Passos Coelho: "Es inequívoco el triunfo de la coalición conservadora lusa"

  • La oposición socialista asume su derrota y descarta pactos a la izquierda

El primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, calificó de "inequívoco" el triunfo de la coalición conservadora que lidera en las elecciones legislativas pese a no lograr la mayoría absoluta. "No conseguimos llegar, como era nuestro deseo, a una mayoría suficiente en el Parlamento" para poder formar un Gobierno estable, dijo el mandatario luso ante sus seguidores en el hotel donde siguió el escrutinio electoral.

Tras asegurar que interpreta "con mucha humildad" el resultado de estos comicios, Passos Coelho subrayó que "sería extraño (...) que quien ganase las elecciones no pudiese gobernar". Con el 95% del voto escrutado, la alianza entre los socialdemócratas del PSD y los democristianos del CDS-PP obtiene cerca de un 39% de los votos, frente al 32 % de su principal rival, el aspirante socialista António Costa.

Passos Coelho insistió en que respeta la decisión de los portugueses y adelantó que buscará los compromisos necesarios para poder continuar el camino de la recuperación económica y de crecimiento del empleo.

En términos similares se pronunciaba su socio y líder de los democristianos, el actual viceprimer ministro, Paulo Portas, quien tomó la palabra en el mismo acto para asegurar que la coalición ganadora interpretará y respetará el deseo de los electores. "Los portugueses quisieron, con total claridad, que el PSD y el CDS gobiernen otros cuatro años", destacó.

Los conservadores lusos lograron el triunfo tras una legislatura marcada por las severas medidas de austeridad aprobadas por su Gobierno a instancias de la troika, como contrapartida por el rescate internacional que le concedieron la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en 2011.

No obstante, su pérdida de apoyos fue evidente, ya que en la cita electoral de 2011 sumaron casi el 50% de los sufragios. También fue significativa en estos comicios la elevada tasa de abstención, que según los datos provisionales volvió a superar el 40%.

LA OPOSICIÓN SOCIALISTA ASUME SU DERROTA Y DESCARTA PACTOS A LA IZQUIERDA

El líder opositor en Portugal, el socialista António Costa, reconoció su derrota en las legislativas frente a la coalición conservadora liderada por Pedro Passos Coelho y descartó, de momento, pactos con los partidos más a la izquierda.

"Nosotros tenemos un programa y respetamos la voluntad de los portugueses, aunque no siempre nos agrade, pero yo voté para tener un Partido Socialista (PS) con mayoría absoluta", dijo Costa, en alusión a un pacto con los marxistas del Bloque de Izquierda y los representantes de la coalición de comunistas y verdes (CDU), con los que podrían formar una mayoría en el Parlamento.

A pesar del duro revés electoral, António Costa, antiguo alcalde de Lisboa, aseguró que no dimitirá "de ninguna manera" y alertó que la "mayoría" de los conservadores del PSD y el CDS-PP "dejó de ser la mayoría", pues perdió su mayoría absoluta, lo que puede debilitar un futuro gobierno.

El líder de la coalición conservadora en el Gobierno luso, Pedro Passos Coelho, obtendría en torno al 39% de los votos con casi todo el escrutinio completado, lejos de la mayoría absoluta que tenía en 2011, mientras que el PS se quedaría con el 32%.

"Hay una gran mayoría de portugueses que votó por el cambio político pero, desgraciadamente, no se tradujo en una mayoría de gobierno" para los socialistas, agregó el secretario general del PS. Cuestionado sobre una alianza con el Bloque de Izquierda, tercera fuerza con un 10% de los votos, y con la CDU, en torno al 8 , António Costa no abrió juego y apenas reconoció que muchos votos de la izquierda moderada fueron para estas dos formaciones más a la izquierda que el PS.

En un discurso prudente, dijo que no apoyará un gobierno de centro-derecha, pero también señaló que no estará en un ejecutivo "con una mayoría débil". "El PS tendrá su reunión política el martes y el partido hará serenamente la evaluación de los resultados electorales", agregó.

Sin expresarse contundentemente, tanto la CDU y el BE han insinuado que la pelota está en el tejado de los socialistas en caso de que se quiera lograr un Gobierno de izquierdas.