Dudas legales sobre la candidatura de la princesa de Tailandia

  • La hermana mayor del rey de Tailandia se presenta a las elecciones
Fotografía de archivo que muestra a la princesa Ubolratana Mahidol de Tailandia
Fotografía de archivo que muestra a la princesa Ubolratana Mahidol de Tailandia

La candidatura a primera ministra de la princesa Ubolratana, hermana mayor del rey de Tailandia, anunciada hoy plantea dudas legales de cara a las próximas elecciones, donde tradicionalmente la monarquía ha permanecido alejada de la política.

Mientras juristas consideran válido que Ubolratana se postule al cargo, al menos un partido político ha presentado un recurso ante la Comisión Electoral para que el organismo invalide la candidatura.

El anuncio sobre la legalidad está previsto para el día 15, según indicó a Efe uno de los oficiales de la Comisión, y cuando el ente electoral hará oficiales las listas de los comicios del 24 de marzo, los primeros sufragios desde el golpe de Estado militar de 2014.

Un grupo de delegados del Thai Raksa Chart, opositor a la junta militar y vinculado al depuesto ex primer ministro Thaksin Shinawatra, presentó este viernes a Ubolratana como su única opción para formar gobierno si logran imponerse en las urnas.

Lo que supone una decisión sin precedentes en el país al ser la primera vez que un pariente directo de un monarca tailandés concurre a unos comicios.

Una candidatura a la que se opone públicamente el líder del Partido para la Reforma Popular, Paiboon Nititawan, próximo al actual régimen militar.

Paiboon alega en su queja ante la Comisión Electoral que la candidatura de Ubolratana vulneraría la prohibición de utilizar "a la monarquía como parte de la campaña electoral".

"Su nombre va a ser utilizado para beneficiar la campaña electoral del partido" Thai Raksa Chart, por quien concurría la neófita en política, según Nititawan.

Ubolratana, de 67 años y primogénita del fallecido rey Bhumibol, perdió su título de princesa en 1972 al contraer matrimonio con el ciudadano estadounidense Peter Jensen, de quien se divorció en 1999, año en que regresó a su país con sus tres hijos.

A pesar de ser desposeída sobre el papel del abolengo, Ubolratana disfruta en Tailandia de todos los reconocimientos de su linaje y sigue siendo tratada por la población como princesa.

"Ella sigue siendo la primogénita del rey Bhumibol y la hermana mayor del rey Vajiralongkorn, por lo tanto, sigue siendo parte de la familia real", reclama el representante del partido pro-militar.

Un argumento que desechan juristas tailandeses expertos en leyes.

Ubolratana "puede presentarse legalmente como candidata a primera ministra porque ya había renunciado a su título real", declara a Efe Anon Chawalawan, abogado de ILaw, quien asegura que la candidata "cumple con los requisitos".

Conclusión con la que coincide el profesor de la facultad de Derecho de la Universidad de Chulalongkorn Manit Jumpa.

Un terremoto político

"La seguimos llamando la princesa porque no sabíamos como llamarla cuando regresó a Tailandia (...) se la puede considerar miembro de la familia real por sangre, pero no por título", razona Manit al subrayar que por tanto "tiene todos los derechos políticos" y puede presentarse.

La inesperada candidatura de Ubolratana supone un terremoto en el tablero político tailandés a menos de dos meses de las elecciones, a las que también se presenta el actual primer ministro, el general golpista Prayut Chan-ocha.

"Me gustaría aclarar que he renunciado a todos los títulos y vivo como una plebeya. Por lo tanto, pretendo ejercer mis derechos y libertades en virtud de la ley y la Constitución, y acepto la nominación de Thai Raksa Chart", señaló Ubolratana en un mensaje publicado en la red social Instagram en el que promete "construir felicidad" en Tailandia.

Las plataformas políticas vinculadas al ex primer ministro Thaksin Shinawatra, quien vive en el autoexilio como prófugo de la justicia tailandesa, han ganado todas las elecciones desde 2001, pero han acabado expulsadas del poder por los militares o por decisiones judiciales cuestionables.