Abogado de Sarkozy y magistrados declaran en caso que afecta al expresidente

Sarkozy irá a juicio por la financiación irregular de su campaña en 2012
Sarkozy irá a juicio por la financiación irregular de su campaña en 2012 |Telemadrid

El letrado Thierry Herzog, abogado del expresidente de Francia Nicolas Sarkozy, y dos altos magistrados fueron hoy llamados a declarar sobre un caso de presunto tráfico de influencias y violación del secreto de instrucción que concierne al político conservador, informaron hoy varios medios locales.

Los investigadores intentan determinar si Sarkozy y su entorno crearon una "red" de informadores que les mantenía al tanto de la evolución de los procesos judiciales que amenazan al político conservador y jefe del Estado francés entre 2007 y 2012.

Según "Le Monde", fuentes próximas al caso anticipan que el propio Sarkozy será convocado también a declarar ante la Oficina Central de Lucha contra la Corrupción y las Infracciones Financieras y Fiscales (OCLCIFF).

Los responsables de esa oficina llamaron a declarar, en calidad de detenidos, a dos alto magistrados del Tribunal de Casación, Gilbert Azibert y Patrick Sassoust. Herzog, por su parte, acudió por su propio pie a prestar declaración ante la Dirección Central de la Policía Judicial de Nanterre, a las afueras de París.

Del primero, cercano al letrado del expresidente, se sospecha que recababa información de consejeros del Tribunal Supremo sobre los avances en la investigación sobre presunta la financiación ilegal de la campaña que llevó a Sarkozy al Palacio del Elíseo.

Según esa teoría, el defensor de Sarkozy prometió como contrapartida a Azibert que el expresidente le ayudaría en su demanda de conseguir un puesto en la administración de Mónaco que buscaba.

En el llamado "caso de las escuchas" de Sarkozy, pues para la investigación se pincharon los teléfonos del expresidente y de su abogado, se investiga, entre otros asuntos, si el político recibió financiación ilegal para su campaña presidencial de parte de la multimillonaria heredera del grupo de cosméticos L'Oreal, Liliane Bettencourt, y del depuesto dictador libio Muamar el Gadafi.