Decenas de muertos en Oklahoma por un tornado gigante

  • Muchas personas siguen atrapadas y los equipos de rescate continúan buscando en los escombros
  • Obama: "Permaneceremos junto a la gente de Moore el tiempo que haga falta"

Las autoridades del estado de Oklahoma redujeron hoy a 24 la cifra de muertos confirmados tras el gigantesco tornado que asoló ayer el sur de la capital, Oklahoma City, indicó la portavoz de la oficina forense estatal, Amy Elliot.

En las últimas estimaciones oficiales, se habían cifrado en 51 los fallecidos y en cientos los heridos después de que el tornado de vientos de más de 300 kilómetros por hora y categoría EF4 arrasase barrios del sur de la ciudad.

Durante la madrugada, y en plena incertidumbre por las labores de rescate, la oficina de Elliot confirmó que 51 personas habían muerto, incluidos 20 niños, pero advirtió de que su agencia esperaba al menos otros 40 muertos, lo que provocó que varios medios hablasen de 91 fallecidos.

No obstante, la portavoz forense indicó que a medida que continúe el trabajo de los bomberos y equipos de emergencia es probable que el número de fallecidos vuelva a ascender.

Al menos siete de los niños fallecidos eran alumnos de la escuela elemental Plaza Towers, en Moore, el pequeño suburbio a las afueras de Oklahama City que fue el más afectado y cuyo colegio quedó reducido a escombros.

"Nuestros corazones están destrozados. Esto es lo más grande que he visto nunca. Es espeluznante", dijo la gobernadora de Oklahoma, Mary Fallin en una entrevista en la NBC esta mañana.

Desde la tarde del lunes, cuando se produjo el tornado, más de un centenar de personas han sido rescatadas con vida, informaron las autoridades.

El tornado destrozó en unos 40 minutos un área de 32 kilómetros entre las poblaciones de Newcastle y Moore.

El Servicio Meteorológico Nacional advirtió esta madrugada nuevamente de fuertes tormentas en el sudoeste de Oklahoma, que se trasladan hacia el nordeste a unos 50 kilómetros por hora y cuyos vientos podrían alcanzar 130 kilómetros por hora, según indicaron los meteorólogos en su parte de las 10:45 GMT.

El tornado, de más de tres kilómetros de diámetro, duró unos 40 minutos y cumplió un recorrido de unos 32 kilómetros entre las poblaciones de Newcastle y Moore.Entre los edificios afectados hay dos escuelas, un cine y un hospital y se teme que cientos de familias han perdido sus hogares.

El Centro de Predicción de Tormentas de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) señaló que fue un tornado de categoría EF4, la segunda máxima, con vientos de hasta 320 kilómetros por hora.Se da la circunstancia de que en 1999 otro tornado afectó a Moore, destruyó parte de la localidad y mató entonces a 41 personas.

"Estamos haciendo todo lo que podemos para encontrar a los que estén heridos o desaparecidos", declaró en una comparecencia de prensa la gobernadora de Oklahoma, Mary Fallin."Necesitamos muchas oraciones esta noche", añadió la gobernadora.

Obama: "Permaneceremos junto a la gente de Moore el tiempo que haga falta"

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo hoy que el suburbio de Moore (Oklahoma), arrasado por el tornado, debe recibir toda la ayuda necesaria "de inmediato" y que se le proporcionará "el tiempo que haga falta".

"La gente de Moore debe saber que su país permanecerá con ellos el tiempo que haga falta", dijo Obama en una declaración desde la Casa Blanca.

El mandatario se reunió esta mañana con la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, y su asesora de seguridad Lisa Monaco "para subrayar que Oklahoma debe recibir toda la ayuda que necesita de inmediato".

Obama dijo que había sido "uno de los tornados más destructivos de la historia", pese a que "aún no sabemos hasta dónde llegan los daños y las pérdidas humanas y económicas que puede haber provocado", añadió.

Recordó que "en un instante, destruyó edificios e hizo que docenas de personas perdieran la vida", entre ellos 7 niños que "trataban de refugiarse en el lugar más seguro que conocían: su escuela".

"Todos los afectados enfrentan un largo camino por delante, en muchos casos con una pena enorme, pero no están solos. Su país viajará con ustedes, agarrados a nuestra fe", aseguró.

Obama conversó el lunes con la gobernadora de Oklahoma, Mary Fallin, y hoy hizo lo mismo con el alcalde de Moore, Glenn Lewis, "para dejar claro que Oklahoma tendrá todos los recursos que necesitan a su disposición".

El administrador de la Agencia Federal de Emergencias (FEMA), Craig Fugate, viajó hoy a Oklahoma, donde ya hay desplegados equipos equipos desde el lunes por la noche.

El mandatario recordó que "continúan los temporales en todo el país" y que la temporada de huracanes empieza la semana que viene.

"Si hay alguna esperanza a la que aferrarnos, es la certeza de que la buena gente de allí está ahora mejor preparada para este tipo de tormentas y que los estadounidenses de todo el país estarán con ellos", subrayó.

Obama destacó que el país ha visto el "espíritu" de resistencia en los desastres de 2011 en las localidades de Joplin (Misuri), Tuscaloosa (Alabama) y en el atentado de mediados de abril en Boston (Massachussetts).