La Policía iraní desaloja la embajada británica tras tres asaltos de estudiantes islámicos

La Policía desalojó el recinto y las inmediaciones de la embajada británica en Teherán, después de que la legación sufriese tres asaltos de estudiantes islámicos que protestaban por las nuevas sanciones impuestas por Londres a Irán.

Según varios medios iraníes, la situación en la zona de la embajada británica, situada en el norte de Teherán, se normalizó sobre las 20.15 hora local (16.45 GMT), cuando los agentes cargaron contra los estudiantes, que habían iniciado su concentración frente a la legación a las 14.00 hora local (10.30 GMT).

Según Fars, los estudiantes habían mantenido retenidos durante la tarde a seis miembros del personal de la Embajada británica no identificados, que fueron liberados por la policía y entregados a un representante del Reino Unido pasadas las 19.00 horas (15.30 GMT).

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, según la agencia local Mehr, ha manifestado en un comunicado que lamenta "el comportamiento inaceptable de algunos manifestantes" en las instalaciones diplomáticas británicas.

La nota señala que los sucesos se han producido "a pesar de los esfuerzos de la Policía (para evitarlos) y el refuerzo de las medidas de protección de la Embajada (del Reino Unido)" y pide que se adopten "las medidas necesarias para acabar con el problema de forma urgente".

El escrito indica el respeto del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán por la legislación internacional y la inmunidad del personal y los recintos diplomáticas: "La República Islámica de Irán recalca su intención de proteger y preservar los recintos y el personal diplomático", dice.

La agencia oficial IRNA indicó que, sobre las 19.30 hora local, miembros de la policía y estudiantes negociaban dentro del jardín de la embajada el desalojo de la sede diplomática, donde queda un grupo de ocupantes.

Los ocupantes, agrega la agencia, han asegurado que sólo saldrán si se lo ordena el líder supremo de la República Islámica, el ayatolá Alí Jamaneí. Finalmente, han sido desalojados.

Estos mismos estudiantes dijeron a la agencia que han sacado "documentación muy importante" de la embajada del Reino Unido y que la han trasladado a un "lugar seguro".

Mehr indicó, que pasadas las 19.30 hora local, la policía había cargado, con gases lacrimógenos y otro material antidisturbios, contra los manifestantes concentrados en la zona de la residencia del embajador y de la embajada británicas.

La Policía, según Merh, mantiene detenidos a manifestantes capturados en las dos instalaciones diplomáticas británicas, donde Fars afirma que han resultado heridas o lesionadas decenas de personas.

Previamente a este tercer asalto, entorno a la 18:00 horas local, otro grupo de estudiantes islámicos había asaltado por segunda vez la embajaday saquearon y destruyeron alguno documentos en sus locales, informó la agencia estudiantil local ISNA.

La agencia señaló que, pese a la actuación de la Policía, que rodea la legación del Reino Unido, situada en una amplia finca del norte de Teherán, los estudiantes lograron encaramarse al muro de la embajada con banderas y pancartas y un grupo numeroso entró en las instalaciones.

Los concentrados, estudiantes ultraconservadores del régimen islámico, han hecho público a última hora de la tarde un comunicado en el que reiteran la petición de que se expulse de inmediato al embajador británico y se rompan totalmente las relaciones con el Reino Unido, país al que denominan "el zorro viejo".

También afirman que no tienen intención de retirarse del lugar y propugnan la ocupación permanente de la embajada británica, como sucedió con la Estados Unidos el 4 de noviembre de 1979, que duró 444 días y llevó a la ruptura de relaciones de Washington con Teherán.

Este incidente se produce dos días después de que el Parlamento iraní ratificase por amplia mayoría una ley para rebajar el nivel de las relaciones con el Reino Unido al rango de encargado de negocios, lo que supone la retirada de embajadores.

La ley pasó ayer, lunes, su último trámite, al ser convalidada como constitucional por el Consejo de Guardianes de la Revolución iraní, por lo que, según su propio texto, el Ministerio de Asuntos Exteriores tiene dos semanas para aplicarla y reducir al mínimo las relaciones políticas y económicas con el Reino Unido.

La reducción de las relaciones se produce en respuesta a la decisión británica, adoptada el pasado día 21, de imponer nuevas sanciones financieras y a las industrias petrolera y petroquímica de Irán, medidas que también acordaron en esa

fecha Canadá y Estados Unidos.

Estas sanciones se deben a la sospecha manifestada por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de que el programa nuclear iraní tiene una vertiente militar, lo que Teherán ha negado tajantemente y asegura que es exclusivamente civil, con fines pacíficos.

La Unión Europea estudia también la imposición de nuevas sanciones a Irán, mientras que Rusia las ha considerado ilegales e inadecuadas y ha señalado que merman las posibilidades de establecer una negociación con Teherán respecto a su programa nuclear.