Reunión extraordinaria del Gobierno griego para tratar sobre nuevas medidas

El primer ministro griego, Yorgos Papandréu
El primer ministro griego, Yorgos Papandréu |Telemadrid

El primer ministro griego, Yorgos Papandréu, celebra en Atenas una reunión extraordinaria con sus ministros para tratar sobre la adopción de nuevas medidas de austeridad que permitan al país cumplir sus objetivos de reducción del déficit fiscal. La reunión fue convocada por Papandréu, quien el sábado canceló su viaje a Nueva York, donde iba a asistir a la Asamblea General de la ONU y mantener importantes reuniones.

Atenas debe bajar su déficit fiscal hasta el 7,5% del Producto Interior Bruto (PIB) este año, pese a haberse encontrado en las cuentas públicas un nuevo "agujero" de unos 2.000 euros. En un comunicado de anoche en Atenas, la oficina del primer ministro destacó que el viaje se suspendió "debido a las importantes decisiones que el jefe de Gobierno debe asumir en la semana para garantizar que se cumplirá el acuerdo del 21 de julio".

El mencionado acuerdo establece las reformas y recortes que Grecia debe de cumplir para que los socios europeos le presten un segundo rescate, de 160.000 millones de euros. También está a la espera a que la zona del euro, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE) le entregue un tramo de 8.000 millones de euros para poder pagar nóminas y pensiones ya que tiene dinero sólo para cumplir sus obligaciones hasta octubre.

El dominical "Vima" asegura hoy que la "troika" exige a Grecia el despido inmediato de unos 100.000 funcionarios, que aumente impuestos y que privatice inmediatamente varias empresas públicas.

Grecia se había comprometido en julio a cumplir con un programa a medio plazo, hasta 2015, para recaudar 78.000 millones de euros con recortes de pagas adicionales en el sector público, ingresos de unos 50.000 millones en concepto de privatizaciones y alquileres de propiedades estatales y de aumento de impuestos.

Los socios de la zona del euro y de la UE no están convencidos de que Grecia pueda alcanzar estas metas, por lo que ha exigido que Atenas haga más para reducir su enorme déficit, de 10,5% del PIB en 2010 y una deuda que se espera que se situará en el 157,7% del PIB. El ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos, declaró ayer que es "ridículo hablar sobre una salida de Grecia del euro" pero sí reconoció que "atravesamos por momentos muy difíciles.

La misión de los prestamistas para Grecia, prevista para mañana, ha postergado su visita de inspección a Atenas. De esa misión depende la entrega del más reciente tramo del rescate. Mientras, el líder de la oposición, el conservador Antonis Samaras declaró el sábado que "la única solución son las elecciones anticipadas" y prometió que en caso de ganar "renegociará el acuerdo con los acreedores extranjeros".