Corea del Norte prepara su gran centenario tras el fallido lanzamiento

Corea del Norte prosiguió hoy entre muestras de lealtad a sus líderes las celebraciones por el centenario del nacimiento de su fundador, Kim Il-sung, ensombrecidas por el fracaso en el lanzamiento de su satélite y la severa condena internacional.

Decenas de miles de personas se congregaron hoy en el estadio Kim Il-sung de Pyongyang en un acto presidido por Kim Jong-un, consolidado como "líder supremo" del país tras asumir ayer el mando de la Comisión Nacional de Defensa, principal órgano del Estado norcoreano.

En la víspera del centenario del padre de Corea del Norte la televisión estatal del país, KCTV, retransmitió en directo el multitudinario evento, en el que destacaron los fervientes aplausos dirigidos al joven sucesor, foco de todas las miradas.

Antes, la KCTV hizo un repaso de los actos conmemorativos de la semana en el hermético país comunista, desde reuniones políticas o bailes regionales en escuelas hasta ofrendas florales a los líderes, y también exhibió documentales y canciones de alabanza a la dinastía Kim, omnipresentes en el único canal disponible en el país.

Por su parte la agencia estatal KCNA, portavoz del régimen, divulgó que Kim Jong-un ha ordenado la primera promoción masiva de nuevos estamentos desde que le fuera entregado el control del país tras la muerte de su padre, Kim Jong-il, en diciembre después de 17 años en el poder.

El joven sucesor, cuya edad se estima entre 28 y 29 años, asignó decenas de nuevos cargos estatales en la V sesión de la XII Asamblea Nacional Suprema (Parlamento) de Corea del Norte, celebrada ayer en el marco de la semana de festejos por el aniversario de su fundador.

La sesión parlamentaria sirvió además para, entre otros asuntos, concretar la cuota del presupuesto nacional de 2012 destinada a defensa, que alcanzará el 15,8 %, a pesar de la acuciante crisis alimentaria que arrastra desde hace años el país.

En la Asamblea también se modificó el prefacio, nueve artículos y una sección de la Constitución norcoreana para reflejar los logros del fallecido Kim Jong-il, nombrar a éste "presidente eterno" de la Comisión Nacional de Defensa y crear el cargo de "primer presidente" de la misma, que ocupa desde ayer Kim Jong-un.

El enaltecimiento del fallecido líder y la promoción de su sucesor por la maquinaria propagandística del régimen se concretó, asimismo, en el anuncio de que el Estado ha comenzado a suministrar uniformes escolares nuevos a todos los estudiantes de primaria, secundaria y universidad del país.

De este modo, en una semana crucial para su futuro, Corea del Norte trata de proseguir con normalidad la agenda marcada para celebrar mañana la fecha más importante de su historia reciente, a pesar del duro revés que ayer supuso el fracaso en la puesta en órbita de un satélite mediante el cohete portador Unha-3.

Éste explotó a los pocos minutos de su despegue a primera hora de la mañana y se desintegró en una veintena de fragmentos para finalmente caer en aguas del Mar Amarillo a más de 100 kilómetros de la costa oeste surcoreana.

Corea del Norte, que acumulaba dos intentos fallidos de poner satélites en órbita en 1998 y 2009, en esta ocasión reconoció por primera vez su fracaso en un breve despacho de la KCTV emitido cuatro horas después del lanzamiento.

Además de este duro golpe moral, Pyongyang ha de afrontar ahora la condena de la comunidad internacional, después de que varios países, entre ellos EEUU y Corea del Sur, calificaran la acción como una "provocación" al considerar que el lanzamiento encubre una prueba de un proyectil balístico.

En una primera respuesta, EEUU ha cancelado unilateralmente el acuerdo suscrito en febrero con Corea del Norte, que le comprometió a aportar 240.000 toneladas de ayuda alimentaria al país comunista a cambio de la renuncia de éste a sus programas nucleares y de misiles de largo alcance.

Por su parte el Consejo de Seguridad de la ONU, en línea con esta postura, "deploró" por unanimidad el lanzamiento que, considera, viola dos de sus resoluciones, ambas redactadas expresamente para poner freno a las ambiciones nucleares y armamentísticas de Corea del Norte.