EEUU y la UE acuerdan no importar pescado capturado de forma ilegal de la otra parte

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Estados Unidos y la Unión Europea han firmado este miércoles un acuerdo bilateral por el que se comprometen a reforzar su cooperación contra la pesca ilegal y a no importar pescado capturado de forma ilegal de la otra parte con el objetivo de impedir que los operadores que actúan al margen de la ley obtengan beneficios económicos.

En virtud del nuevo acuerdo, Washington y Bruselas se comprometen a reforzar el control y la supervisión contra la pesca ilegal en determinadas zonas y a promover mecanismos de gestión contra la pesca ilegal en el seno de organizaciones regionales de pesca de las que forman parte para impedir estas prácticas ilegales.

Con el objetivo de combatir mejor la pesca ilegal a ambos lados del Atlántico, ambas partes han acordado establecer un mecanismo de intercambio de información sobre actividades de pesca ilegal y a promover un uso sostenible de los recursos pesqueros, a la vez que se preserva la biodiversidad marina.

El acuerdo, firmado en Washington por la titular de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica estadounidense, Jane Lubchenco, y la comisaria de Pesca, Maria Damanaki, supone "un paso importante" para afianzar la lucha contra la pesca ilegal teniendo en cuenta que la UE es el primer importador mundial de pescado y Estados Unidos, el tercero, por detrás de Japón.

La pesca ilegal a nivel mundial se traduce en la pérdida de 23.000 millones de dólares (unos 16.373 millones de euros) para la industria pesquera legal, según datos que maneja el Ejecutivo comunitario.

Lubchenco ha asegurado que la pesca ilegal constituye "una de las amenazas más serias" para un modelo de pesca sostenible y para preservar la biodiversidad marina y ha asegurado que "la cooperación internacional" contribuirá a "impedir que las industrias pesqueras legales se vean perjudicadas en el mercado global por la pesca ilegal".

Por su parte, la comisaria Damanaki ha recordado que la pesca no regulada es una actividad "ilegal" y ha apelado a la responsabilidad colectiva para impedir esta práctica. "Con el acuerdo de hoy, hacemos justo eso. Uniendo fuerzas, hacemos más difícil que los culpables se aprovechen de sus sucios negocios", ha concluido