Japón extrema su vigilancia en las islas disputadas entre ola de protestas en China

Japón extremó hoy la vigilancia en torno al archipiélago que se disputa con Pekín en medio del incremento de la tensión y las protestas antiniponas en China, que han llevado a varias empresas japonesas a paralizar temporalmente sus operaciones en ese país. A primera hora de hoy la Guardia Costera nipona avistó un barco chino cerca de aguas territoriales del conflictivo archipiélago, conocido como Senkaku en Japón y Diaoyu en China, lo que llevó al centro de gestión de crisis del Gobierno nipón a activar una oficina de información para seguir de cerca la situación.

Varias horas después los guardacostas de Japón, país que administra formalmente las islas, informaron de que otra decena de barcos chinos se encontraban cerca de las aguas vecinas a esas islas deshabitadas, situadas en el Mar de China Oriental y de menos de 7 kilómetros cuadrados.

El primer ministro japonés, Yoshihiko Noda, aseguró que su Gobierno llevará a cabo una intensa vigilancia y control de todos los movimientos en las aguas que rodean al pequeño archipiélago, rico en recursos pesqueros y que se cree alberga también reservas de hidrocarburos.

Según la televisión Fuji TV, en caso de que pesqueros chinos se acerquen al archipiélago el Gobierno de Japón está preparado para crear una "zona de defensa" en la que unos 30 barcos de la guardia costera harían una especie de "muro" alrededor de las conflictivas islas.

En la zona, además, se encuentra un buque de las Fuerzas de Auto Defensa (Fuerzas Armadas niponas) enviado por el Ministerio de Defensa para garantizar el mantenimiento del orden, indicó la misma cadena.

La estrecha seguridad en la zona no impidió que a primera hora de hoy dos activistas nipones alcanzaran la isla de Uotsuri (la mayor del pequeño archipiélago) a nado desde un bote de un pesquero con el que se habían acercado a la zona, tras ignorar las advertencias de las patrulleras niponas. Ambos estuvieron poco tiempo en las islas antes de regresar al barco y ser interrogados por la Guardia Costera, ya que, aunque para Japón las islas son territorio estatal, los nipones que deseen desembarcar en ellas necesitan una autorización especial.

Los últimos sucesos coinciden con el 81 aniversario del llamado "incidente de Manchuria" de 1931, cuando el Ejército Imperial nipón orquestó la voladura de un tramo de una red ferroviaria de propiedad japonesa en esa región y lo utilizó como pretexto para invadir el noreste de China en 1931.

La embajada japonesa en Pekín y los consulados en las principales ciudades chinas permanecieron hoy en alerta ante el recrudecimiento de las protestas, mientras varias empresas japonesas, entre ellas grupos punteros como Toyota Motor, cerraron hoy sus instalaciones en ese país.

Toyota decidió no abrir hoy algunas de las plantas que posee en ciudades como Tianjin, Changchun o Sichuan, mientras que fabricantes como Nissan Motor, Honda Motor o Mitsubishi Motors también pararon hoy varias de sus fábricas y aún no han decidido si mañana volverán a operar.

También Mazda Motor ha echado el cierre de su planta de ensamblaje de Nanjing hasta el viernes, al tiempo que muchas de las empresas niponas, incluidas Hitachi o Panasonic, han recomendado a sus trabajadores japoneses que permanezcan estos días en sus casas.

También cerraron hoy sus tiendas minoristas como Seven & i Holdings (que cerró casi 200 establecimientos 7-Eleven en Pekín) o la popular cadena textil Uniqlo, que se reflejó en importantes caídas de estos valores en la Bolsa de Tokio.

La tensa situación despierta temor en Japón por los importantes intereses económicos en China, país que recibe casi un cuarto del total de las exportaciones niponas, lo que en 2011 fue equivalente al récord de 161.500 millones de dólares. Además, el año pasado Japón realizó inversiones directas por 12.649 millones de dólares en la segunda economía mundial (un 74,4% más que en 2010).