El Papa pide el fin de los privilegios de algunos países en la ONU y los organismos financieros

  • Critica la "sumisión asfixiante a sistemas crediticios que someten a las poblaciones a mayor pobreza, exclusión y dependencia"
  • Reclama ante la Asamblea General de la ONU la "total prohibición" de las armas nucleares

El papa Francisco reivindicó en español acabar con los privilegios de algunos países en la toma de decisiones en Naciones Unidas y en organismos financieros que dictan medidas que suponen un "abuso o usura" en los países en vías de desarrollo.

Francisco pronunció un discurso en Naciones Unidas, la primera vez que un papa se dirige a un grupo tan amplio de gobernantes mundiales en su Asamblea General, en el que denunció además el abuso y destrucción del medio ambiente, contra el que pidió "pasos concretos y medidas inmediatas".

Ante el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, Francisco dijo claramente que hay que acabar con el privilegio del que gozan los cinco miembros permanentes de su Consejo de Seguridad (China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia).

Debe ser el final también para los privilegios "en los organismos financieros internacionales y los grupos o mecanismos especialmente creados para afrontar las crisis económicas", opinó el papa.

Esos organismos, dijo Francisco, "han de velar por el desarrollo sustentable de los países y la no sumisión asfixiante de estos a sistemas crediticios que, lejos de promover el progreso, someten a las poblaciones a mecanismos de mayor pobreza, exclusión y dependencia".

El objetivo último, dijo, debe ser "conceder a todos los países, sin excepción, una participación y una incidencia real y equitativa en las decisiones".

Atacó Bergoglio lo que denominó "falsos derechos", que se oponen a "grandes sectores indefensos, víctimas de un mal ejercicio de poder", y recalcó que hay que "afirmar con fuerza" los derechos de mujeres y hombres excluidos, "consolidando la protección del ambiente".

CUALQUIER DAÑO AL AMBIENTE ES UN DAÑO A LA HUMANIDAD

Como se esperaba, Francisco instó a que en la próxima Conferencia de París sobre Cambio Climático se alcance acuerdos "fundamentales y eficaces" y habló del concepto del "derecho del ambiente" porque, aseguró, "cualquier daño al ambiente (...) es un daño a la humanidad".

El Papa dijo que los cristianos y las otras religiones monoteístas creen que el universo resulta de una decisión del Creador y que el hombre puede servirse respetuosamente de la creación, pero afirmó: "no se puede abusar de ella y mucho menos está autorizado a destruirla".

El Pontífice elogió la existencia de la ONU como "historia de importantes éxitos comunes", pero criticó las consecuencias del "incumplimiento" de las normas internacionales que de ella emanan.

"Cuando se confunde la norma con un simple instrumento para utilizar cuando resulta favorable y para eludir cuando no lo es, se abre una verdadera caja de Pandora de fuerzas incontrolables, que dañan gravemente las poblaciones inermes, el ambiente cultural e incluso el ambiente biológico", precisó Francisco.

PROHIBICIÓN TOTAL DE LAS ARMAS NUCLEARES

Recordó, asimismo, que la paz está en el preámbulo y primer artículo de la Carta de las Naciones Unidas y que por ello resulta más contradictorio permitir la proliferación de las armas de destrucción masiva, sobre todo las nucleares.

Por eso abogó por la "total prohibición" de estas armas, porque implican una ética y un derecho que son un "fraude a toda la construcción de las Naciones Unidas", que se convertirían así en "naciones unidas por el miedo y la desconfianza". "Hay que empeñarse por un mundo sin armas nucleares, aplicando plenamente el Tratado de No Proliferación, en la letra y en el espíritu, hacia una total prohibición de estos instrumentos", insistió.

Como líder espiritual de los católicos, reivindicó, por otra parte, el "derecho a la educación" y, particularmente, el "derecho primario de las familias a educar, y el derecho de las Iglesias y de agrupaciones sociales a sostener y colaborar con las familias en la formación de sus hijas e hijos".

El papa pidió a los gobernantes mundiales que hagan todo lo posible para que todos puedan tener una "mínima base material y espiritual" para ejercer su dignidad y formar y mantener una familia.

"Techo, trabajo y tierra" es el mínimo absoluto en lo material, y "libertad del espíritu, que comprende la libertad religiosa, el derecho a la educación y los otros derechos cívicos".

El indicador para comprobar si esos mínimos se cumplen deberán ser, añadió: "vivienda propia, trabajo digno y debidamente remunerado, alimentación adecuada y agua potable; libertad religiosa y, más en general, libertad del espíritu y educación"

VISITA A LA ZONA CERO DE NUEVA YORK

Con posterioridad el Papa ha visitado la Zona Cero de Nueva York y ha pedido en español a los líderes religiosos ser profetas de construcción, paz y reconciliación frente al fundamentalismo al tiempo que ha afirmado que a pesar de las diferencias y discrepancias, "es posible vivir en un mundo de paz".

"Pidamos al cielo el don de empeñarnos por la causa de la paz. Paz en nuestras casas, en nuestras familias, en nuestras escuelas, en nuestras comunidades. Paz en esos lugares donde la guerra parece no tener fin", ha reclamado.

Durante el encuentro interreligioso, Francisco ha solicitado que se destierren "sentimientos de odio, de venganza, de rencor" y que frente a todo intento "uniformizador" las diferentes lenguas, culturas, religiones alcen la voz. "Juntos hoy somos invitados a decir *no* a todo intento uniformante y sí a una diferencia aceptada y reconciliada", ha invitado.

En el momento más "ecuménico" del viaje a EEUU del pontífice, tal y como lo definió el jefe de prensa del Vaticano, padre Federico Lombardi, Francisco ha expresado que le llena de esperanza "la oportunidad de asociarse a los líderes que representan las muchas tradiciones religiosas que enriquecen la vida de esta gran ciudad".

"Espero que nuestra presencia aquí sea un signo potente de nuestras ganas de compartir y reafirmar el deseo de ser fuerzas de reconciliación, fuerzas de paz y justicia en esta comunidad y a lo largo y ancho de nuestro mundo", ha afirmado.

El Papa ha descrito el Memorial de los atentados del 11-S en Nueva York, como un lugar donde se llora "el dolor que genera sentir la impotencia frente a la injusticia, frente al fratricidio, frente a la incapacidad de solucionar nuestras diferencias dialogando". Sin embargo, también ha precisado que en medio del dolor lacerante, se puede "palpar la capacidad de bondad heroica de la que es capaz también el ser humano, la fuerza oculta a la que siempre debemos apelar".

"En una metrópoli que puede parecer impersonal, anónima, de grandes soledades, fueron capaces de mostrar la potente solidaridad de la mutua ayuda, del amor y, sobre la muerte, que el bien siempre despertará sobre el mal, que la reconciliación y la unidad vencerá sobre el odio y la división", ha subrayado.

El Papa ha recordado el sacrificio de los primeros socorristas y de los bomberos para resaltar que en ese momento "no era una cuestión de sangre, de origen, de barrio, de religión o de opción política; era cuestión de solidaridad, de emergencia, de hermandad, de humanidad".

"Este lugar de muerte se transforma también en un lugar de vida, de vidas salvadas, un canto que nos lleva a afirmar que la vida siempre está destinada a triunfar sobre los profetas de la destrucción", ha indicado.

Momentos antes, el Papa ha rezado la misma oración que el Papa Emérito Benedicto XVI rezó cuando visitó Zona Cero en 2008 por la víctimas que murieron hace 14 años durante el atentado contra las torres gemelas de Nueva York.