Japón propone elevar la gravedad de la fuga de agua en Fukushima a nivel 3

  • Un total de 18 niños de Fukushima han desarrollado cáncer de tiroides tras el accidente nuclear
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Control radiactividad en Fukushima |archivio

La Autoridad de Regulación de Japón (NRA) propuso hoy elevar la gravedad de la fuga de 300 toneladas de agua radiactiva detectada en un tanque de la central atómica de Fukushima del nivel 1 al 3. La categoría 3 de la Escala Internacional Nuclear y de Sucesos Radiológicos (INES), que incluye ocho niveles de gravedad (de 0 a 7), se define como un "incidente serio".

La NRA ha advertido de que consultará con el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) si es apropiado aplicar la escala INES a un suceso acontecido en instalaciones levantadas específicamente para solventar una crisis nuclear que aún no ha sido resuelta. El accidente en la planta de Fukushima, provocado por el terremoto y el tsunami del 11 de marzo de 2011, fue clasificado como un incidente de grado 7, nivel máximo con el que también se calificó el desastre en la central de Chernóbil en 1986.

Durante la junta rutinaria de hoy de la NRA, uno de sus comisionados, Toyoshi Fuketa, ha subrayado que el organismo debe tener cuidado para evitar causar malentendidos a la hora de evaluar la fuga de agua. "Esto no quiere decir que el accidente de nivel 7 ha terminado y que se ha producido un incidente de nivel 3. El accidente permanece activo", dijo Fuketa en declaraciones reproducidas por la agencia Kyodo.

En cualquier caso, el alto nivel de emisión radiactiva (unos 100 milisieverts por hora) del agua filtrada de este tanque obligó a la NRA a evaluar ayer el suceso con el nivel 1, lo que lo convierte en el más grave desde la fusión parcial de los reactores de la central tras el tsunami. Dicha cantidad de radiación implica que una persona que permanezca una hora en la zona afectada por la fuga de agua resultaría expuesta a la dosis máxima permitida para los operarios de la central a lo largo de cinco años.

Por su parte, Tokyo Electric Power (TEPCO), propietaria de la central, explicó hoy que podría terminar de transferir el agua contaminada del contenedor dañado a otros tanques que, según afirma, ha revisado para confirmar que son seguros.

La fuga, de unas 300 toneladas, fue confirmada ayer en uno de los cientos de tanques que se usan para almacenar parte del agua empleada como refrigerante para los reactores de la planta y que, pese a ser tratada posteriormente para retirar algunos materiales contaminantes, es altamente radiactiva.

UN TOTAL DE 18 NIÑOS DE FUKUSHIMA HAN DESARROLLADO CÁNCER DE TIROIDES TRAS EL ACCIDENTE NUCLEAR

Los exámenes médicos llevados a cabo en la prefectura de Fukushima, ubicada en el noreste de Japón, tras el accidente ocurrido en la central nuclear homónima han revelado que 18 niños han desarrollado cáncer de tiroides. Las autoridades regionales ordenaron hacer revisiones médicas a los 360.000 niños --de hasta 18 años de edad-- residentes en Fukushima para evaluar el impacto del accidente nuclear en su salud.

Los resultados, que se han hecho públicos este martes, han revelado que 18 han desarrollado cáncer de tiroides, mientras que otros 25 podrían padecer esta enfermedad, según ha informado la televisión pública NHK. El grupo de expertos que ha llevado a cabo este estudio médico ha explicado que podría deberse a que las partículas radiactivas emitidas por la central nuclear se han acumulado en la glándula tiroides de los niños, aumentando el riesgo de desarrollar cáncer.

Los expertos han subrayado que no les ha sido posible determinar si el accidente nuclear ha aumentado el ratio de incidencia del cáncer de tiroides entre los niños de Fukushima. A este respecto, el director del estudio médico, Hokuto Hoshi, ha adelantado que otro grupo de expertos llevará a cabo un análisis caso por caso para poder dar explicaciones detalladas.

El 11 de marzo de 2011, un terremoto y un tsunami arrasaron la costa de la prefectura japonesa, dando lugar al peor accidente nuclear de la historia, junto al de la central de Chernóbil, en Ucrania.

Fukushima-1 estaba preparada para un terremoto, ya que Japón se asienta sobre una falla, pero no para un tsunami, por lo que el azote del mar provocó varias explosiones de hidrógeno que hicieron que los núcleos de algunos de sus reactores se fundieran parcialmente.