Las embajadas se quedan en Pyongyang pese a las amenazas

  • El líder norcoreano ordena incrementar la producción de armas de artillería
Corea, éxodo
Corea, éxodo |Corea, éxodo

Las embajadas extranjeras permanecen en Pyongyang y no hay indicios de que vayan a marcharse, un día después de que el régimen norcoreano de Kim Jong-un les recomendara evacuar a su personal ante la posibilidad de no poder garantizar su seguridad en caso de guerra, según han informado fuentes de Seúl.

Funcionarios del Gobierno surcoreano indicaron en declaraciones recogidas por la agencia local Yonhap que, según sus referencias, "ninguna misión extranjera está preparándose para salir" de la capital norcoreana.

Entre los países que tienen embajada en Pyongyang figuran Rusia, Alemania, Reino Unido, China, Irán, Cuba, Brasil, Suecia, Polonia, República Checa, Bulgaria, Rumanía, India, Pakistán, Siria.

Las fuentes gubernamentales consultadas consideran que "la mayoría de los gobiernos foráneos ven el mensaje de Corea del Norte como una estrategia para elevar la tensión en la península coreana".

Además, agregaron que están tratando de analizar los detalles del mensaje de Corea del Norte y las intenciones del régimen de Kim Jong-un, y puntualizaron que Seúl tiene intención de gestionar la situación de una manera calmada.

Corea del Norte recomendó este viernes la evacuación del personal diplomático de todas las embajadas de países extranjeros acreditadas en Pyongyang, según adelantó el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.

Lavrov precisó que las autoridades del régimen comunista presentaron la evacuación como una propuesta debido al agravamiento de la situación en la península coreana, pero no como una decisión final.

Pyongyang esgrimió el argumento de considerar que no podrá garantizar la seguridad del personal de las embajadas desde el día 10 de abril, en una situación regional marcada por la elevada tensión tras un mes de amenazas y hostilidades del país comunista hacia Seúl y Washington.

En este sentido, expertos creen que Corea del Norte, país caracterizado por el extremo culto a sus líderes, podría lanzar a modo de prueba un misil en los próximos días con motivo del aniversario, el 15 de abril, del nacimiento de Kim Il-sung, fundador del país y abuelo del actual dirigente.

EEUU mantiene 28.500 efectivos en Corea del Sur para defender a su aliado en caso de un eventual ataque de Corea del Norte como herencia de la Guerra de Corea (1950-53), concluida con un armisticio que en seis décadas nunca ha sido sustituido por un tratado de paz definitivo.

AUMENTA LA PRODUCCIÓN DE ARMAS DE ARTILLERÍA

El líder norcoreano, Kim Jong Un, ha ordenado recientemente incrementar la producción de armas de artillería, según han informado este sábado los medios de comunicación oficiales del régimen comunista.

Al parecer, Kim dio la orden a los trabajadores de la industria armamentística norcoreana en la visita que realizó el pasado 17 de marzo a una de sus fábricas, de acuerdo con la agencia de noticias surcoreana Yonhap.

En las últimas semanas, el régimen comunista ha declarado el "estado de guerra" en la península coreana y ha amenazado con atacar las bases militares que Estados Unidos posee en las islas de Hawai y Guam y en Japón.

En este sentido, ya ha notificado "formalmente" a la Casa Blanca que ha "ratificado" el posible lanzamiento de un ataque "sin compasión" contra objetivos estadounidenses, incluido un "ataque nuclear diversificado".

Además, ayer el Gobierno norcoreano pidió a los embajadores extranjeros que consideren la posibilidad de abandonar el país en caso de que se dispare la tensión en la península coreana, algo a lo que, al parecer, se han negado.

Por otro lado, el pasado miércoles anunció que prohibirá la entrada al complejo industrial de Kaesong --único ejemplo de cooperación intercoreana-- a los trabajadores surcoreanos y que los que actualmente están allí deberán salir antes del 10 de abril.

El régimen comunista ha atribuido todas estas medidas a las amenazas proferidas por Corea del Sur y Estados Unidos, con las que "han rebasado los límites", pasando de "la fase de la amenaza y el chantaje a la temeraria fase de guerra actual".

Estos movimientos se enmarcan en la escalada de tensión regional, que comenzó el año pasado, con los lanzamientos de cohetes de largo alcance de abril y diciembre, y que ha continuado en 2013, con la prueba nuclear del pasado 12 de febrero, por parte de Corea del Norte.

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha condenado estas acciones, al considerar que violan las resoluciones que prohíben a Corea del Norte desarrollar y usar tecnología nuclear y de misiles balísticos.