Los emperadores de Japón visitan Minamisanriku, arrasado por el tsunami

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Teremoto en Japón |Teremoto en Japón

Los emperadores de Japón, Akihito y Michiko, visitaron hoy por primera vez uno de los pueblos costeros del norte del país arrasado por el tsunami del 11 de marzo, Minamisanriku, donde hubo 1.100 muertos o desaparecidos. Minamisanriku está en la provincia de Miyagi (noreste de Japón), la más afectada por el tsunami generado por el terremoto de 9 grados Richter de hace mes y medio, que causó al menos 8.745 muertos y 6.674 desaparecidos en esta comarca, más de la mitad del total de víctimas.

Akihito, de 77 años, y su esposa Michiko, de 76, llegaron en helicóptero a esta localidad para evitar problemas al tráfico por carretera que perjudicasen los esfuerzos de reconstrucción, según informó la Agencia de la Casa Imperial japonesa.

Los monarcas visitaron un colegio y un gimnasio convertidos en refugios para hablar con los evacuados, además de manifestar su solidaridad a los equipos de asistencia y militares, y compartir con ellos un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas.

En Minamisanriku más de 6.200 residentes siguen todavía refugiados en 41 centros de evacuación.

El terremoto y tsunami del pasado 11 de marzo causó, según el último recuento policial, 14.517 muertos y 11.432 desaparecidos en el noreste de Japón, la mayoría en las provincias de Miyagi, Iwate y Fukushima.

Los emperadores habían visitado a evacuados por el desastre natural en refugios de Tokio y alrededores, pero hasta ahora no se habían trasladado a las provincias devastadas.

El próximo lunes, 2 de mayo, los emperadores tienen previsto viajar a Iwate y el día 11 a Fukushima, donde a la tragedia del tsunami se une la crisis nuclear en la planta de Daiichi, que ha obligado a evacuar a unas 80.000 personas en un radio de veinte kilómetros de la central.

Cinco días después del seísmo, Akihito se dirigió a los japoneses en el primer mensaje por televisión de sus 22 años de reinado para pedirles que resistan y se ayuden unos a otros con el fin de superar la peor crisis del país desde la II Guerra Mundial.