El exabogado de Trump se declara culpable de financiar ilegalmente su campaña

El exabogado de Donald Trump, Michael Cohen, se declaró ayer culpable de haber violado normas sobre financiación de campañas electorales y vinculó directamente al presidente de Estados Unidos con pagos para comprar el silencio de dos mujeres que podían perjudicarle de cara a las elecciones.

En total, Cohen admitió ser culpable de ocho cargos, que incluyen también evasión fiscal y fraude bancario, y que podrían enviarle a prisión durante años.

Políticamente, la clave son los dos delitos de financiación ilegal de campañas electorales reconocidos por el abogado, pues estos afectan directamente a Trump.

Cohen, que se entregó al FBI y compareció poco después en Nueva York ante un juez federal, reconoció haber gestionado antes de las elecciones dos pagos, de 150.000 y de 130.000 dólares, a mujeres que aseguraban haber mantenido relaciones con el entonces candidato republicano a la Presidencia.

El letrado aseguró que actuó "bajo dirección del candidato" y "con el objetivo principal de influir en las elecciones", implicando explícitamente a Trump en estos delitos.

Aunque los documentos judiciales no identifican a las mujeres, todos los detalles coinciden con los casos de la exmodelo de Playboy Karen McDougal y de la actriz porno Stormy Daniels.

Según se sabe desde hace meses, las dos recibieron ese dinero a cambio de no hablar durante la campaña electoral de las supuestas relaciones extramaritales que Trump mantuvo con ellas.

El fiscal del caso, Robert Khuzami, explicó a los periodistas que Cohen admitió haber pagado para silenciar a dos mujeres que tenían información que sería "perjudicial" para la campaña presidencial de Trump.

Ese dinero, por tanto, habría sido una contribución ilegal a la campaña electoral, al no haber sido declarado y superar los límites establecidos.

Tras efectuar los pagos, además, el abogado pasó facturas falsas a la empresa de Trump, que le reembolsó las cantidades abonadas.

La declaración de Cohen tuvo lugar prácticamente al mismo tiempo que en Virginia un jurado declaraba culpable de múltiples cargos por fraude a Paul Manafort, el exjefe de campaña de Trump.

En los últimos meses, el presidente ha tratado de distanciarse del que durante años fuera uno de su más estrechos colaboradores, después de que en abril el FBI registrase la oficina de Cohen y confiscase multitud de documentos.

Tras una larga investigación, el abogado finalmente optó este martes por aceptar un acuerdo con los fiscales y declararse culpable, con el fin de evitar un juicio y buscar una pena más reducida.