Francia vive su sexta gran manifestación contra la reforma de las pensiones

Cientos de miles de ciudadanos franceses respondieron hoy a la sexta convocatoria sindical en este año contra la reforma de las pensiones que retrasará en dos años, hasta los 62, la edad legal mínima de jubilación.

Esta vez en fin de semana, para -según los convocantes- atraer a más trabajadores y a sus familias, la nueva jornada de protesta contra la reforma de las pensiones fue de nuevo seguida por miles de franceses, que desfilaron por las calles de las principales ciudades del país.

La asistencia fue, según los sindicatos, superior a la de la anterior jornada de movilización, el pasado 23 de septiembre, mientras que las autoridades aseguraron que recibieron menos apoyo, en una guerra de cifras ya esperada y que se ha convertido en casi habitual.

En la manifestación de París participaron, según los sindicatos, unas 310.000 personas, frente a las 300.000 que lo hicieron hace unos días en la capital.

La policía, por su parte, cifró en 63.000 los asistentes a la manifestación capitalina, unas dos mil personas menos de las que, según la misma fuente, desfilaron por las calles de París el pasado 23.

En Marsella, otro ejemplo de divergencia máxima: según los sindicatos desfilaron 150.000 personas, cantidad reducida hasta los 19.000 manifestantes según fuentes policiales.

El sindicato CFDT (Confederación Francesa Democrática del Trabajo) aseguró que en total se manifestaron en Francia unos 2,9 millones de personas, aproximadamente la cantidad que las fuerzas sindicales reivindicaron para la jornada precedente de protesta.

El ministerio del Interior, por su parte, estimó en 899.000 personas las que desfilaron por las calles de Francia, unas 98.000 menos que el día 23 del mes pasado.

Las fuerzas convocantes se apresuraron a considerar que el movimiento de protesta no ha perdido fuerza y algunos representantes sindicales apelaron a las inclemencias meteorológicas para explicar la desigual respuesta en algunas ciudades del país, ya que en el norte la lluvia cayó con fuerza y el seguimiento fue menor.

En total se llamó a la manifestación en 229 actos y, en la multitudinaria manifestación de París el desfile comenzó detrás de una pancarta en la que se leía: "pensiones, empleos, salarios, un desafío de la sociedad"

La primera secretaria del Partido Socialista (PS, en la oposición,) Martine Aubry, invitó al primer ministro, François Fillon, a desmarcarse del proyecto estrella del presidente Nicolas Sarkozy, después de que hace unos días diera a entender la existencia de una cierta distancia entre ambos.

"Estamos en una democracia, no se puede reformar un asunto tan difícil sin escuchar", clamó Aubry respecto a la polémica reforma de las pensiones, considerada un ataque en toda regla al estado del bienestar en Francia.

Los sindicatos convocaron la jornada de protesta -que será seguida de otra con, además, paros laborales el próximo 12 de octubre- en pleno fin de semana, con el fin de obtener el apoyo de quienes no se pueden permitir dejar de ingresar el salario de una jornada si hacen huelga.

La jornada de hoy será seguida de otra el 12 de octubre que, además, que incluirá paros laborales.

El plan gubernamental de reforma de las pensiones ya ha comenzado su tramitación en el Parlamento.

Los sindicatos confían en lograr que el Gobierno dé marcha atrás al proyecto y obtener la modificación del texto a su paso por el Senado.

La medida estrella, y más polémica, del proyecto es la que prevé el retraso de la edad mínima de jubilación de 60 a 62 años y la edad para cobrar el total de la pensión de 65 a 67.

Una enmienda del proyecto gubernamental podría pasar por la parte de la reforma que afecta a las mujeres, manteniendo la edad de jubilación actual para aquellas que han tenido tres hijos y que por ello han cotizado menos años.