Los 28 discuten reforzar Frontex y lanzar una misión militar contra traficantes de inmigrantes

  • Sopesan un plan de repatriaciones rápidas y un programa piloto de acogida de refugiados

Los líderes de la Unión Europea (UE) comenzaron con un minuto de silencio una cumbre extraordinaria para aprobar un plan de acción con medidas concretas destinadas a responder a la crisis migratoria creada tras la muerte de más de mil inmigrantes en las últimas semanas en el Mediterráneo.

"La Unión Europea no es responsable pero sí tiene un papel que desempeñar para estabilizar la situación e impedir que muera más gente", dijo al inicio de la reunión el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.

Tusk también indicó a su llegada a la reunión que este "es un problema europeo, no solo un problema para los países del sur de Europa. Tenemos una responsabilidad común para resolverlo y pido a la cumbre de hoy que movilice todos los esfuerzos".

Por su parte, la jefa de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini, confió en que la UE dé una respuesta "de manera concreta" al drama migratorio, y aseguró que "se trata de salvar vidas, proteger a la gente, los derechos humanos y la seguridad", teniendo en cuenta "los valores centrales fundamentales sobre los que está construida la UE".

"Los líderes de la UE queremos abordar la cuestión de cómo puede y debe reaccionar Europa de forma unitaria" ante este fenómeno, dijo la canciller alemana, Angela Merkel, a su llegada al encuentro.

El presidente francés, François Hollande, indicó que la primera decisión que espera es "el refuerzo de la presencia de Europa en el mar y también de la vigilancia", para lo que debe acordarse "un refuerzo considerable de los medios" y garantizó que "Francia contribuirá a ello".

Lamentó también que, tras la intervención internacional liderada por la OTAN hace tres años y medio en Libia, "no se haya hecho ninguna reflexión sobre lo que iba a pasar después", por lo que afirmó que "ahora se trata de enmendar los errores del pasado".

"Queremos ambición, pensamos que es grave y dramático, estamos movilizando barcos y medios militares para reforzar las operaciones tanto de salvamento como de control", afirmó por su parte el primer ministro de Bélgica, Charles Michel.

Michel indicó que espera que en la cumbre se tomen "decisiones que vayan en la buena dirección" e hizo hincapié en la necesidad de avanzar en el desarrollo de los países de origen, punto en el que se también refirió a la situación de inestabilidad que atraviesa Libia, "que abre la vía a graves problemas".

"Está claro que hay que reforzar la solidaridad europea", consideró el primer ministro de Estonia, Taavi Roivas, quien dijo que "entendemos los retos a los que hacen frente los países más expuestos".

En otra línea, el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, señaló que no es el momento de "echar la culpa a uno u otro" y defendió la importancia de la prevención y la cooperación, frente a las operaciones de carácter militar.

"El objetivo no es decir: 'No hay problema, aquí en Europa sois bienvenidos'. Sabemos que luego habrá discusiones en ciertos países sobre las acogidas y los procedimientos a dar. Creo que lo que es importante es hacer prevención", aseguró.

PLAN DE 10 PUNTOS

La primera iniciativa que plantea Bruselas a los líderes europeos consiste en reforzar las operaciones de Frontex en el Mediterráneo, aumentando sus recursos financieros y el número de activos. También se ampliará su zona de acción, que en la actualidad es frente a las costas de Italia, para que pueda intervenir más lejos.

Sin embargo, todavía no se ha aclarado en cuánto aumentarán los medios de 'Tritón' ni de dónde saldrá el dinero y los activos, algo que podrían concretar los líderes europeos.

En segundo lugar, los jefes de Estado y de Gobierno discutirán lanzar una misión civil y militar para capturar y destruir los barcos que utilizan los traficantes de inmigrantes en el Mediterráneo, que seguirá el modelo de la operación Atalanta contra la piratería.

La UE ha constatado que hay una escasez de embarcaciones en Libia y que los traficantes obligan a menudo "a punta de pistola" a las personas que rescatan a los inmigrantes a devolver los barcos. Pero aún no está claro cuál será el mandato de esta operación ni si se desarrollará por tierra o mar.

Asimismo, Europol, Eurojust, Frontex y la Agencia de Asistencia al Asilo (EASO) trabajarán conjuntamente para reunir información sobre el modus operandi de los traficantes, hacer un seguimiento de su financiación y colaborar en las investigaciones de los Estados miembros.

Para repartir el esfuerzo entre los Estados miembros, una de las cuestiones más polémicas, Bruselas plantea un proyecto piloto voluntario de acogida de refugiados y estudiar opciones para un mecanismo de emergencia de reparto de inmigrantes.

La UE pondrá en marcha además un nuevo programa de repatriación rápida de inmigrantes irregulares coordinado por Frontex desde los Estados miembros más afectados. EASO desplegará equipos en Italia y Grecia para procesar peticiones de asilo y todos los Estados miembros se comprometen a tomar las huellas de todos los inmigrantes.

En el ámbito de la política exterior, la UE se compromete a intensificar los esfuerzos para lograr un Gobierno de unidad nacional en Libia, el país de donde parten la mayor parte de los barcos de inmigrantes, y a aumentar la colaboración con Níger en la lucha contra redes de tráfico de seres humanos.

Además, se desplegarán funcionarios expertos en inmigración en las delegaciones de la UE en los países terceros considerados clave para recabar información sobre flujos migratorios.