El Vaticano detiene al español Vallejo Balda por sustraer documentos reservados

  • Ha sido tenido juntoa la laica italiana Francesca Chaouqui
  • Fue secretario de la ya disuelta Comisión investigadora de los organismos económicos de la Santa Sede

El sacerdote español Lucio Angel Vallejo Balda y la laica italiana Francesca Chaouqui, fueron interrogados y detenidos durante este fin de semana como sospechosos de difundir información confidencial del Vaticano, según ha informado la Santa Sede.

Ambos formaron parte en el pasado de la Comisión para el estudio y la dirección en la organización de las estructuras económico-administrativas del Vaticano (COSEA) como secretario y miembro de la misma, respectivamente. Esta comisión fue instituida por el Papa Francisco en julio de 2013 y disuelta cuando finalizó su mandato. Tras el interrogatorio, ambos fueron detenidos para continuar la investigación.

El promotor de Justicia del Vaticano, Gian Piero Milano, y su adjunto, Roberto Zannotti, ha confirmado la detención, aunque ha precisado que se ha puesto en libertad a Francesca Chaouqui, contra la que no se han encontrado evidencias que aconsejen la medida cautelar de detención, entre otros motivos, por su colaboración en la investigación. Por el contrario, la situación de Vallejo Balda se mantiene bajo consideración por parte de la Oficina del Promotor de Justicia.

La Santa Sede recuerda que la divulgación de la información y los documentos confidenciales es un delito recogido en la Ley IX del Estado de Ciudad del Vaticano. Asimismo, señala que los hechos anunciados son, como en el pasado, resultado de una "traición grave de la confianza depositada por el Papa Francisco".

En cuanto a los presuntos autores de este tipo de actos, advierte de que se está llevando a cabo una investigación, cuyas implicaciones y medidas penales son objeto de estudio por parte de la Oficina del Promotor de Justicia, con el objetivo de implementar medidas adicionales, "recurriendo, si es necesario, la cooperación internacional".

Finalmente, el Vaticano advierte de que las publicaciones de este tipo no contribuyen de "ninguna manera" a dar luz a la claridad y la verdad, sino más bien a "crear confusión e interpretaciones parciales y tendenciosas". "Hay que evitar absolutamente el error de pensar que esto es una manera de ayudar a la misión del Papa", concluye en un comunicado.

El Vaticano había denunciado este mismo domingo 1 de noviembre el intento de robo del ordenador perteneciente al revisor general de la Santa Sede, Libero Milone, encargado de supervisar la contabilidad de la Curia Romana, según informaba el diario Il Corriere della Sera.

Según el periódico Milone designado por el Papa en junio para supervisar y controlar las cuentas de todos los organismos e instituciones vaticanas, ha presentado una denuncia ante la Gendarmería vaticana de consecuencia ha vierto una investigación para esclarecer los hechos de esta supuesta infracción informática.

Además se ha detallado que los autores de este delito podrían haber accedido a "documentos sobre las revisiones contables o sobre la reorganización en curso de los dicasterios (ministerios vaticanos)". El Vaticano no se ha pronunciado ante estas acciones y solo ha comentado que "no tiene "nada que decir".

Los medios italianos se refieren a este caso como Vatileaks 2 por su similitud con el escándalo que supuso en 2012 la revelación de la correspondencia privada de Benedicto XVI su mayordomo Paolo Gabriele.

Esta previsto que esta semana se publiquen dos libros sobre el tema de las finanzas vaticanas: El nuevo de Nuzzi, "Via Crucis" (publicado por Chiarelettere), y el de Emiliano Fittipaldi, "Avarizia" (de la editorial Feltrinelli), que promete mostrar "las cartas que revelan la riqueza, los escándalos y los secretos de la Iglesia de Francisco".

El Vaticano señaló hoy que "claramente" estos libros son "fruto de una grave traición de la confianza del papa" y criticó que los autores se han beneficiado de "un acto gravemente ilícito ", como la filtración de documentación reservada. Por esta razón la Santa Sede no excluye "otras eventuales medidas" y, si fuera necesario, recurrirá a la "cooperación internacional".

VALLEJO BALDA

El español, nacido en 1961 en Villamediana de Iregua (La Rioja), es licenciado en Teología Espiritual y doctor en Teología y está especializado en asuntos económicos.

Es miembro de una asociación intrínsecamente unida al Opus Dei, la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, aunque no cuenta con el derecho de intervenir en nombre de la Obra, subrayó en un comunicado la Prelatura del Opus en la capital italiana.

El español ya se vio involucrado en la polémica el día de la canonización de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II, en mayo de 2014, cuando asistió a un lujoso almuerzo en la azotea de la prefectura de Asuntos Económicos y que fue desaprobado por el papa.

La divulgación de material clasificado es un delito penado por la legislación vaticana, que prevé penas de entre seis meses y dos años de reclusión a quien "se apropie ilegalmente o revele noticias o documentos que esté prohibido divulgar".