas griega, así como la creación de una autoridad fiscal que vigilará que no haya desvíos en los objetivos fiscales.

"Es un acuerdo difícil y solo el tiempo dirá si es sostenible", reconoció el ministro griego de Finanzas, Euclides Tsakalotos, en el debate esta mañana en comisiones, poniendo así de manifiesto las ampollas que ha levantado el programa en el seno del partido izquierdista gobernante.

Tsakalotos aludía a la serie de subidas del IVA o de las cotizaciones sociales incluidas en el paquete legal, medidas que, dijo, pueden tener un efecto recesivo. No obstante, el ministro ha recalcado que el acuerdo del lunes también tiene elementos positivos, como es el hecho de que se hayan reducido los objetivos para el superávit primario o que haya una promesa mucho más poderosa sobre la deuda de lo que se acordó en 2012 cuando se mencionó por primera vez un posible alivio.

CON EL APOYO DE LA OPOSICIÓN

Entre los que también han defendido el voto a favor, "como un acto de responsabilidad", figura el ministro de Trabajo, Panos Skurletis, quien dijo que dado el estado de las cosas "no había otra posibilidad" que aceptar el acuerdo, en alusión indirecta a que la única otra opción hubiera sido la salida del euro. Se da por hecho que la ley contará con el apoyo de una amplia mayoría de los diputados, como ha ocurrido en la sesión matutina en comisiones, pero eso será sobre todo gracias al respaldo que han garantizado los tres partidos proeuropeos de la oposición.

En la propia Syriza habrá con seguridad disidencias, entre ellas, la del ministro de Energía, Panayotis Lafazanis, que hoy ha vuelto a asegurar que no votará a favor de un tercer rescate, como lo han dicho también otros miembros que como él forman parte de la denominada Plataforma de Izquierda. Aunque Lafazanis ha recalcado que no tiene pensado dimitir, los medios dan por seguro su cese como parte de una amplia remodelación de Gobierno que podría tener lugar mañana mismo, una vez concluida la votación.

Entre los disidentes que sí han presentado su dimisión figura la viceministra de Finanzas, Nadia Valavani, quien en una carta dirigida al primer ministro, Alexis Tsipras, ha calificado el tercer rescate como una "capitulación". Valavani ha justificado su rechazo al programa con el argumento de que las medidas que incluye no permitirán a un "pueblo empobrecido" recuperarse, y, por el contrario, suponen una "lápida" que impedirá el crecimiento durante "muchos años".

Entre los dimisionarios figura también el secretario general de Seguridad Social, Yorgos Romaniás, y el secretario general de Economía, Manos Manusakis.

En una entrevista con la televisión pública, Tsipras afirmó el martes por la noche que no tiene intención de hacer un Gobierno de unidad nacional, ni tampoco de convocar elecciones mientras no se haya firmado el acuerdo para el tercer rescate, cuyas negociaciones pueden durar en torno a un mes, según señaló.

El debate coincidió con una huelga de 24 horas del sector público convocada por el sindicato Adedy contra el tercer rescate, paro que sin embargo tuvo un seguimiento escaso.

Para esta tarde está prevista una manifestación ante el Parlamento convocada también por el mismo sindicato.