Los líderes de la OTAN inician una cumbre centrada en Afganistán

Los jefes de Estado y Gobierno de la OTAN inician hoy en Chicago una cumbre de dos días centrada en definir la nueva misión que la organización mantendrá en Afganistán a partir de 2015 y en cómo reformar la Alianza ante los problemas presupuestarios.

En su primera sesión de trabajo, la cumbre de la OTAN intentará responder al dilema de cómo mantener las capacidades de defensa y garantizar la seguridad colectiva después de que la crisis ha generado fuertes recortes de los presupuestos militares.

La cumbre, que llega sólo un día después de la reunión del G8 en Camp David (Maryland), comenzará formalmente a las 18:30 GMT, pero durante la mañana muchos de los dirigentes mantendrán una intensa serie de reuniones bilaterales.

Por ejemplo, el secretario general de la OTAN, el danés Anders Fogh Rasmsussen, se reunirá con los presidentes de EE.UU., Barack Obama (que ha traído la reunión a su ciudad adoptiva), y de Francia, François Hollande, con el que se espera que discuta la promesa electoral de éste último de retirar a las tropas francesas de Afganistán para finales de 2012, dos años antes de lo previsto.

Obama también se reunirá con el presidente de Afganistán, Hamid Karzai, con el que analizará la marcha de la situación en ese país mientras continúa a buen ritmo el proceso de transición para que las fuerzas afganas asuman la responsabilidad de la seguridad en todo el territorio para finales de 2014.

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, se reunirá a su vez con la canciller alemana, Angela Merkel, en una cita marcada más por la economía que por las cuestiones de defensa.

Esta primera jornada estará centrada en lanzar una amplia reforma de la manera en que los países de la OTAN planifican y desarrollan sus programas de equipamiento y formación, cada vez más complejos y caros, mientras que la mayoría de los aliados ha tenido que recortar sus gastos de defensa debido a la crisis.

Bajo el nombre de "Smart Defense" (Defensa Inteligente), se van a lanzar unas dos docenas de proyectos multinacionales, en las que grupos de países se ofrecen voluntarios para desarrollar conjuntamente programas.

De esa forma, se realizarán economías de escala y se espera que los aliados mantengan sus capacidades militares gastando menos.

Los países europeos de la OTAN han reducido una media de un 10 por ciento sus gastos militares entre 2005 y 2011, según las cifras oficiales de la Alianza, que no han podido incluir los nuevos recortes de 2012 ni los que ya se preparan para 2013.

Como ha dicho el propio Rasmussen, hace falta un auténtico cambio de mentalidades y crear "una nueva cultura de la cooperación".

La cumbre verá el lanzamiento de unos 25 programas concretos, de los que España ha manifestado su interés de participar en aproximadamente diez o doce, según apunta otra fuente aliada.

Algunos de los programas son consecuencia de las carencias detectadas en la operación en Libia, como la creación de una capacidad conjunta de abastecimiento en vuelo.

De forma simbólica, la cumbre verá la firma de un primer proyecto, que busca dotar a la OTAN de un sistema de última generación de vigilancia del terreno (denominado AGS por sus siglas en inglés).

El sistema de propiedad estadounidense fue utilizado en las operaciones del año pasado en Libia y se mostró muy útil tanto en la detección de objetivos como en ayudar a reducir el número de víctimas civiles.

El programa prevé que trece países aliados compren cinco aviones no tripulados de vigilancia Global Hawk Block 40, así como varias estaciones terrestres de mando y control, para ponerlo luego a disposición de la Alianza. España participará en una decena de proyectos.

La cumbre anunciará hoy también que el sistema de defensa antimisiles tiene ya una capacidad operativa interina.

Esto supone que un radar avanzado en Turquía, un satélite y un buque especializado en defensa antiaérea (todos ellos estadounidenses) están conectados entre sí para interceptar y destruir un hipotético ataque con un misil contra territorio europeo.

Al proyecto, que no estará concluido hasta 2018-20, se sumarán otros países con diversos equipamientos o cediendo su territorio para acoger instalaciones (como en el caso de España, que albergará en la base de Rota cuatro buques estadounidenses dedicados a este proyecto).