El Gobierno griego pospone de nuevo la aprobación del acuerdo con la "troika"

  • Primera huelga general del año en Grecia contra las exigencias de la troika

El Gobierno griego ha pospuesto para este miércoles la aprobación de las nuevas medidas de austeridad exigidas por la "troika" para que el país reciba más ayuda financiera, según informó a Efe una fuente cercana al primer ministro heleno, Lukás Papadimos.

La misma fuente señaló que esta noche, en torno a las 21.30 hora local (19.30 GMT), Papadimos y los representantes de la "troika" (integrada por el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo) celebrarán una reunión extraordinaria.

La reunión crucial entre Papadimos y los líderes de los partidos de la coalición gubernamental -socialdemócratas, conservadores y ultraderecha- para decidir la respuesta de Grecia a las exigencias de la "troika" ya había sido pospuesta de ayer a hoy y se esperaba para la noche de este martes.

Ahora, dicho encuentro "se ha pospuesto hasta mañana por la mañana" (por el miércoles), señaló la citada fuente, que pidió el anonimato.

Añadió que el aplazamiento se debe a que "aún quedan algunas cuestiones abiertas" en la negociación entre el gobierno y la "troika" sobre el nuevo programa internacional de financiación a Grecia.

Por ello, en torno a las 21.30 (19.30 GMT) se celebrará una nueva reunión entre el jefe de gobierno griego y los emisarios del FMI, el BCE y la CE.

Poco antes, una fuente del Gobierno griego anunció que se había alcanzado un principio de acuerdo sobre los recortes exigidos para que el país reciba un nuevo préstamo internacional, dijo hoy a Efe una fuente del Ejecutivo griego.

Además, la fuente gubernamental dijo que algunos de los temas aún abiertos en la negociación son "importantes" e hizo referencia a la cuestión de la reducción del gasto público, del que el gobierno griego accede a recortar 2.300 millones de euros, mientras la "troika" quiere que sean 3.300 millones.

Otras de las medidas exigidas, de acuerdo a los medios griegos, serían una rebaja de entre el 20 y el 25 % del salario mínimo (actualmente de 751 euros brutos), recortes del 20 % de las pensiones por encima de 1.000 euros y una disminución sustancial de los complementos que superen los 150 euros en todas las pensiones.

Además, incluye los despidos de 15.000 funcionarios y de personal con contratos no fijos, drásticos recortes de los salarios en las empresas públicas y privatización inmediata de éstas, liberalización de las profesiones "cerradas" (como taxistas o notarios) y abolición de los convenios colectivos.

La "troika" ha advertido de que, si no se ratifican estas medidas, no habrá un nuevo préstamo de 130.000 millones de euros y tampoco permitirá que se proceda con la quita de la deuda pactada entre Grecia y los bancos privados.

Sin préstamo y sin quita, Grecia se encaminaría hacia la bancarrota el próximo 20 de marzo, cuando debe desembolsar 14.400 millones de euros en vencimientos de deuda, de los que ahora mismo carece.

Yorgos Karatzaferis, líder del ultraderechista LAOS y tercer socio de la coalición de gobierno, criticó hoy duramente a la canciller alemana, Angela Merkel, y al presidente francés, Nicolás Sarkozy, acusándoles de haber procedido con un "segundo Múnich", en referencia a la conferencia de 1938 en la que Francia y Gran Bretaña transigieron ante las demandas de Adolf Hitler.

"Grecia hace frente a una campaña agresiva de humillación y eso el Gobierno griego está obligado tenerlo en cuenta", denunció.

Además, advirtió de que no apoyará un acuerdo que "esté en contra de la Constitución griega" y exigió que el Parlamento Europeo se pronuncie sobre si las exigencias de la Unión Europea a Grecia son conformes a los tratados europeos.

HUELGA GENERAL

Mientras tanto, Grecia vivía la primera huelga general del año en contra de la reducción de los salarios, las pensiones y el gasto social que exige la troika a Atenas a cambio del nuevo préstamo que evite la bancarrota del país.

La gran mayoría de los trabajadores griegos secundó hoy la huelga general convocada por la exigencia de nuevas medidas de austeridad demandas por la troika a cambio de un nuevo préstamo que libre al país de la bancarrota, según el portavoz del principal sindicato del país, GSEE

"Aunque nos falta computar los datos de seguimiento de la jornada vespertina, calculamos que un 80 % de los trabajadores del sector privado y un 90 % de los funcionarios han secundado la huelga", informó a Efe el portavoz de la Confederación General de Trabajadores (GSEE).

Especialmente en el sector marítimo, una de las industrias más potentes de Grecia, hubo un paro completo al acordar los marineros e ingenieros seguir la huelga convocada por las principales centrales sindicales en contra de la exigencia de recortes drásticos de salarios, pensiones y gasto público.

El transporte urbano funcionará sólo en las horas centrales del día para permitir a los trabajadores acudir a las manifestaciones, mientras que los trenes no partieron (no así los aviones ya que los aeropuertos no participan en la huelga).

Los hospitales sólo abrieron sus servicios de emergencia, mientras que las escuelas cerraron, así como las oficinas públicas y municipales.

Las nuevas medidas de austeridad "privarán de recursos a los servicios públicos", especialmente la sanidad y la educación, e "intensificarán el círculo vicioso de la recesión", criticó la Confederación de Funcionarios Públicos (ADEDY).

También hubo bancos y tiendas privadas que echaron la persiana, aunque en estos sectores el seguimiento fue desigual.

Las asociaciones de pequeños y medianos comerciantes acusan a la troika -formada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE)- y al gobierno griego de que con sus medidas se "reducirán los estándares de vida" del país y, también lo hará el consumo, poniendo en peligro sus negocios.

A pesar de la lluvia y el fuerte temporal que azota Grecia, unos 20.000 griegos, según datos de la policía, participaron en las diversas manifestaciones de protesta que se convocaron en Atenas.

"¡Que se vaya la troika!", "¡La troika fuera de Grecia!" y "¡Abajo las medidas de la miseria!", fueron las pancartas más repetidas entre los manifestantes.

Otra, con el lema "No habrá paz con ellos", llamaba a continuar las protestas hasta que el gobierno retroceda en sus recortes.

"Nos quieren devolver a la Edad Media de las relaciones laborales", criticó en declaraciones a Efe Dionisis, profesor de química en una academia privada.

"Tengo 47 años y debo vivir con mi madre", se quejó a Efe Costas, un parado que no encuentra trabajo ni recibe ayudas del Estado: "Además de esta situación, a mi madre le van a rebajar la pensión de 800 a 500 euros".