El comandante del Cuerpo de Marines surcoreanos, teniente general Yoo Nak Joon, prometió emprender una venganza "mil veces mayor" contra Corea del Norte por el ataque emprendido el pasado martes, en el cual murieron dos marines y dos civiles surcoreanos.
"Todos los marines, incluidos los marines en servicio y los marines de reserva, vengarán a los dos a cualquier coste, manteniendo en mente la ira y hostilidad de hoy", declaró Yoo en los actos funerarios por los dos militares fallecidos. "Pondremos nuestros sentimientos de rabia y rencor en nuestros huesos y nos vengaremos de Corea del Norte", añadió.
Después del funeral se celebraron en la capital, Seúl, hasta tres manifestaciones en contra del régimen de corea del Norte. En el centro de la ciudad se congregó en torno a un millar de veteranos del Cuerpo de Marines, quienes gritaron que "es el momento de la venganza" y abogaron por "asaltar el palacio presidencial de Pyongyang".
El nuevo ministro de Defensa, Kim Kwan Jin, ya ha apuntado a la necesidad de "enfrentarse con firmeza a las provocaciones de Corea del Norte" y "responder varias veces con la misma fuerza".
Mientras, el portaaviones estadounidense USS George Washington, propulsado mediante energía nuclear, se dirige desde Japón hacia el mar Amarillo para participar en maniobras conjuntas con las fuerzas surcoreanas. El portavoz del Pentágono Darryn James argumenta que Estados Unidos ha operado "rutinariamente" en estas aguas "durante años".
