Obama espera un acuerdo con los republicanos sobre la deuda, antes de 36 horas

  • Si no hay acuerdo entes del 2 de agosto, EEUU entrará en suspensión de pagos, por primera vez en su historia
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El presidente de EEUU, Barack Obama, considera que "es hora de tomar una decisión" sobre la crisis de deuda que vive el país e instó a los líderes republicanos en el Congreso a esforzarse para llegar a un acuerdo este fin de semana.

Obama ha convocado una conferencia de prensa para este viernes a las 11 de la mañana hora local (15:00 GMT) para explicar las intensas negociaciones que ha mantenido toda esta semana con la oposición, informó hoy la Casa Blanca.

24 O 36 HORAS

Pese a que el presidente busca tener un principio de acuerdo en las próximas 24 a 36 horas, republicanos y demócratas no se reunirán el viernes en la Casa Blanca, como sí lo han hecho toda esta semana, según señalaron fuentes del partido demócrata a la cadena CBS.

En su lugar, el presidente instó a los congresistas a seguir trabajando desde el Congreso, al considerar que ya tienen toda la información "detallada" que necesitan para esbozar las bases de un acuerdo. "Ha llegado la hora de tomar una decisión", dijo el presidente, según las mismas fuentes.

Las frenéticas negociaciones buscan un consenso entre los partidos para elevar el techo de la deuda antes de que llegue el dos de agosto, fecha en que caduca el anterior límite de 14,29 billones de dólares y en la que, por tanto, Estados Unidos entrará en suspensión de pagos, por primera vez en su historia.

Obama, cuya propuesta inicial estaba ligada a una ambiciosa reducción del déficit valorada en unos cuatro billones de dólares en los próximos diez años, sigue abogando por el "acuerdo más amplio posible", pero se muestra ahora más dispuesto que antes a aceptar un plan más modesto, con un recorte de unos dos billones de dólares. Pero la propuesta de Obama, que incluye concesiones demócratas como los recortes a la Seguridad Social, sigue contemplando subidas de impuestos a los más adinerados, algo que los republicanos aseguran que no aceptarán.

La idea que parece más viable es un paquete moderado de reforma de impuestos, que puedan aceptar quienes mantienen posiciones más rígidas en cada partido. De fallar el resto de alternativas, la Casa Blanca ha aceptado como plan de contingencia el propuesto por el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell.

El plan, desvelado hoy por el senador, concedería al presidente la máxima autoridad a la hora de elevar el techo de la deuda, pero después de esa acción unilateral debería ceder el relevo al Congreso para que decidiera dónde y cómo hacer los recortes necesarios.

ITALIA SE PREPARA PARA LOS RECORTES

Superado el voto de confianza, al Gobierno de Silvio Berlusconi sólo le queda el sí del Parlamento para dar luz verde al plan de ajuste con el que pretende ahorrar 79.000 millones de euros entre 2011 y 2014.

El Ejecutivo obtuvo la confianza de la Cámara de los Diputados con 316 votos a favor, 284 en contra y 2 abstenciones, en lo que supone un test orientativo del resultado que puede llegar en la votación final del plan de ajuste.

El plan de austeridad, que pretende lograr el equilibrio en las cuentas públicas en 2014, consta de cuatro fases de recortes: 3.000 millones de euros para 2011, 6.000 millones de euros para 2012, y 25.000 y 45.000 millones de euros para 2013 y 2014, respectivamente, lo que deja el mayor peso de ahorro para la próxima legislatura.

Centra su afán de ahorro y recaudación para las arcas públicas en los recortes a las pensiones y retraso a la edad de jubilación, así como en la reducción de los beneficios fiscales para asuntos como tener hijos a cargo, el punto más criticado por las consecuencias que traerá para la economía de las familias.

Esta medida última medida se aplicará automáticamente siempre que no se desarrolle en el Parlamento antes del 30 de septiembre de 2013 el proyecto de ley marco de reforma fiscal aprobado por el Gobierno también el pasado 30 de junio y puede suponer 1.000 euros más de media de impuestos para las familias en dos años.

Además reintroduce el copago sanitario, por el que los italianos tendrán que pagar 10 euros para visitas con médicos especialistas y 25 euros por los servicios de urgencias que no requieran ingreso hospitalario, y prevé el pago de una tasa sobre los depósitos bancarios de hasta 1.100 euros para los superiores a 500.000 euros.