Suben a diez los soldados muertos en combates en el noreste del Líbano

Carru Líbano
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Al menos diez soldados murieron, 25 sufrieron heridas y 13 están desaparecieron en los combates entre las fuerzas libanesas y yihadistas en el noreste del Líbano, informó hoy el jefe del Ejército libanés, Jean Kajwayi.

En declaraciones a la prensa difundidas por la Agencia Nacional de Noticias (ANN), el general indicó que el responsable del Frente al Nusra (rama siria de Al Qaeda) detenido e identificado como Amer Ahmad Yomaa confesó en un interrogatorio que estaba planificando "una gran operación contra el Ejército".

Los combates, iniciados en la tarde del sábado tras la captura de Yomaa por las fuerzas armadas, continúan hoy en Arsal, donde las fuerzas de seguridad tratan de expulsar a los yihadistas.

Dos civiles murieron también ayer cuando trataban de impedir que los extremistas se hicieran con el control de la comisaría de Arsal, si bien se desconoce la cifra de víctimas entre los radicales.

El jefe del Ejército negó que los enfrentamientos comenzasen por la detención de Yomaa y apuntó que "ese ataque terrorista no se debe al azar o a la casualidad, sino que fue planificado hace mucho tiempo y solo se esperaba el momento oportuno" para realizarlo.

Kajwayi reiteró que sus fuerzas están preparadas para hacer frente a la "amenaza takfiri" (extremista suní), pero instó a actuar con rapidez, ya que -de lo contrario- "esos grupos se beneficiarán de lo que ocurre en Arsal y actuarán en otras regiones".

Precisó que quienes atacaron a las fuerzas de seguridad son mayoritariamente extranjeros y trabajaban supuestamente en colaboración con refugiados sirios en esa región.

Además, pidió que se trabaje para evitar que los lugares donde se concentran los sirios en el Líbano se conviertan en "fuentes de terrorismo".

"La geografía del Líbano no está alejada de esas amenazas", agregó el responsable militar, que subrayó que el Ejército actuará para impedir que los conflictos en Siria e Irak traspasen fronteras y afecten al Líbano.

La región de Arsal, de mayoría suní, es fronteriza con Siria y desde que comenzó el conflicto en ese país en 2011 se ha convertido en un blanco para los yihadistas y para el Ejército sirio, que la bombardea por tierra y aire.