El jefe de los bomberos lusos cuestiona que un rayo provocase el incendio

  • Asegura que el impacto de un rayo llegó bastante más tarde del inicio del incendio y cuando éste tenía ya grandes proporciones
  • Portugal domina el fuego en Pedrógão Grande, aunque siguen activos varios focos al norte

Portugal ha conseguido dominar el fuego que se inició el sábado pasado en Pedrógão Grande y que dejó al menos 64 víctimas mortales, aunque continúan activos otros focos al norte de este municipio, en Góis y Pampilhosa da Serra.

Un gravisimo incendio que vuelve a estar en el centro de la polémica ya que este miércoles el presidente de la Liga de los Bomberos portugueses, Jaime Marta Soares, ha cuestionado que fuese un rayo el causante del devastador incendio que azota el centro de Portugal, tal y como apuntó la Policía Judicial (PJ). "Tengo el convencimiento de que el impacto de un rayo llegó bastante más tarde del inicio del incendio. El inicio del incendio fue a las 15.00 y el rayo fue un tiempo más tarde, cuando el incendio ya tenía grandes proporciones", dijo Marta Soares a la cadena de televisión lusa SIC.

VERSIONES CONTRADICTORIAS

Su versión no coincide con la de la PJ, que indicó el domingo que barajaban como causa más probable del fuego el impacto de un rayo contra un árbol seco, una explicación ante la que Marta Soares se mostró escéptico por la celeridad con la que se dio, menos de 24 horas después de que se conociera la tragedia.

"Justo después del acontecimiento, solo porque un árbol daba muestras de haber recibido el impacto de un rayo... Yo también estuve en muchos incendios donde cayeron rayos y el incendio ya tenía horas de desarrollo", comentó.

Por eso, consideró que se trata "de una cuestión que tiene que ser muy bien analizada para decir que fue realmente así" como se originaron las llamas, aún activas en los municipios de Pedrógão Grande y Góis, en el centro del país.

Portugal consiguió hoy dominar el fuego que se inició el sábado pasado en Pedrógão Grande y que dejó al menos 64 víctimas mortales, aunque continúan activos otros focos al norte de este municipio, en Góis y Pampilhosa da Serra. El comandante de Protección Civil de Portugal, Vítor Vaz Pinto, anunció en rueda de prensa que el incendio de Pedrógão Grande está dominado y el fuego no va a avanzar más allá del perímetro establecido, que tiene una extensión de 153 kilómetros.

Dentro de ese perímetro existen "varias bolsas" de hasta 20 hectáreas de tamaño que no ardieron, aunque fueron afectadas por el incendio, por lo que van a mantener todo el dispositivo que está en el terreno y controlar posibles reactivaciones. "Vamos a mantener los medios, porque tenemos el problema de que hay otros incendios en el país. No podemos descuidar los otros incendios y tener todos los medios sólo en un lado, porque si no vamos a tener más situaciones como ésta", señaló.

Según la página web de Protección Civil, actualmente trabajan en Pedrógão Grande 1.200 efectivos, apoyados por más de 400 vehículos terrestres y tres medios aéreos. Aunque este incendio ha sido dado por dominado, permanecen activos dos focos preocupantes a unos 40 kilómetros al norte de Pedrógão Grande, en Góis y Pampilhosa da Serra, que hoy se han reavivado ayudados por las altas temperaturas y el viento.

En estos focos trabajan también más de 1.100 bomberos y efectivos de otros cuerpos de socorro, con 14 aeronaves.

El último balance de víctimas mortales, aún provisional, se mantiene en 64, mientras que los heridos son 179 en Pedrógão y 25 en Góis. No se han ofrecido cifras oficiales de evacuados ni de las hectáreas ardidas durante estos incendios que arrasan desde el fin de semana el centro de Portugal.

PROSIGUEN LAS TAREAS DE EXTINCIÓN

Los bomberos que combaten el incendio en el término municipal portugués de Góis, uno de los más preocupantes en la jornada del martes, se mostraron hoy más optimistas y esperanzados ya que durante la noche han conseguido controlar varios frentes y solo dos siguen activos. El comandante Pedro Nunes, adjunto del Comando Nacional de Bomberos, dijo a la prensa en el centro de operaciones instalado en Góis, a unos 40 kilómetros al norte de Pedrógão Grande, que el combate a estos dos frentes "se desarrolla de forma favorable" y que el objetivo es "tener buenas noticias al final del día".

Las tareas de extinción se han intensificado esta mañana con un total de once "aviones pesados" que trabajan desde primera hora junto a los efectivos terrestres, según datos de Protección Civil. Entre ellos se encuentran tres equipos de bomberos españoles procedentes de Madrid, Andalucía y Galicia que han sido repartidos en varias localizaciones, explicó Nunes.

El comandante indicó asimismo que durante la noche han sido desalojadas dos poblaciones de la zona "por prevención", que se unen a la treintena de pueblos evacuados este martes. El regreso de los habitantes, precisó, se determinará después de que las autoridades locales realicen hoy una evaluación de seguridad.

Tras el avance de las llamas hacia el norte registrado en las últimas horas, las tareas de extinción se reparten hoy entre Góis y Pedrógão Grande, donde todavía no ha sido controlado el fuego declarado el pasado sábado en el que perdieron la vida al menos 64 personas.

Para ambas zonas el Instituto Portugués de Mar y Atmósfera (IPMA) prevé hoy temperaturas de 38 grados y vientos suaves que podrían complicar la lucha contra las llamas, aunque los cielos despejados han insuflado optimismo a los bomberos, que podrán utilizar ahora los aviones que en días pasados tuvieron limitado su trabajo por falta de visibilidad.

2.300 EFECTIVOS Y 802 MEDIOS TERRESTRES

La lucha contra el incendio se reparte hoy entre los municipios de Góis y Pedrógão Grande, donde hay desplegados más de 2.300 efectivos apoyados por 802 medios terrestres, según datos de Protección Civil. En el cuarto día de tareas de extinción, los bomberos continúan tratando de controlar el fuego desatado el sábado en Pedrógão Grande, en el distrito de Leiria, donde murieron 64 personas, según los últimos datos aún provisionales. Otras 160 personas resultaron heridas, aunque esta cifra incluye los afectados en otros fuegos de la zona.

El control de las llamas, que las autoridades lusas preveían conseguir este martes, se ha complicado considerablemente con el avance del fuego hacia el norte, hasta alcanzar Góis, a 40 kilómetros de Pedrógão Grande. La amenaza del voraz incendio ha obligado a desalojar una treintena de pueblos en Góis y en el municipio de Pampilhosa da Serra, una situación a la que se hará frente hoy con la llegada de refuerzos internacionales.

En las últimas horas, se han incorporado a los trabajos de extinción ochenta bomberos españoles, que se unen a los 200 militares, 25 bomberos y seis aviones enviados desde Madrid a través de la colaboración bilateral entre países y del mecanismo europeo de protección civil. Un avión Canadair de Marruecos reforzará a la flota de las aeronaves de este tipo -también llegados de Italia y Francia- que intentan colaborar en las tareas de extinción y cuya labor se ha visto complicada en días pasado por el denso humo que cubre algunas zonas.

Las suaves temperaturas registradas durante la noche en Góis y Pedrógão han ayudado a los bomberos a evitar el avance de las llamas, tarea que se prevé complicada con los 38 grados y vientos suaves en la zona que prevé para hoy el Instituto Portugués de Mar y Atmósfera.