Rivales se unen contra Trump para sumar delegados en víspera de más primarias

Donald Trump y Hillary Clinton son de nuevo favoritos para las primarias de este martes en cinco estados de EEUU, aunque los dos rivales del magnate, Ted Cruz y John Kasich, han anunciado un pacto para tratar de evitar que consiga los delegados necesarios para asegurarse la nominación republicana.

En un nuevo "supermartes", mañana habrá primarias en Pensilvania, Maryland, Rhode Island, Delaware y Connecticut, pero el pacto suscrito entre Cruz, senador por Texas, y Kasich, gobernador de Ohio, tiene que ver con otros tres estados que votarán más adelante: Indiana, Oregón y Nuevo México.

Tener a Donald Trump como candidato a la Casa Blanca en las elecciones de noviembre "sería un desastre seguro para los republicanos", advirtió en un comunicado el jefe de campaña de Cruz, Jeff Roe, al revelar la alianza con Kasich a última hora del domingo.

Así, la campaña de Kasich indicó que despejará el camino a Cruz para que el senador tenga más opciones de imponerse en las primarias del 3 de mayo en Indiana, donde los republicanos se juegan 57 delegados y el ganador se los lleva todos.

Según un promedio de los recientes sondeos, Trump cuenta con unos seis puntos de ventaja sobre Cruz en Indiana y, si el magnate suma ese estado a una probable victoria en California el 7 de junio, tendrá mucho más fácil llegar a la cifra mágica de 1.237 delegados para evitar una convención disputada en Cleveland en julio.

En campaña desde Borden (Indiana), Cruz defendió hoy la colaboración con Kasich como una estrategia que favorece al partido y a los votantes republicanos, con el objetivo último de evitar en las elecciones de noviembre una victoria de Hillary Clinton, la favorita para hacerse con la candidatura presidencial demócrata.

En la misma línea, en un acto en Filadelfia (Pensilvania), Kasich detalló que su compromiso es no invertir recursos y esfuerzos en Indiana, mientras que la campaña de Cruz hará lo mismo en su favor en los estados de Oregón, que votará el 17 de mayo, y Nuevo México (7 de junio).

En marzo, también con el objetivo de frenar a Trump, la campaña del entonces aspirante presidencial Marco Rubio hizo un movimiento similar al pedir a sus simpatizantes que votasen por Kasich en las primarias de Ohio. Kasich se impuso finalmente en Ohio, pero el senador Rubio perdió en su estado, Florida, y abandonó de inmediato la contienda.

En su cuenta de Twitter, Trump calificó de fruto de "desesperación" la alianza entre sus dos rivales por la nominación republicana. Según el magnate, que está de campaña en Rhode Island, esa colaboración es una muestra de "debilidad" y refleja que sus dos rivales están "matemáticamente muertos y totalmente desesperados", a lo que se suma que sus donantes "no están contentos con ellos".

Trump, que acumula 845 delegados frente a los 559 de Cruz y los 148 de Kasich, es de nuevo favorito para las primarias de este martes y cuenta con una ventaja de casi 20 puntos en Pensilvania, el estado que repartirá más delegados.

Por el bando demócrata, es Clinton quien se perfila como vencedora de la jornada frente a su único rival, el senador Bernie Sanders, y su ventaja en Pensilvania es de más de 14 puntos, según un promedio de los últimos sondeos de intención de voto.

Sanders está haciendo campaña en Pensilvania, mientras que la antigua secretaria de Estado tiene actividades en Delaware y su marido, el expresidente Bill Clinton, pasará la jornada pidiendo el voto para ella en Connecticut. De acuerdo con una encuesta divulgada hoy, Clinton sería la candidata elegida para llegar a la Casa Blanca entre los más jóvenes, por delante de Trump.

El sondeo, elaborado por el Instituto de Política de la Universidad de Harvard (IOP), concluyó que, entre los posibles votantes de 18 a 29 años de edad, Clinton obtendría el 61% de respaldo frente al 25% del magnate, mientras que un 14% se mostró indeciso.

En una entrevista con la cadena ABC divulgada este fin de semana, Charles Koch, multimillonario y uno de los principales donantes de los republicanos junto a su hermano David, admitió que "es posible" que Hillary Clinton pueda ser una mejor presidenta que cualquiera de los actuales aspirantes conservadores a la Casa Blanca.