Mensajes entre víctimas y familiares del naufragio conmueven a Corea del Sur

  • El capitán del barco surcoreano se siente "profundamente avergonzado"

La divulgación este jueves de los mensajes de texto que intercambiaron víctimas y familiares durante el hundimiento del buque surcoreano Sewol ha conmovido a la sociedad surcoreana, mientras los familiares viven con desesperación los nulos progresos del rescate.

"Papá, no te preocupes. Tengo un chaleco salvavidas y estamos resguardados todos juntos", escribió un estudiante de 18 años, a quien su padre respondió: "aunque el rescate está en marcha, sal por tu cuenta si puedes".

El joven finalmente no pudo abandonar el buque y su nombre figura entre los 287 desaparecidos del total de 475 pasajeros, informó la cadena surcoreana MBC, que mostró capturas de pantalla de la última conversación entre padre e hijo.

Otro estudiante, temeroso de que ocurriera lo peor, escribió a su madre "quizá no te lo pueda volver a decir nunca más: te quiero", publicó el diario Kyunghyang.

En este caso, el protagonista tendrá más oportunidades de expresar sus sentimientos a su progenitora, ya que se encuentra entre los 179 rescatados.

La mayoría de los pasajeros del Sewol, 325, eran estudiantes de bachillerato de un mismo instituto que realizaban un viaje escolar a la meridional isla de Jeju.

Además de las declaraciones emotivas y mensajes de tranquilidad, han acaparado la atención mediática los textos que relataban los momentos de más angustia durante las aproximadamente dos horas que duró el hundimiento.

"Parece que vamos a morir. El barco se está inclinando", comentó otro joven cuya suerte se desconoce en un mensaje de grupo a varios amigos cercanos mientras el Sewol volcaba poco a poco hasta los 180 grados dejando en la superficie solo un pequeño fragmento del casco.

La tensión es constante en el polideportivo de Jindo, donde los familiares permanecen alojados y donde se han producido varios intentos de agresión de padres y madres desesperados a autoridades políticas y medios de comunicación.

Los familiares acusan al Gobierno de haber gestionado tarde y mal las operaciones de rescate, mientras que atribuyen tanto a políticos como a medios de propagar desinformación con un desconcertante baile de datos sobre supervivientes y rescatados durante las primeras 12 horas tras el suceso.

EL CAPITÁN DEL BARCO, "PROFUNDAMENTE AVERGONZADO"

El capitán del barco surcoreano Sewol, hundido con 287 desaparecidos, pidió hoy perdón ante los medios de comunicación y aseguró estar "profundamente avergonzado" mientras se han interrumpido los trabajos de rescate por las malas condiciones climatológicas.

"Lo siento mucho por los pasajeros y los familiares de los desaparecidos" y "estoy profundamente avergonzado", aseguró Lee Joon-seok, de 69 años, que apareció ante las cámaras con el rostro oculto antes de someterse a un interrogatorio en el cuartel de la Guardia Costera surcoreana en Jindo, al suroeste del país.

El ferri Sewol, que transportaba a 475 pasajeros desde Incheon, al oeste de Seúl, y la isla meridional de Jeju se hundió la mañana del miércoles frente a la costa suroeste del país dos horas después de escucharse un fuerte estruendo, según testimonios de supervivientes.

A la espera de una investigación, funcionarios de la Guardia Costera afirmaron hoy que el capitán podría haber variado la ruta marcada por el Gobierno y que además habría realizado un cambio de dirección brusco en lugar de girar de forma gradual en la zona del incidente.

Según expertos, este violento giro pudo desplazar parte de la carga hacia un solo lado y finalmente volcar el buque, aunque también se maneja la hipótesis de que fue la colisión con una roca lo que provocó el hundimiento.

En todo caso, el capitán está en el punto de mira de la opinión pública en estos momentos y sus declaraciones podrían ser cruciales a la hora de aportar luz a este trágico e inusual suceso.

Mientras, los trabajos de rescate en los que participan más de 500 buzos para tratar de entrar en la nave quedaron suspendidos esta tarde debido a la prácticamente nula visibilidad en las aguas y a las fuertes corrientes en el lugar del hundimiento.

Estas condiciones, sumadas a las más de 30 horas transcurridas y la baja temperatura de las aguas han desvanecido casi por completo las esperanzas de hallar con vida a alguna de las 287 personas, la mayoría estudiantes de bachillerato, que habrían quedado atrapadas en el Sewol.

Desde hace varias horas el número de rescatados se ha mantenido en 179 y el de muertos confirmados en 9, según cifras oficiales del Gobierno, mientras los familiares de las víctimas congregados en un polideportivo de Jindo muestran su angustia y desesperación ante la falta de avances.

Tanto el primer ministro, Chung Hong-won, como la presidenta del país, Park Geun-hye, fueron abucheados cuando se acercaron a Jindo para ofrecer su apoyo a los familiares de las víctimas y los desaparecidos.

De los 475 pasajeros, 325 eran estudiantes de bachillerato de un instituto de Ansan, en la periferia de Seúl, que se dirigían a la turística isla de Jeju en un viaje escolar.