Valls asume como primer ministro francés

  • Se autoimpone la labor de "responder a la demanda de justicia y de justicia social"

Manuel Valls tomó el relevo de Jean-Marc Ayrault como primer ministro francés, en una jornada en la que multiplicó los contactos para la formación de un Gobierno que pretende mantener una serie de equilibrios en la izquierda.

En un intento de aunar posiciones dentro de su campo político, Valls se esforzó en subrayar que el presidente francés, el socialista François Hollande, le ha marcado "una hoja de ruta para ir más lejos, más rápido" en el camino recorrido por Ayrault en sus veintidós meses de mandato.

Se trata, en concreto, de "responder a la demanda de justicia y de justicia social (...) que las elecciones municipales han revelado con más fuerza todavía", destacó Valls en el acto de traspaso de poderes celebrado en el palacete de Matignon, residencia oficial del primer ministro.

Una alusión directa al revés histórico sufrido por los socialistas en particular y por la izquierda en general en los últimos comicios locales, que les va a suponer la pérdida de las alcaldías de más de 150 ciudades de todo el país.

Valls rindió homenaje a su predecesor en el cargo, con el que se identificó en tanto que "socialista", "republicano" y patriota", y le aseguró que piensa continuar con el trabajo iniciado para "la recuperación de nuestro país, de nuestra economía, de nuestra industria".

Una vez que Ayrault salió del palacete acompañado de su mujer en dirección a su feudo electoral de Nantes (se especula con que en un mes podría recuperar el acta de diputado), el nuevo primer ministro francés retomó su tarea más urgente, la formación de gabinete, complicada por las suspicacias que despierta su personalidad.

Su primera cita en Matignon fue con el presidente de la Asamblea Nacional francesa, el socialista Claude Bartolone, una pieza importante, ya que Valls deberá ser refrendado como primer ministro por los diputados, a los que además someterá en unas semanas la principal reforma pendiente de Hollande, el llamado "pacto de responsabilidad".

Se trata de proceder a una rebaja masiva de las cotizaciones sociales de las empresas para tratar de mejorar su competitividad, lo que el presidente de la República se ha comprometido a hacer sin aumentar otros impuestos, con una reducción del gasto público de 50.000 millones de euros.

El primer ministro recibía más tarde al primer secretario del Partido Socialista (PS), Harlem Désir, a la búsqueda de un respaldo de su propia formación en un momento en que algunos miembros destacados de su ala izquierda, como el diputado Henri Emmanuelli y la senadora Marie-Noëlle Lienneman, han advertido de que no les gusta su orientación.

Más difícil lo tiene todavía para hacerse con el favor de los ecologistas, después de que los dos ministros salientes de este partido, Cécile Duflot (Vivienda) y Pascal Canfin (Desarrollo), anunciaran su intención personal de no seguir en la coalición por sus discrepancias en asuntos como la inmigración.

En el que hasta hoy había sido su ministerio, el de Interior, el nuevo jefe del Gobierno se reunió esta mañana con responsables ecologistas, a los que prometió implicarse en la "transición energética" y en la "descentralización", así como en acciones en favor de la "justicia social".

Poco antes, estuvo con el titular francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, uno de los pesos pesados del Ejecutivo, sobre el que no se albergan dudas de que seguirá en el gabinete, como ocurre con el jefe de la diplomacia, Laurent Fabius, o con el ministro de Industria, Arnaud Montebourg.

La situación no es la misma para ministros como el de Finanzas, Pierre Moscovici; la de Justicia, Christiane Taubira, o el de Educación, Vincent Peillon, que podrían dejar sus puestos o, cuando menos, cambiar de cartera.

Entre las múltiples especulaciones, uno de los nombres que más suena como nueva cara en el Gobierno es el de la exministra y excandidata presidencial socialista Ségolène Royal, quien fue durante casi 30 años pareja de Hollande, madre de sus cuatro hijos y actual presidenta de la región francesa de Poitou Charentes.

Dado que Hollande debe participar a partir de mañana por la tarde en Bruselas en la cumbre Unión Europea-África, lo más probable es que el nombre de los ministros del nuevo Gobierno francés se anuncie por la mañana.