Kerry y el canciller cubano protagonizan un encuentro histórico en Panamá

  • El encuentro entre Obama y Castro, el más esperado en la Cumbre de las Américas

El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, y el canciller cubano, Bruno Rodríguez, protagonizaron en Panamá en vísperas de la Cumbre de las Américas una reunión histórica, la de más alto nivel en décadas entre los Gobiernos de ambos países.

El Departamento de Estado publicó en su cuenta de Twitter una foto de Kerry y Rodríguez en la que aparecen ambos estrechándose la mano, después de que su portavoz, Marie Harf, anunciara también en Twitter que el encuentro iba a celebrarse.

Otra fotografía, divulgada también por el Departamento de Estado, muestra a Kerry y Rodríguez dialogando sentados y en compañía de funcionarios de los dos países. Hasta el momento, el Gobierno cubano no ha facilitado ninguna información sobre la celebración de la reunión y tampoco lo han hecho los medios de la isla.

La reunión entre Kerry y Rodríguez fue la bilateral de más alto nivel en décadas, en el marco del histórico anuncio para el restablecimiento de las relaciones realizado en diciembre pasado por los presidentes de EE.UU., Barack Obama, y de Cuba, Raúl Castro.

Entonces, Obama y Castro mantuvieron una conversación telefónica antes del anuncio del acercamiento de las relaciones y hoy ambos ya han llegado a Panamá para participar en la VII Cumbre de las Américas, que se inaugura este viernes. L

a Casa Blanca ha dicho que no hay, por ahora, una reunión bilateral programada entre Obama y Castro, pero que los dos líderes tendrán algún tipo de "interacción" en los márgenes de la Cumbre.

Desde Jamaica, Obama dijo hoy que ya ha recibido de Kerry la recomendación sobre si Cuba debe salir de la lista de países patrocinadores del terrorismo, pero aclaró que no ha tomado una decisión al respecto.

El senador Ben Cardin, el demócrata de mayor rango del Comité de Exteriores del Senado de EE.UU., reveló poco después, como ya se anticipaba, que la recomendación que Kerry envió a Obama es favorable a retirar a Cuba de esa lista. La recomendación de Kerry debe ser revisada ahora por un equipo de la Casa Blanca, que elevará después a Obama sus conclusiones.

Cuba reclama su salida de esa lista, en la que aparece cada año desde 1982, pero no lo considera una "precondición" para retomar las relaciones bilaterales con EE.UU. y reabrir las embajadas en las respectivas capitales, aunque los expertos coinciden en que sería un paso muy importante hacia la normalización diplomática.

Para sacar a Cuba de la lista, EE.UU. debe llegar a la conclusión de que "durante los últimos seis meses" el país no se ha implicado "en el apoyo, asistencia o complicidad de actos terroristas internacionales", según explicó recientemente Kerry.

Además, es necesario contar con un compromiso del Gobierno de Cuba de que no tiene intención de involucrarse o apoyar el terrorismo en el futuro. Una vez que Obama anuncie su decisión, debe notificarla de manera formal al Congreso, que cuenta con 45 días para estudiarla y, en caso de desacuerdo, puede presentar un proyecto de ley para tratar de revocar el dictamen presidencial.

Dentro de su apretada agenda en Panamá, Obama participará este viernes en el Foro de la Sociedad Civil, que reúne a disidentes cubanos y opositores venezolanos, entre otros.

En Jamaica, durante un foro con jóvenes abierto a preguntas, Obama insistió el jueves en sus preocupaciones sobre la situación de los derechos humanos en Cuba, pero no aludió específicamente a los incidentes ocurridos entre funcionarios y grupos opositores cubanos este miércoles en Panamá, en vísperas de la Cumbre.

El rechazo de la delegación oficialista cubana a la presencia de disidentes en el Foro de la Sociedad Civil previa a la Cumbre de las Américas generó el jueves nuevos problemas en ese evento, donde dos mesas de trabajo se dividieron en diferentes grupos para evitar problemas mayores.

En una entrevista exclusiva con Efe antes de viajar a Jamaica y Panamá, Obama destacó que los "cambios históricos" en la política hacia Cuba ya están dando "resultados". "Hemos visto un aumento en el contacto entre el pueblo de Cuba y EE.UU., y el entusiasmo del pueblo cubano hacia estos cambios demuestra que vamos por el camino correcto", aseguró.