Familiares de las víctimas de la guerra de Irak reciben el informe Chilcot

  • El informe indaga en las decisiones que se tomaron y que llevaron al Reino Unido a intervenir militarmente en Irak
  • Blair dice que asume "toda la responsabilidad" por los errores de Irak

Las familias de algunas de las víctimas de la guerra de Irak de 2003 empezaron a leer a puerta cerrada en Londres el muy esperado "informe Chilcot", que analiza las decisiones que se tomaron antes y durante el conflicto armado.

Los familiares recibieron el documento poco antes de las 07.00 GMT en el centro de conferencia Queen Elizabeth II, en el barrio de Westminster, posteriormente John Chilcot hizo una declaración a la prensa para, inmediatamente después hacer público su informe.

El contenido de su análisis, distribuido en 12 volúmenes, ha creado una gran expectación, sobre todo porque se espera que el ex primer ministro británico Tony Blair sea muy criticado por su decisión de autorizar la intervención junto a Estados Unidos.

Algunos familiares de los 179 militares del Reino Unido que murieron en la guerra proceden de distintas partes del país y algunos llevan camisetas en las que piden justicia para sus hijos. Ann McFerran, madre del militar Peter McFerran fallecido en Irak a los 24 años de edad, admitió hoy a la prensa que está "inquieta" y que quiere "Justicia para Peter" al tiempo que confió en que el informe aporte la conclusión "adecuada".

Por su padre, Mark Thompson, cuyo hijo Kevin Thompson murió en 2007 con 21 años a causa de las heridas sufridas en Irak, afirmó hoy sentirse muy "nervioso" por el informe. "Nadie nos ha dicho nada. Sabemos lo mismo que vosotros. Es un nerviosismo para todas las familias. Nadie sabe qué esperar", dijo Thompson a los periodistas.

En el caso de Sarah O'Connor, cuyo hermano, Bob O'Connor murió en Irak, se quejó del tiempo que ha durado esta investigación -que empezó en 2009- y calificó al documento de una "farsa". En tanto, Julia Nicholson, madre del militar Gary Nicholson, muerto en la guerra, expresó su temor de que el documento sea un "encubrimiento" y dijo que "Blair tiene sangre en sus manos".

Ante la casa del ex primer ministro británico laborista, un grupo de manifestantes colocó esta mañana un cartel con el titular "Blair debe afrontar un juicio por crímenes de guerra". Antes de hacer público su documento, Chilcot pidió que los futuros conflictos armados como el de Irak sean autorizados después de un análisis "cuidadoso" y de un "juicio político".

Las familias de las víctimas confían en que este largo texto pueda servir de base para procesar a Blair, según los medios. La investigación fue dispuesta en 2009 por el ex primer ministro laborista Gordon Brown -en el poder entre 2007 y 2010- después de intensas presiones de políticos y de las familias de los 179 militares británicos que perdieron la vida.

DAR A CONOCER LA VERDAD SOBRE LA GUERRA

El antiguo funcionario británico agregó que su informe, de 12 volúmenes, indaga en las decisiones que se tomaron y que llevaron al Reino Unido a intervenir militarmente en Irak para derrocar al entonces presidente iraquí, Sadam Husein.

Chilcot resaltó que al redactar su documento tuvo muy en cuenta el sufrimiento de las familias de quienes perdieron la vida y su deseo por conocer toda la verdad sobre la guerra. "Espero que ellos sientan, una vez que vean el informe, que las preguntas generales que ellos tenían en la cabeza (...) tengan respuestas", agregó.

Sobre las críticas a los responsables de la decisión de entrar en la guerra, Chilcot dijo que su objetivo no era procesar a nadie porque él no presidió un "tribunal". "Yo dejé muy claro desde el principio, cuando puse en marcha esta investigación, que si nos encontrábamos con cosas que merecían críticas a individuos o a instituciones, no huiríamos de ello y, es más, lo hemos hecho", subrayó.

Blair fue interpelado en dos ocasiones por Chilcot y ha pedido disculpas sobre la controvertida información de inteligencia que argumentó para intervenir en Irak, como la existencia de armas de destrucción masiva, que con el tiempo resultó ser falsa.

PRUEBAS "NO JUSTIFICADAS" SOBRE LAS ARMAS DE HUSEIN

John Chilcot, autor del informe, ha asegurado en sus declaraciones a la prensa que el exprimer ministro británico, Tony Blair, presentó como ciertas unas pruebas "no justificadas" sobre la posesión de armas de destrucción masivas por parte de Sadam Husein.

Al dar a conocer su informe, Chilcot dijo que Blair comprometió fuerzas militares antes de que se agotaran las alternativas pacíficas en el país árabe.

El autor afirma también que Blair prometió en 2002 al entonces presidente de EEUU, George Bush, apoyó incondicional para invadir Irak. "Estaré contigo pase lo que pase", escribió Blair a Bush el 28 de julio de 2002, ocho meses antes de que el 20 de marzo de 2003 empezara la guerra contra Irak, afirmó el autor del informe.

Según el documento, las consecuencias de la invasión fueron subestimadas a pesar de que había "advertencias explícitas" al respecto y que la planificación de la situación en Irak fue "totalmente inadecuada".

Entre otras cosas, Chilcot subrayó que la información de inteligencia utilizada para justificar la invasión fue "defectuosa". "Está claro ahora que la política sobre Irak se hizo sobre la base de una (información de) inteligencia defectuosa (...) Esta no se cuestionó y debió hacerse", explicó.

Sostuvo asimismo que Sadam Husein no suponía una amenaza antes de marzo de 2003, cuando el Reino Unido y Estados Unidos iniciaron la intervención armada.

UN ANÁLISIS CUIDADOSO ANTES DE IR A UNA GUERRA

John Chilcot pidió que los futuros conflictos armados del nivel de esa intervención de 2003 sean autorizados únicamente después de un análisis "cuidadoso" y de un "juicio político.

"La principal expectativa que tengo es que no será posible en el futuro participar en un empeño militar y diplomático de semejante nivel y de tal gravedad sin aplicar un verdadero análisis cuidadoso, una evaluación y un juicio político colectivo", concluyó.

BLAIR ASUME TODA LA RESPONSABILIDAD

El exprimer ministro británico Tony Blair dijo hoy que asume "toda la responsabilidad" por cualquier error cometido en la guerra de Irak, "sin excepción ni excusas".

En una declaración divulgada hoy tras la publicación del informe, Blair afirmó que tomó la decisión de "buena fe" y para el "mejor interés" de su país.