Espeluznante historia, la que nos llega desde Pakistán. El consejo de una aldea ha ordenado la violación de una joven adolescente. Es el castigo que ha tenido que pagar, en venganza por una violación que -supuestamente- cometió su hermano, contra otra menor. Su caso, no es -ni mucho menos- un hecho aislado.
Tiene 16 años, es pakistaní ya acaba de ser violada delante sus padres por orden del consejo de sabios de su aldea. El motivo, su hermano violó a otra menor de 13 años. La familia de esta última denunció la agresión al consejo de sabios local. La sentencia fue una violación por otra. La decisión ya ha tenido consecuencias.
La policía pakistaní ha detenido a los 25 ancianos del consejo que ordenaron ese castigo, pero el sospechoso de llevar a cabo esa segunda violación continúa en paradero desconocido.
Estos consejos de sabios tienen mucha presencia en las áreas rurales del país y actúan al margen de la ley ordinaria. Su objetivo es mediar en las disputas familiares y vecinales, pero las mujeres siempre reciben los castigos más crueles.
Amnistía Internacional denuncia que la mujer no es una moneda de cambio para saldar ajustes de cuentas. Al mismo tiempo, el primer ministro de Pakistán ha dimitido tras ser inhabilitado por parte del Tribunal Supremo. Le acusan fraude fiscal. Hay sociedades a nombre de su familia en paraísos fiscales, según los Papeles de Panamá.
