El Papa dice que Turquía es testimonio de ayuda a los refugiados

  • Arremete contra el terrorismo fundamentalista y pide a los líderes religiosos que lo condenen
  • Erdogan denuncia ante el Papa en Ankara el aumento de la islamofobia

El papa Francisco ha llegado al aeropuerto de Ankara, donde ha sido recibido con una ceremonia oficial por el ministro de Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, en el primer acto de su visita de dos días. En el avión que le llevó a Ankara, el papa Francisco dijo que Turquía "es en estos momentos testimonio de ayuda a los refugiados de las zonas en conflicto".

Según cifras oficiales, en Turquía hay 220.000 refugiados sirios acogidos en campamentos establecidos por el Gobierno turco, donde las condiciones de vida son relativamente correctas. Se calcula que fuera de esos recintos viven otro 1,3 millones de refugiados.

Pero según ha denunciado recientemente la organización Amnistía Internacional (AI), Turquía ha ido modificando su política de "puertas abiertas" para los refugiados sirios hasta el punto de haber prácticamente cerrado el acceso a quienes huyen de la guerra.

CONDENA EL TERRORISMO FUNDAMENTALISTA

El Papa ha condenado el terrorismo fundamentalista ante la más alta autoridad islámica sunita en Turquía, el profesor Mehmet Gormez, al subrayar que "la violencia que busca una justificación religiosa merece la más enérgica condena". Por ello, ha reclamado a los líderes religiosos En el Departamento turco de Asuntos Religiosos, el Papa ha criticado a todos aquellos que instrumentalizan la religión para la violencia. "El mundo espera de todos aquellos que dicen adorar a Dios, que sean hombres y mujeres de paz, capaces de vivir como hermanos y hermanas, independientemente de la diversidad étnica, religiosa, cultural o ideológica", ha reflexionado.

En este sentido, Francisco ha resaltado la "obligación" que tienen los líderes religiosos de salvaguardar la paz y criticar cualquier violación de la dignidad y de los derechos humanos. "Como dirigentes religiosos, tenemos la obligación de denunciar todas las violaciones de la dignidad y de los derechos humanos. La vida humana, don de Dios Creador, tiene un carácter sagrado", ha clamado el Pontífice durante su segundo discurso del viaje apostólico que realiza a Turquía hasta el domingo 30 de noviembre.

Por otro lado, ha explicado que "las buenas relaciones y el diálogo entre los dirigentes religiosos tienen una gran importancia" porque representan un "claro mensaje" dirigido a las respectivas comunidades para expresar "que el respeto mutuo y la amistad son posibles, no obstante las diferencias". "Esta amistad, además de ser un valor en sí mismo, adquiere especial significado y mayor importancia en tiempos de crisis, como el nuestro, crisis que en algunas zonas del mundo se convierten en auténticos dramas para poblaciones enteras", ha comentado.

Francisco ha reivindicado que los musulmanes y los cristianos "pueden ofrecer la valiosa contribución de los valores que hay en sus respectivas tradiciones", al tiempo que ha reconocido "elementos de coincidencia". El Papa ha lamentado que la situación en el Oriente Próximo "es verdaderamente trágica", especialmente en Irak y Siria y que la "situación humanitaria es angustiosa". "Pienso en tantos niños, en el sufrimiento de muchas madres, en los ancianos, los desplazados y refugiados, en la violencia de todo tipo", ha señalado.

El Papa ha dicho que es "particularmente preocupante" que, sobre todo a causa de un "grupo extremista y fundamentalista", enteras comunidades, especialmente --aunque no sólo-- cristianas y yazidíes, "hayan sufrido y sigan sufriendo violencia inhumana a causa de su identidad étnica y religiosa". "Se les ha sacado a la fuerza de sus hogares, tuvieron que abandonar todo para salvar sus vidas y no renegar de la fe. La violencia ha llegado también a edificios sagrados, monumentos, símbolos religiosos y al patrimonio cultural, como queriendo borrar toda huella, toda memoria del otro", ha denunciado.

EL PRESIDENTE TURCO DENUNCIA EL AUMENTO DE LA ISLAMOFOBIA EN OCCIDENTE

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, denunció hoy ante el papa Francisco, a quien recibió en visita oficial en Ankara, el aumento de la islamofobia en Occidente y de los prejuicios entre cristianos y musulmanes. "Vemos con pena que los prejuicios entre unos y otros están creciendo en el mundo musulmán y cristiano. En Occidente se expanden el racismo, la islamofobia y la discriminación", dijo Erdogan ante su invitado en el palacio presidencial de la capital turca.

"Las actitudes occidentales que equiparan al Islam con el terrorismo hacen daño a millones de musulmanes", se quejó Erdogán, quien añadió: "seguimos con tristeza la violencia en el mundo musulmán que alimenta los prejuicios contra los musulmanes".

"La gente desesperada cae en los brazos de las organizaciones terroristas. El Estado Islámico (EI), Al Qaeda y Boko Haram son el resultado de políticas equivocadas y la gente desesperada queda expuesta a sus manipulaciones", dijo.

"Todo el mundo sabe y habla del Estado Islámico, pero no se ve tanto la matanza de 300.000 personas en Siria, con siete millones de refugiados, el estado de terror que hay allí y a la persona detrás de él. Solo se habla de quién le sustituiría si se marchara", aludió, aunque sin mencionar su nombre, al presidente sirio, Bachar el Asad.

"La comunidad internacional no presta atención a la violencia en Gaza y los ataques a la Mezquita de la Roca en Jerusalén. No presta suficiente atención al terror del PKK (partido kurdo) que mató a unas 50.000 personas durante treinta años en Turquía. No presta bastante atención a algunas dictaduras", añadió.

"La tolerancia y la alianza son la solución. Contra la islamofobia en Occidente y la acumulación de rabia en el mundo musulmán podemos luchar juntos", propuso. "Tenemos que trabajar juntos para dar una solución contra el racismo, la discriminación y el discurso del odio", insistió Erdogan.