Merkel afirma que ningún país de la eurozona está en situación de "tener que reestructurar" su deuda

  • Bruselas desmiente que negocie una ampliación del fondo de rescate de 750.000 millones
  • La UE repetirá, mejorados, los test de resistencia de la banca europea

La canciller alemana, Angela Merkel, aseguró que tiene más confianza ahora en la estabilidad europea que hace un año y afirmó, en un momento en el que persisten los rumores de contagio de la crisis de Irlanda a otras economías periféricas, que "ningún país de la eurozona está hoy en posición de tener que reestructurar" su deuda.

Estas declaraciones de Merkel, que asustó a los mercados esta semana con sus afirmaciones de que la situación del euro era "excepcionalmente seria", se producen después de que algunos políticos europeos, incluidos miembros del Banco Central Europeo, se molestaran con la canciller alemana por no diferenciar entre los problemas nacionales de los países y la moneda europea en sí misma.

En una conferencia en Berlín, Merkel también ha intentado calmar los nervios de los mercados financieros asegurando que su propuesta de que los inversores privados compartan los riesgos de futuras crisis de la zona euro sólo les afectaría a partir de 2013.

En un momento en que algunos altos funcionarios europeos han criticado a Merkel por poner nerviosos a los mercados con sus afirmaciones sobre la divisa y los planes para futuras crisis, la líder de la centro derecha alemana aseguró que Europa está mostrando "más solidaridad que hace un año".

En un guiño a aquellos inversores que han vendido bonos del gobierno irlandés y de otros países periféricos de la eurozona debido en parte a sus comentarios de que los bancos e inversores deberían compartir el riesgo, Merkel afirmó que la fuerzas del mercado se beneficiarán del futuro mecanismo permanente de crisis y recalcó que el actual, que estará en vigor hasta 2013, no ha cambiado "en nada".

"Permanecerá tal cual acordamos. Esto hace referencia a futuros mecanismos de crisis. Tampoco afecta a los bonos que se emiten en el marco del antiguo y temporal mecanismo de crisis", insistió la canciller alemana.

Bruselas desmiente que negocie una ampliación del fondo de rescate

Por su parte, la Comisión Europea ha desmentido este miércoles que se esté negociando una ampliación del fondo de rescate de 750.000 millones de euros creado en mayo para asistir a los países con problemas para refinanciar su deuda, tal y como ha sugerido el presidente del Bundesbank, Axel Weber.

"750.000 millones de euros deberían ser suficientes, pero si no lo fueran, se podrían aumentar", ha dicho Weber en una conferencia pronunciada en París en respuesta a las dudas de los mercados sobre que esta cantidad sea suficiente si España necesita ayuda tras Irlanda y Portugal. "Cualquier ataque contra el euro no tienen ninguna posibilidad de éxito", ha añadido.

El Ejecutivo comunitario ha replicado que el fondo de rescate "está bien financiado y preparado para ser utilizado si es necesario y se pide". "No hay discusiones en este momento en esa dirección", ha dicho el portavoz de Asuntos Económicos, Amadeu Altafaj, al ser preguntado por las declaraciones del presidente del Bundesbank, que ha eludido comentar.

"Está claro que hay nerviosismo en los mercados, pero está muy extendido, no apunta únicamente a un solo país", ha señalado Altafaj al ser preguntado por si el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, compartía el análisis del vicepresidente, Joaquín Almunia, de que el Gobierno debe despejar "cuanto antes" las "dudas" que hay sobre España en los mercados.

El portavoz ha eludido valorar por qué la prima de riesgo de los países periféricos de la eurozona ha seguido subiendo tras el anuncio del rescate de Irlanda. "La confianza no llega de la noche a la mañana, la confianza se basa en las decisiones y en la aplicación de esas decisiones", ha indicado. "La confianza volverá gradualmente si los mercados ven que las decisiones se aplican", ha insistido.

El Ejecutivo comunitario ha reiterado que el plan de ajuste presentado este miércoles por el Gobierno irlandés para los próximos cuatro años constituye una "buena base" para negociar las condiciones que se pondrán a Dublín a cambio del rescate de 85.000 millones de euros que prepara la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Y ha pedido que se apruebe "lo antes posible" el presupuesto para 2011 pese a la crisis política que vive el país.

Además, Altafaj ha precisado que, aparte de las condiciones presupuestarias, la UE y el FMI exigirán la "reestructuración" del sector bancario irlandés. La Comisión "no tiene todavía una posición" sobre si se aplicará una quita a los acreedores de los bancos irlandeses, ha señalado, al tiempo que negaba discrepancias sobre este tema con el FMI.

La UE repetirá, mejorados, los test de resistencia de la banca europea

Por otra parte, las autoridades de la Unión Europea tienen previsto repetir, a principios del año próximo, los test de resistencia de la banca, con una metodología mejorada.

Según reconoció la portavoz comunitaria de Mercado Interior y Servicios, Chantal Hughes, la UE debe "aprender la lección" de los test que fueron publicados en julio.

Sólo 7 de las 91 entidades financieras examinadas suspendieron alguna de esas pruebas, pero los test no detectaron, en particular, los graves problemas de los bancos irlandeses, que están en el origen del colapso de las finanzas públicas de ese país y de su consiguiente solicitud de ayuda a los socios europeos.

La portavoz no precisó una fecha para la realización de las nuevas pruebas, pero indicó que la Comisión Europea está ultimando los trabajos preparatorios con el Comité Europeo de Supervisores Bancarios.

Hughes recordó que en 2010 tuvo lugar la segunda fase de las pruebas de solvencia y que las de este año "han ido bastante mejor que las que se hicieron el año pasado".

"Vamos aprendiendo poco a poco. Estamos de acuerdo en que hay lecciones que aprender de los test que se han hecho este año", reconoció.

"Siempre hemos dicho que esperábamos que hubiera test de manera más regular. Tenemos previsto hacerlos con periodicidad anual. Estamos trabajado con el Comité Europeo de Supervisores Bancarios (CEBS) sobre la metodología que seguiremos el próximo año, y estamos finalizando", comentó.

Aunque el calendario exacto está por determinar, la portavoz indicó que están previstos a principios de año y que tendrán una duración de dos meses.