Unos 300 vecinos evacuados por una explosión de gas en San Bruno, California, han podido volver a sus casas; otros han corrido peor suerte, sus viviendas han quedado completamente destrozadas. En su lugar, un cráter de 55 metros de profundidad. Es el panorama desolador que se han encontrado los vecinos de ese barrio residencial arrasado por el fuego tras estallar una tubería de gas el pasado jueves.
Los servicios de rescate han encontrado cuatro cadáveres calcinados, y se están investigando los restos de tres más, con lo que el balance de cifras mortales por el incendio alcanzaría los siete. Además se sigue buscando a cuatro desaparecidos.
La tubería que explotó pertenece a la compañía Pacific Gas, se trata de una sección de 76 centímetros de diámetro que fue instalada en 1956. Se están investigando las causas del peor accidente de gas que ha sufrido Estados Unidos en una década
