La UE y el Reino Unido comienzan la negociación final para impedir el "Brexit"

  • Tusk asegura que en la cumbre se afianzará la construcción europea o se producirá una ruptura
  • Schulz alerta de la inquietud de la Eurocámara en varias propuestas para Londres

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) y el primer ministro británico, David Cameron, iniciaron dos días de negociaciones en los que intentarán cerrar un acuerdo que motive la permanencia del Reino Unido en el club comunitario.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, quien mantuvo antes del encuentro a Veintiocho una reunión bilateral con Cameron, aseguró que se trata de una cumbre en la que se afianzará la construcción europea o se producirá una ruptura.

Cameron, por su parte, aseguró al llegar al encuentro que no aceptará ningún acuerdo que no recoja las necesidades planteadas por Londres, al tiempo que recalcó que prefiere hacer las cosas bien que cerrar un pacto rápidamente.

SCHULZ ALERTA DE LA INQUIETUD DE LA EUROCÁMARA EN VARIAS PROPUESTAS PARA LONDRES

El presidente del Parlamento Europeo (PE), Martin Schulz, advirtió a los líderes comunitarios de que la institución tiene preocupaciones sobre varias de las propuestas que negocia la cumbre europea para alcanzar un acuerdo con el Reino Unido y que habrá que resolverlas antes de que llegue al pleno.

En su intervención ante los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE), el socialdemócrata alemán Schulz les explicó que hay que evitar malentendidos antes de que la Eurocámara tenga que debatir y adoptar el acuerdo.

En primer lugar, Schulz recalcó que el concepto de una "Unión cada vez más estrecha" consagrada en el Tratado no debe ser solo sobre el pasado, sino también sobre el futuro, es decir una mayor integración, justo lo que Londres quiere descartar y aclarar, dado que no quiere avanzar hacia una mayor unión política.

En segundo lugar, criticó que el primer ministro británico, David Cameron, quiera crear una "unión de múltiples monedas" porque el Tratado es muy claro al respecto: "La moneda de la UE es el euro" y su país ya tiene garantizado no sumarse al euro. "¿Por qué habría que tener alguna necesidad de aclarar esto?", se preguntó.

Está todo "clarísimo", agregó Schulz, para quien abrir este capítulo podría crear el riesgo de ambigüedades e ir en detrimento del funcionamiento de la Unión Económica y Monetaria.

"Tenemos que evitar un veto de facto de algún Estado miembro en el Consejo Europeo sobre asuntos de la eurozona", recalcó, en referencia al mecanismo que se pretende crear para dar voz a los países de fuera del euro cuando les afectan decisiones de los diecinueve países de la moneda única.

Además, añadió ante los líderes comunitarios, hay que evitar crear "nuevas uniones paralelas e instituciones paralelas" y dividir la UE en diecinueve países del euro y en nueve no miembros. Para Schulz, el lema "Ninguna desventaja para miembros de fuera del euro" no puede traducirse en "ventajas para los no miembros".

El presidente de la Eurocámara también subrayó que resolver ciertos problemas con la libertad de circulación en un país concreto por abuso del sistema social no puede resolverse "a costa de la discriminación entre ciudadanos comunitarios". "Depende de los Estados miembros decidir cómo quieren estructurar sus prestaciones y sus sistemas de seguridad social", dijo.

Pero el mecanismo de freno que permitiría al Reino Unido restringir el acceso a estos beneficios a trabajadores comunitarios que entren nuevos en el mercado laboral significaría que "dos trabajadores, ambos de la UE y que pagan los mismos impuestos y hacen el mismo trabajo, sin embargo no reciban durante algún tiempo la misma prestación" en ese país.

"La Eurocámara luchará contra la discriminación entre ciudadanos comunitarios. La no discriminación y el trato igualitario son principios fundamentales de la Unión", reiteró.

En cuarto lugar, Schulz se mostró sorprendido por que los líderes acepten la propuesta que permitiría a los parlamentos nacionales frenar propuestas de la Comisión Europea si suman más del 55 % de los votos asignados, dado que supondría una "interferencia directa y automática en sus decisiones como colegisladores en el Consejo".

Abogó por ello por una cooperación con los parlamentos nacionales bien organizada que no entorpezca el funcionamiento del proceso legislativo y no "distraiga" a las asambleas nacionales de su principal tarea: asegurar la rendición de cuentas a los gobiernos.

Por último, pidió que el nuevo encaje del Reino Unido en la UE no suponga que otros países empiecen a presentar sus listas de deseos en futuros cambios del Tratado, pues sería "abrir la caja de Pandora".