Israel acepta la invitación de EEUU para retomar el diálogo de paz

Tras más de año y medio de estancamiento, israelíes y palestinos retomarán en dos semanas un diálogo de paz directo impulsado por EEUU que les exigirá hacer grandes concesiones para llegar a buen puerto.

Ambas partes llegarán a la reunión el próximo dos de septiembre en Washington recelosas una de la otra y tendrán que dominar la presión interna que van a sufrir para no hacer concesiones o, incluso, para abandonar la negociación.

Tras aceptar en último término la invitación norteamericana para la reanudación del diálogo directo prevista el próximo 2 de septiembre, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu se ha presentado satisfecho a la reunión semanal del Gobierno. Incluso muy satisfecho. Casi como el ministro de Defensa, Ehud Barak, que ha propuesto al Ejecutivo el nombre del nuevo jefe del Ejército: el general Yoav Galant, hasta ahora máximo responsable del Comando Sur.

Para Netanyahu: "Desde la formación de mi Ejecutivo hace año y medio, pido la celebración de estas conversaciones. Entiendo que haya mucho escepticismo tras 17 años desde el proceso de Oslo pero yo digo a todos los escépticos que un acuerdo de paz es posible aunque difícil. Necesitamos un interlocutor serio en el lado palestino para llegar a un acuerdo histórico de paz".

Por su parte, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) aceptó en la madrugada del sábado la invitación que hizo la secretaria de estado norteamericana, Hilary Clinton, para la reanudación de negociaciones directas, tres meses después de que ambas partes iniciasen las llamadas "conversaciones de proximidad", un diálogo indirecto con la mediación del enviado especial estadounidense George Mitchell.

Sin embargo, la OLP, que encabeza el presidente palestino, Mahmud Abás, advirtió de que si Israel no cesa todas las actividades de construcción en las colonias en "todo el territorio palestino ocupado" (es decir, incluido Jerusalén Oriental) esto supondrá "una amenaza para la continuación de las conversaciones directas".

Por el momento, está en vigor una moratoria parcial a la construcción en las colonias judías en Cisjordania, que declaró el primer ministro, Benjamín Netanyahu, por un plazo de ocho meses y que el Gobierno israelí ha reiterado que no renovará cuando toque a su fin el próximo 26 de septiembre.