Salvini y Le Pen prevén una "revolución" soberanista en los próximos comicios europeos

  • Salvini: "Estamos en contra de la Unión Europea pero no contra Europa"

El vicepresidente italiano, Matteo Salvini, y la líder de extrema derecha francesa, Marine Le Pen, vaticinaron hoy una "revolución" en las elecciones europeas, de las que emergerá un "frente de la libertad" con un modelo de naciones con más soberanía.

Los dos líderes ultraderechistas se reunieron en Roma, en la sede de un sindicato próximo a la Liga de Salvini, y repasaron los puntos de su ideario ante las elecciones europeas del próximo 23 de mayo, aunque insistieron en que no se trataba de un acto electoral.

Salvini consideró que las elecciones implicarán "el final de un recorrido, de una revolución del sentido común que está recorriendo toda Europa" y también otros puntos del planeta, y celebró el éxito en la primera vuelta de Brasil del candidato ultra Jair Bolsonaro. "Estamos aquí para dar sentido y alma a un sueño de Europa que los burócratas europeos han vaciado. Los salvadores de Europa están aquí, no en Bruselas", reivindicó el político italiano, a lo que Le Pen respondió entre risas: "¿Dónde debo firmar?".

Los dos, reconociéndose "soberanistas", rechazaron una lista electoral única en todo el continente pero Salvini apostó por proponer tras los comicios "si es posible candidatos comunes para desempeñar los roles más delicados" en el seno de la Unión Europea.

Marine Le Pen, la líder de la Agrupación Nacional, el antiguo Frente Nacional francés, consideró que está próximo "un momento histórico, con la H en mayúscula, que verá emerger una Europa diferente, la Europa de las naciones, del respeto y de la protección".

Los dos expusieron su idea de una Europa menos centralista, con países con mayor soberanía, que defiende sus fronteras para cortar la inmigración, e fijaron como "enemigos", en palabras del italiano, a los burócratas "atrincherados en los búnker" comunitarios.

Salvini propuso "una comunidad" europea, y no una unión, en el futuro "haga pocas cosas pero bien" y "reconozca la libertad de los distintos países, pueblos y Gobiernos" en legislar libremente sobre materias como la agricultura, la educación, la sanidad o la familia. "Estamos en contra de la Unión Europea pero no contra Europa. De hecho queremos salvar a Europa", resumió Le Pen, quien apostó como "primer objetivo" por dar poder a los distintos pueblos.